MIAMI — Otro cubano valioso ha muerto en el exilio. El historiador y filósofo Juan F. Benemelis, falleció en la madrugada del domingo 19 de diciembre del 2021 en el hospital Baptist de Kendall, donde llevaba internado desde octubre por problemas linfáticos y un posterior accidente isquémico que le hizo perder el habla. Tenía 79 años.
Benemelis ha sido considerado como una de las figuras que mejor conoció los intríngulis del intervencionismo del régimen cubano en África, ya que se desempeñó como diplomático en varios países de esa región. Su trayectoria y análisis histórico y político sobre la realidad cubana, la recogió en números libros de ensayos e investigaciones.
Nacido en Manzanillo, oriente de Cuba, en 1942, Juan F. Benemelis procede de una familia vinculada fundamentalmente a la música. Su padre, César, “fue un guitarrista extraordinario”, señala su prima, la escritora Janisset Rivero, quien señala que siempre estuvo cerca de su primo, pues les unía la literatura y el amor al arte. Juntos trabajaban recientemente en un árbol genealógico de la familia.
En su niñez su familia se traslada a la capital donde estudió Administración de Negocios en la Havana Business University, un centro de educación superior norteamericano. Tras la toma del poder por el castrismo, comenzó su carrera en el Ministerio de Relaciones Exteriores. Tras varios problemas con el aparato de poder político castrista, se vio forzado a tomar el camino del exilio. En 1980 y con identificación falsa, sale de Cuba durante el éxodo del Mariel.
Benemelis tiene una larga carrera como escritor enfocada en el análisis de la situación cubana e internacional. Entre sus textos destacan Las guerras secretas de Fidel Castro; La memoria y el olvido: el discurso afro-cubano y La lucha del islamismo por dominar al mundo. Janisset Rivero señala: “Juan Felipe era un hombre extraordinario, siempre preocupado por la libertad, en sus libros abarcó diferentes temas y profundizó en ella. Pero, no solo incursionó en la historia, sino también en las ciencias, dio a conocer libros de matemática, física cuántica y filosofía”, subraya Rivero, resaltando que “era un tipo renacentista, un observador agudo y un gran pensador”. Concluye sentenciando que “su legado es grandísimo para la causa de Cuba y la libertad mundial”.
Una nota biográfica en la internet apunta que tras la llegada al poder del régimen castrista, Benemelis fue enviado a África con la “tarea principal de apoyar el establecimiento y entrenamiento de grupos guerrilleros para combatir el colonialismo y establecer estados marxistas. Durante este tiempo, trabajó en el Congo, donde había importantes depósitos de uranio. Sin embargo, la fracción respaldada por Cuba no tuvo éxito y Benemelis regresó a Cuba, donde fue interrogado e investigado en la sede de la Seguridad del Estado de Villa Marista por el fracaso de la misión”.
Juan Benemelis escribió numerosos libros, dictó importantes conferencias y se presentó en foros locales para exponer sus ideas y presentar sus títulos, como el desaparecido centro de Estudios Cubanos de la Universidad de Miami, la tertulia La Otra Esquina de las palabras, el PEN Club de Escritores Cubanos en el Exilio y la Feria del Libro de Miami.
En una entrevista hace algunos años para este Diario Las Américas afirmó: “Mi obra en general responde a la búsqueda universal que prendió en los intelectuales de las décadas del sesenta y setenta. De ahí la historia, el ensayo, la filosofía y las ciencias. Es una constante búsqueda con muchas interrogantes y escasas respuestas, puesto que nuestro quehacer contemporáneo no nos ha proporcionado revelaciones que hayan superado, por ejemplo, a la de los griegos antiguos. No hemos avanzado un milímetro de acá a allá en las preguntas esenciales del humano y su civilización”.
Su hijo, Dairel Benemelis, envió desde Londres una declaración sobre la noticia: “Mi padre representaba la ruptura de las estructuras sociales que uno pudiese heredar y la prueba cercana de que lo que realmente importa es el individuo y sus destrezas. Mi padre encarnaba el amor a la sabiduría por encima de cualquier otro (para bien y para mal) y sobre todo era un azote tenaz para hacer algo (legar algún tipo de obra) por el resto de la sociedad. Recuerdo años atrás en mi paso de Madrid que nos sentamos y me preguntó: “Dairel, y qué estás haciendo? Qué dejarás como legado?” Aquello me pareció completamente fuera de lugar y rozando la megalomanía y después de muchos años y horas de conversación y largos debates entendí que lo único que me estaba tratando de hacer era meterme el bichito de que 'tu trabajo diario sea un grano de arena para mejorar el mundo'".
A Juan Benemelis le sobrevive su actual compañera Irma Sánchez, así como sus tres hijos y nietos. De acuerdo a Dairel sus restos serán cremados. QED.