viernes 17  de  enero 2025
Florida

Fármacos para ventilación asistida podrían escasear en Florida

En estos momentos, el Estado del Sol muestra una robusta provisión de fármacos para tratar a pacientes con coronavirus, según reportes de los proveedores, pero el aumento dramático de casos inquieta
Por FRANK LÓPEZ BALLESTEROS

La red hospitalaria de Florida muestra una robusta provisión de medicamentos vitales para atender a los enfermos crónicos por coronavirus en este momento, pero a medida que el volumen de infectados y hospitalizaciones se dispara en el estado de forma dramática, la escasez de anestésicos para ventilación inquieta a los suplidores de fármacos, revelan datos suministrados a DIARIO LAS AMÉRICAS.

Hasta el 28 de julio Florida había alcanzado 9.230 casos, para un total de 441. 977 contagiados, según las autoridades de salud. Esto convierte a la península en el segundo estado de la nación con mayor número de infectados sólo superado por California que hasta el cierre de esta información se contabilizaba 460.000 casos.

Un grueso de los 355 hospitales y centros de atención médica de Florida reportó una dotación cercana al 100% de suministros de medicamentos eficaces en el tratamiento de los distintos cuadros clínicos surgidos como consecuencia del COVID-19, según la última encuesta elaborada por Premier INC, una corporación que presta servicios para compras grupales con alianza de 4,000 hospitales y 175,000 proveedores.

Los resultados del estudio sobre Florida fueron provistos a DIARIO LAS AMÉRICAS por Premier y muestran que en las últimas semanas de julio la red de clínicas del estado se dotó de fármacos para revertir complicaciones respiratorias graves de los enfermos.

“En general, las tasas de provisión de medicamentos en Florida parecen estar cerca del resto de la nación y se mantienen bastante saludables. Sacamos los medicamentos más comunes utilizados para el tratamiento con COVID-19, y las cosas parecen mantenerse bien”, explicó Amanda Forster, vicepresidenta de comunicaciones de esa corporación.

Sin embargo, donde los proveedores centran su atención en Florida es en el descenso del stock de anestésicos para traumas respiratorios. Si hasta este martes, 28 de julio, la cifra de muertes por coronavirus en el estado había llegado a 6. 117 desde el comienzo de la pandemia, la lección para las autoridades es que cualquier señal de alerta debe escucharse.

Según los estándares de control de Premier, cualquier fármaco que caiga por debajo de una tasa de llenado del 80% debe llamar la atención. Y es lo que está pasando en Florida con ciertos medicamentos.

“El propofol, el vercuronio, el roncuronio y el etomidato entran en esa categoría (donde debe haber atención). Los primeros tres son medicamentos de sedación que los pacientes con respiradores pueden necesitar. El último es un anestésico utilizado antes de la inducción del ventilador”, dijo Forster en un mensaje de correo electrónico enviado a DIARIO LAS AMÉRICAS.

Para los investigadores de Premier “es seguro decir que los medicamentos de ventilación deben estar en la lista de vigilancia y están en riesgo, pero en este momento, no parece haber una escasez generalizada en el estado”, advirtió la especialista.

Lo cierto es que los centros de salud del país están acumulando reservas de seguridad de medicamentos en preparación para otra oleada de pacientes con coronavirus, posiblemente al inicio de otoño, como advierte el CDC.

A diferencia de marzo y abril, cuando la pandemia sacudió con fuerza el país y los hospitales se vieron abrumados, ahora los proveedores y grandes laboratorios están respondiendo con mayor rapidez a la demanda de fármacos gracias a la flexibilización de algunas normas federales y la redistribución de la producción.

Medicamentos básicos para esta crisis como midazolam, para ayudar con la anestesia o sedación para quienes necesitan intubación, y la vasopresina, utilizada para facilitar la función renal en cuadros clínicos severos como los respiratorios, se encuentran al máximo de su dotación en la mayoría de los hospitales del país, incluyendo Florida.

A principios de abril, en plena expansión viral, el acceso a sedantes como el fentanilo, midazolam y propofol, fueron problemáticos para su reposición en los hospitales del país, pero en el caso de Florida se desconocía si su abastecimiento era robusto, de acuerdo con la Sociedad Americana de Farmacéuticos del Sistema de Salud (ASHP).

El jueves 23 de julio, el gobernador Ron DeSantis anunció que Florida ha asegurado que se envíen casi 11.000 frascos adicionales de tratamiento con Remdesivir a los hospitales. Con el nuevo lote, se han proporcionado más de 60.000 viales de este medicamento que ha ayudado a acortar el tiempo de recuperación en adultos hospitalizados con COVID-19, informó la gobernación.

Un contador sin freno

Los números de infectados están aumentando en Estados Unidos, inclusive en ciudades y estados que estuvieron entre los primeros en reabrir a pesar de la negativa de los expertos en salud. Pero a medida que algunos lugares vuelven a imponer limitaciones, otros siguen reabriendo sus economías.

Florida, donde DeSantis fue insistente en la reapertura, tuvo la semana pasada un promedio de 10,992 casos por día, un aumento de 19% del promedio de dos semanas anterior, según una base de datos del New York Times. Si la cifra de infectados mantiene esta tendencia, la situación en los hospitales puede complicarse aún más.

Hasta este domingo el Estado del Sol contaba con apenas 25% de camas de hospitales disponibles para atender enfermos. Eso representa 14.863 camas de un total de 45.000. De esa cifra 1,139 son para emergencias de adultos en la unidad de cuidados intensivos, según el censo de camas de hospital de la Agencia de Florida para la Administración de la Atención Médica que lleva en tiempo real este conteo.

Con 4.2 millones de contagiados en Estados Unidos la cifra de muertos cerró este último domingo de julio en 146.889, siguiendo con el récord de la más alta del mundo.

A lo largo y ancho de Florida los hospitales se han ido a saturando de pacientes enfermos por coronavirus, lo que aviva los temores de una potencial crisis de capacidad como la que sufrió Nueva York como epicentro de la pandemia, en abril y mayo.

La proyección más lúgubre sobre Florida es que alcance los 18.154 muertos hasta el 1 de noviembre, de acuerdo con los escenarios del Instituto de Métricas y Evaluación de Salud de la Universidad de Washington. Frente a estas predicciones, lo cierto es que camino entre sanos, enfermos y agónicos es demasiado estrecho para arriesgarse, por lo que usar máscaras faciales y el distanciamiento social seguirá siendo regla de vida.

Especial

@franchuterias

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