domingo 6  de  octubre 2024
REPORTE

FPL desmiente que haya contaminación en el agua potable en Miami-Dade

La compañía de electricidad niega que haya polución por la planta nuclear Turkey Point pero un informe del Condado Miami-Dade indica lo contrario

Bianca Cruz, portavoz de la planta nuclear de Turkey Point, propiedad de FPL (Florida Power & Light), negó de plano que haya contaminación en el suministro de agua del Condado o en Biscayne Bay, uno de los parques marinos más grandes de Estados Unidos.

“No hay nada por qué estar preocupados”, anotó. Y añadió: “La información sobre contaminación es incorrecta y los comentarios hechos por nuestros oponentes en realidad son bien irresponsables”.

Cruz se refiere a las reacciones que ha habido por el informe publicado hace dos semanas por el condado Miami-Dade en el que se muestran, con cifras concretas, los niveles de contaminación que hay en las aguas de la bahía en razón de que el sistema de enfriamiento de la planta nuclear, a través de canales, tiene filtraciones que están llegando hasta el manto acuífero y podría, además, estar afectando el suministro de agua potable del condado Miami-Dade.

El pasado mes de octubre DERM (el departamento encargado de las regulaciones ambientales) envió a FPL una notificación en la que informaba que la empresa estaba violando el capítulo 24 del código del Condado, relacionado con la prohibición de que una empresa o personas viertan desechos tóxicos en el manto acuífero del condado.

Las autoridades regulatorias de Miami-Dade le exigieron a FPL tomar medidas inmediatas para resolver los altos niveles de cloro en aguas que estaban más allá de los límites de la planta.

También se indicó que en el mes de septiembre de 2012, la administración del agua del sur de la Florida descubrió que había presencia de tritium (material radioactivo) en el agua que corría por los canales de enfriamiento y que la misma se había expandido más allá de los límites de Turkey Point.

FPL y el Gobierno condal llegaron a un acuerdo para remediar los altos niveles de cloro encontrados. FPL se comprometió a remediar la situación mediante varias medidas que tratarían de mitigar las fuentes de polución.

Cruz advirtió que los niveles de salinidad que hay en estos momentos en los canales de enfriamiento son los mismos que hay en la bahía. “Ese es el problema fundamental que estamos trabajando con el condado, el Gobierno estatal y federal desde hace un año”, indicó. Frente al material radioactivo encontrado en el agua del canal, dijo que el tritio “es un elemento que está presente en muchos lugares de la tierra, en el agua, especialmente. Con todo, los niveles que se han encontrado [de tritio] son muy bajos, mucho más bajos de lo establecido por la agencia de la protección ambiental”.

Demandar

Laura Reynolds, consultora de la organización ambientalista Southern Alliance for Clean Energy, explicó que la posible demanda contra el estado de la Florida se haría por la inoperancia de las autoridades ambientales.

Según Reynolds, “nuestra autoridad federal ha delegado su autoridad al departamento de protección ambiental del Estado de la Florida, que debe hacer respetar la ley del agua limpia. Y por lo tanto nosotros estamos diciendo que ellos no han hecho su trabajo. Hemos dado 60 días para que actúen o vamos a demandar porque sabemos que están violando la ley”.

Reynolds dejó claro que los grupos ambientalistas que han presionado a las autoridades ambientales no tienen una agenda política oculta o son grupos de presión anti energía nuclear. “Estamos tratando de ser lo más razonables posibles. Esta planta fue permitida hace muchos años. Ellos tienen todavía 20 años de operación en ese lugar. Ellos tienen que cambiar ese canal que no está funcionando. Utilizar de mejor manera el agua y no contaminar la bahía”, señaló.

Calificó, además, que el acuerdo logrado entre FPL y el Condado Miami-Dade es un “pañito de agua tibia”, porque no llega a las raíces del problema. “Ese canal de enfriamiento funciona como un enorme radiador y continuará generando sal que se evapora y acaba con el agua potable. Cerca de 60 millones de galones se contaminan cada día, y se generan a diario 600.000 toneladas de sal -puede llegar incluso hasta 3 millones- todo depende de las circunstancias”, advirtió.

La ambientalista resumió el problema en un punto: “Hasta cuando no se frene la descarga de sal, no se habrá resuelto el problema”.

¿Solución final?

La manera como se ha operado la planta nuclear, además, está atentando contra dos proyectos de restauración de los Everglades. “Estamos tratando de generar más agua potable en Biscayne Bay y la bahía de la Florida. Pero Turkey Point está utilizando toda esa agua y contaminándola con sal. Y los contribuyentes están pagando cientos de millones de dólares por esos proyectos. FPL necesita hacer algo y rápido”, enfatizó.

La vocera de la planta de Turkey Point planteó que el agua salada se va a descargar en los mismos sitios donde el condado deja sus aguas negras.

Reynolds, al respecto, señaló que eso será para plantas futuras. “Esa solución aún no está en la mesa. Lo que tienen que hacer ahora es reemplazar esos canales de enfriamiento por una nueva tecnología que haga un mejor uso del agua y no contaminen el ambiente”.

Cruz indicó que esos canales “han hecho su trabajo por más de cuarenta años y reconocemos que ahora hay que hacerles un mantenimiento para remediar esta situación y evitar que suceda algo similar con la salinidad en un futuro”.

El peligro está, según los ambientalistas, en que FPL no quiera invertir en una solución definitiva al problema, es decir, que limpie el proceso de enfriamiento de sus plantas y evite que la contaminación se extienda hacia el oeste, a los pozos de agua potable del condado.

Ahí está el gran reto.

Laura Reynolds: “Que FPL pague por el daño que ha hecho, cualquiera que sea”

-Cuándo se empezó a descubrir este problema de la planta nuclear de Turkey Point?

En 2005, cuando el Condado se dio cuenta de que había altos niveles de cloro en las aguas superficiales, al oeste de la planta. Desde entonces trabajó de manera intensa con las autoridades reguladoras y con nosotros; nos reunimos muchas veces para que FPL hiciera algo al respecto pero llegó el gobernador de la Florida Rick Scott en 2010 y todo ese trabajo se suspendió.

-¿Por qué hubo un corte tan abrupto de lo que venían haciendo para evitar un problema mayor?

Apenas el nuevo gobernador se posesionó, se cortó la financiación para esas agencias. FPL es muy poderosa y logró capturar a los reguladores. La administración del distrito de aguas fue capturada, al igual que todas las agencias que tenían el encargo federal de hacer cumplir la ley del agua limpia.

El Condado pareciera estar de su lado, o por lo menos está discutiendo el problema…

Por el trabajo del Condado ahora tenemos la información necesaria para armar un caso relacionado con la ley del agua limpia. Eso significa que los ciudadanos se están poniendo en los zapatos de los reguladores, hay más información, saben mejor lo que está pasando.

¿Por qué FPL no ve con buenos ojos el informe que dio a conocer el Condado, realizado por la Universidad de Miami?

La idea es que se necesitaba otra entidad, una universidad, una institución independiente, que no fuera del Gobierno ni se relacionara con FPL, para que estudiara el problema. Los investigadores deliberadamente no hablaron con FPL. Porque esa empresa ha desconocido lo que se ha dicho por décadas y desconocido también la contaminación. Le ha restado importancia a los informes y dice “si claro, nosotros vamos a arreglar ese problema”. Pero sus propios remedios han resultado peor. Lo que han hecho es deshacerse de su contaminación en el agua potable de la bahía. 

¿Por qué llegar a la opción de demandar al Estado de la Florida?

Entre más se mantenga esta situación de contaminación, más dinero gana FPL. Y hemos descubierto que la única manera para que salga la verdad a flote es a través de un litigio. Porque las agencias no están cooperando y la gente en la última demanda obtuvo notificaciones administrativas y se supo la verdad.

¿Si usted fuera autoridad reguladora, qué propondría frente a la situación de la planta nuclear?

Daría una autorización para que manejen el sistema más rápido y fuerte para no tener la situación que existe hoy. Y para investigar nuevas tecnologías de enfriamiento. En sus más de cuarenta años de existencia las utilidades extra que ha hecho FPL han sido a costa de nuestras fuentes de agua potable. Ahora ellos tienen que pagar por el daño que han hecho, cualquiera que sea.

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