La modernización que sufriría Lincoln Road, a través de un proyecto que podría tomar entre dos o tres años para ponerse en ejecución, tendría en cuenta no sólo el diseño original del arquitecto Morris Lapidus que hizo en los años cincuenta, sino las nuevas realidades de una zona que busca ponerse al día.
“Miami Beach tiene que ser competitiva con todos los nuevos sitios para compradores que hay en el Condado Miami-Dade”, explicó el alcalde de La Playa, Philip Levine, quien aclaró que esa transformación no acudirá al dinero de los contribuyentes: “esos recursos los reservó el Condado hace mucho tiempo”. Esto significa, además, que dichos dineros no se podrían utilizar para nada distinto a reformar Lincoln Road.
“Si no invertimos en la ciudad, dejamos de ser competitivos. Es nuestra responsabilidad hacer esa inversión en una de nuestras calles más importantes”, enfatizó Levine.
Etapas
Pero aún faltan varias etapas que finalizarían el 10 de noviembre, con la aprobación del proyecto final.
Será una transformación de 5.000 pies cuadrados, que busca, según James Corner, dueño de la empresa de arquitectos James Corner Field Operations, “mejorar la experiencia de ir a las tiendas y a los restaurantes, mostrar la visión de Lapidus y crear nuevos lugares públicos”.
En el proceso de crear una propuesta de diseño, que lleva ya ocho meses de trabajo, Corner y su equipo hablaron con los dueños de los negocios, con los inquilinos y las organizaciones que hay en la zona, con las personas preocupadas por la preservación histórica, con la Policía y las agencias encargadas de operaciones y mantenimiento.
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Los objetivos
Durante su exposición, Corner mostró los ejes fundamentales de la renovación no sólo de Lincoln Road, sino de sus calles y pasadizos aledaños.
En primer lugar, la propuesta busca mejorar la experiencia de comprar e ir a los restaurantes en la zona. Segundo, animar esta importante vía peatonal con arte y vida pública. Convertirla en un escenario permanente de espectáculos, vida social, arte y cultura. En tercer lugar, recuperar elementos diseñados por Lapidus que están escondidos, refrescarlos y hacerlos más visibles. Como cuarto punto, transformar las áreas de servicios (las calles aledañas, donde hay basureros, o carga y descarga de mercancía y alimentos) en lugares seguros para los peatones y quienes quieran montar en bicicleta.
Desde la perspectiva de Corner, “Lincoln Road es un tejido de conexiones, que se ampliará con nueva pavimentación, árboles y cafés. Esta reforma añadirá mucho valor a la ecuación económica del área”, puntualizó.
Uno de los grandes retos del proyecto es volverle a dar un orden a la idea original de Lapidus. Esa calle ha sido intervenida cuatro veces, en el curso de los años, y ha sufrido adiciones, recortes y adaptaciones, “unas buenas otras no tanto”, según Corner. Según este arquitecto, es una acumulación de muchos elementos desordenados: rejas para bicicletas, líneas de drenaje que no funcionan.
“Estamos respetando el legado de Lapidus pero convirtiéndolo en un espacio del siglo XXI para comercios y restaurantes”, explicó Corner. Para el alcalde de La Playa la clave es “respetar la integridad histórica y arquitectónica de esa calle”.
(FOTO: ÁLVARO MATA)
(FOTO: CORTESÍA)
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Quejas
Uno de los comerciantes de la zona advirtió que las obras que se llevarán a cabo podrían espantar a los visitantes, como ya ha sucedido con Alton Road, vía donde ha habido una serie de trabajos que ha alterado la vida diaria de los negocios establecidos en esa zona. Pidió, por lo tanto, un minucioso cronograma de trabajo.
Al respecto, el administrador de Miami Beach, Jimmy Morales, dijo que se trabajará con los comerciantes de la zona, y con la empresa encargada de hacer la reforma de Lincoln Road, para que el impacto no afecte la estabilidad de los negocios.
Para Levine, la competitividad de Miami Beach no sólo es reformar Lincoln Road. “Es generar transporte público, continuar con el proyecto de bombas para evitar inundaciones. Todo esto hace parte de invertir en nuestra ciudad”.
