"El Social TV Show con Sánchez Grass" lanza nueva temporada

“La teleaudiencia, que ha sido fiel, sabe que nosotros comenzamos a la 1 de la tarde hace dos años y medio, luego pasamos a las 2, y después a las 3. Todo este ascenso ha sido únicamente por el respaldo que hemos tenido del público por el rating tan grande que hemos alcanzado, como siempre digo, cuando comenzamos la gente no apostaba ni un chícharo por nosotros”, declaró a DIARIO LAS AMÉRICAS.

Ese tránsito por distintos horarios ha demostrado el apoyo de una audiencia que lo sigue en todo momento. Ahora, salir en pantalla a las 6 de la tarde representa un premio al esfuerzo y un desafío que el presentador abraza con alegría. "Es un horario bien importante en términos de televisión, que impone mucho compromiso y respeto con la audiencia. Para nosotros es un reconocimiento que nos entrega el público, el premio a la tenacidad".

Además, aclaró que, ante todo, “estamos convencidos de que en la era moderna de la televisión y de los medios, lo importante es tener un contenido veraz e importante. El horario te da un posicionamiento mayor, pero eso no significa que la gente que esté en horarios más desfavorecidos no tenga la atención de la audiencia. Y nosotros somos el ejemplo. Hemos ido creciendo porque donde quiera que haya una verdad hay una persona que está dispuesta a escucharla”.

Como subrayó, "el cambio de horario va a establecer que profundicemos en lo que más le gusta a la gente, no en que vayamos a cambiar el formato, porque uno nunca abandona un éxito, y nosotros somos un éxito. Por eso es por lo que ahora nos estamos ocupando de fortalecer la programación de América Tevé en su horario estelar. Le vamos a adicionar muchos más contenidos".

Aunque admitió que también será “complicado, porque vamos a estar compitiendo con los principales noticieros de las cadenas, con la peculiaridad de que la mayoría de las noticias en las cuales nosotros profundizamos, a ellos de lunes a viernes se les escapan. Hasta cierto punto contraprogramar puede tener su atractivo y es un horario en el que la gente no tiene excusas porque ya está más dispuesta en la casa a ver un poco de televisión. Le tocará a la audiencia decidir a quién quieren ver”. Por eso agradeció al público “que nos va a seguir dando el beneficio de la compañía y la credibilidad a las 6 de la tarde”.

Sus comentarios mordaces, “sin pelos en la lengua”, y el análisis de temas poco o nada abordados en otros espacios hacen de su programa un rara avis dentro de la oferta televisiva en español. A eso se suma el diálogo con los televidentes durante las llamadas telefónicas. Aquí las opiniones del otro lado de la pantalla se muestran sin censura, sean positivas o no, a las que el presentador responde con sagacidad.

Queda demostrado que en El Social TV Show con Sánchez Grass el presentador es la cereza del pastel. Este dulce se hornea deliciosamente por un equipo que disfruta su trabajo, que hace bromas en el estudio y vive con intensidad cada momento al aire en televisión, esa maestra de los medios que nos acompaña desde mediados del siglo XX. Se trata de un grupo humano que ha labrado una relación familiar, a tono con los principios de su principal brazo impulsor -Cano Health- y que evoca, justamente, las raíces griegas (tēle, lejos) y latina (visinem, visión) de la palabra, porque la mirada está puesta en el futuro.

En ese sentido, el presentador recalcó que mantendrán “el compromiso con la calidad de vida de la gente, con el auspicio de Cano Health, esta empresa proveedora de servicios de salud para nuestras comunidades, tan ocupada en ayudar más a nuestra gente, que está necesitada de una atención personalizada, y somos voceros también de este mensaje”.

Uno de los materiales que se suman al contenido es la serie documental Testamento, realizada por DIARIO LAS AMÉRICAS, en la cual Sánchez Grass colaboró como entrevistador. “Son testimonios de cubanos del exilio con una historia muy significativa”, anotó sobre las revelaciones más íntimas y poco conocidas de los integrantes de la Brigada 2506.

Por último, dejó claro que mantiene los pies en la tierra y es consecuente con sus raíces: “Sigo siendo Jorge Luis Sánchez Grass, el niño que jugaba con los destornilladores de su padre pensando que eran micrófonos; el niño que lo único que ha querido ser toda la vida es presentador, periodista, escritor, hablar y contar las diferentes maneras de ver la verdad; ese mismo niño que ahora está en una etapa de madurez de su carrera, como resultado de tanto trabajo”.

Como acotó, “yo sigo siendo el hijo de Nora y Monguito, el niño de barrio pobre, de otro país, que llegó al prime time de la televisión en los Estados Unidos. Ese es el plan que Dios ha tenido para mí, hablar para ustedes y acompañarlos siempre. Nunca he querido ser otra cosa que lo que hoy soy”.