MIAMI. - El nombramiento de George Fuente al frente de la Policía de Hialeah tuvo una gran acogida en la comunidad del sur de Florida. El gran salón del centro cultural Milander, donde Fuente juró su cargo, pareció pequeño, al abarrotarse como pocas veces de personalidades políticas del ámbito federal, estatal y local, jefes de policía de otras ciudades, empresarios del sur de Florida y residentes, deseosos de estar presentes un día, para ellos, muy significativo.
“Me impresionó ver entre la multitud a las camareras del local donde suelo tomar el cafecito”, reconoció Fuente a DIARIO LAS AMÉRICAS, en una conversación en la que buscamos reflejar el perfil de este hombre de padres cubanos, nacido y criado en Hialeah, que de niño jugaba en Babcock Park y practicaba béisbol hasta que descubrió la pasión de su vida: ser policía.
Siendo muy pequeño se vestía con unos uniformes que su abuela le confeccionaba. Pero fue su padre el primero en tomarse en serio la vocación de su hijo. “A los 14 años, mi padre se enteró de que existía un programa de cadetes donde enseñaban sobre el trabajo policial y me llevó al Ayuntamiento. Me gustó tanto que dejé de jugar pelota para dedicarme por entero al programa”.
Con 18 años cursó la academia y a los 19 solicitó la entrada al departamento que encabezaría 25 años después, tras pasar por diferentes cargos. Fuente patrulló las calles de Hialeah, investigó casos de violencia doméstica y delitos juveniles como detective, se hizo sargento y, una vez dentro de la división de investigaciones, ascendió hasta llegar al grado de mayor.
Para el alcalde Esteban Bovo, el departamento de Policía de Hialeah es fundamental. Por ello, no escatimó en precauciones para asegurarse de colocar al mando a la persona idónea. Contrató a una agencia consultora que analizó a los 33 candidatos, creó un comité de expertos para elegir a tres finalistas y, como colofón del proceso de selección, Bovo personalmente nombró a Fuente como el encargado de poner en práctica su concepto de policía comunitaria.
Caso Cerrado
Pero Fuente no era del todo desconocido para la comunidad latina. Durante años, su rostro entró a las casas de miles de residentes del sur de Florida a través del famoso programa “Caso Cerrado” de la doctora Ana María Polo. Al respecto consideró que “el estar frente a las cámaras me ha ayudado a educar a muchas personas, no solamente de Hialeah, sino de muchos lugares del país y de Latinoamérica, sobre cómo funcionan nuestras leyes. Algo muy positivo en mi trabajo, ya que los residentes me perciben como alguien cercano”. Además, el ahora jefe de policía de Hialeah es esposo de la exconcejala Katherine Cue-Fuente, con quien tiene dos hijos.
Policía comunitaria
Según Fuente, él comparte la misma visión con el alcalde y cree necesario involucrar a los oficiales con la comunidad. “Es un objetivo que se logra con el trabajo diario. Los agentes deben participar en los eventos de la comunidad, ir a los parques donde juegan los niños y jóvenes y tomarse un cafecito en las ventanillas de los locales”.
Fuente le da gran importancia a compartir con los ciudadanos “para que sientan que pueden hablar con la policía”. “Con un cafecito nunca se sabe la información que alguien nos pueda proporcionar”.
El departamento, bajo la jefatura de Fuente, ha comenzado a trabajar en el cambio de imagen, dejando atrás la idea del policía hermético. “En las redes sociales, ya se pueden ver oficiales jugando football y basketball con los residentes. Los quiero ver en las calles, no quiero ver carros [de policía]escondidos, tienen que estar visibles para que todo el mundo sepa que ahí hay un oficial”.
“Ahora mismo, estamos en el mes del autismo. Durante estos días nuestra placa identificativa de oficial será azul. Buscamos llamar la atención sobre este tema y que los residentes nos pregunten”.
Una nueva página
El jefe de policía quiso marcar distancia evitando abordar algunos temas del pasado. “Esto es un libro nuevo. No voy a hablar del pasado, ni de las decisiones que se tomaron en su momento. No tengo nada que ver con ellas. La responsabilidad de hoy es mía y quien tiene que rendir cuentas de lo que pase de ahora en adelante soy yo. La transparencia comienza conmigo y es lo que le pido a todos los oficiales nuestros”.
Negocios
Una de las tareas que se ha impuesto Fuente es visitar los pequeños negocios de la ciudad, reconoce que son el motor impulsor de la comunidad. “Conversamos, les pregunto sobre sus problemas. Me interesa saber si desean algo de la policía y trabajar junto con ellos porque, al final, quien se beneficia es el residente”.
Ciudad segura
Según las cifras del Florida Department of Law Enforcement (FDLE), en Hialeah, una ciudad con más de 230.000 residentes, se producen 1.700 delitos al año por cada 100.000 habitantes. Esta cifra hace que sea una de las ciudades más seguras del condado. Más que Miami y Coral Gables, donde se producen 3.100 y 2.300 delitos anuales respectivamente en igual proporción de habitantes. Sin embargo, Fuente se propone disminuir la criminalidad. “Ahora, en el sur de Florida, se está robando una enorme cantidad de catalizadores de autos”. Estos dispositivos, ubicados en los tubos de escape de los vehículos, contienen platino, paladio o rodio, considerados metales preciosos. “Estamos coordinando con los distintos departamentos policiales para atrapar a las personas que están detrás de estos robos”.
Departamento
Uno de los propósitos del alcalde y el nuevo jefe de policía es aumentar el número de agentes en la ciudad. Sin contar el personal civil, en el departamento trabajan 320 uniformados. “Aparte, tenemos 40 agentes preparándose en la academia [de policía]”.
Fuente no se atreve a dar cifras del personal que necesita, porque dice estar “estudiando aún cuál sería la plantilla idónea, basándonos en la cantidad de residentes y lo que permita el presupuesto”.
Otro de los retos del nuevo jefe es cambiar la percepción que tienen algunos agentes sobre el departamento, según la cual, Hialeah es solo un lugar para entrenar y adquirir experiencia. Luego se van a desarrollar sus carreras a otras ciudades. Limitado por los recursos existentes, Fuente dijo que puede ofrecerles a los nuevos oficiales “un lugar en el que se sientan apreciados, tanto por la jefatura como por la comunidad”. Reconoció no tener la potestad para hablar sobre beneficios y salario con los oficiales. “Es el alcalde quien tiene el derecho de negociar con ellos y los sindicatos sobre dichos temas. Sé que en estos momentos se está negociando algo”, apuntó.
En su empeño de hacer la policía más eficiente, no descarta el uso de las nuevas tecnologías. Confesó estar visitando homólogos de otras municipalidades para aprender de sus experiencias al respecto. “Si un oficial frente a una pantalla puede hacer el trabajo de cinco, soy el primero que voy a apoyar la idea”.
Antes de ser nombrado, durante los últimos cuatro meses, Fuente ejerció como jefe interino. Un período que aprovechó para desarrollar lo que considera una de sus prioridades, el bienestar de los oficiales. “No solamente el bienestar físico, sino el psicológico. Comenzamos con un programa donde los agentes pueden descargar emociones con policías retirados sobre cuestiones personales o sobre aquellas situaciones laborales que les pueden afectar. Al final del día nuestros oficiales son esposos o esposas, hijos o hijas, hermanos o hermanas”.
Nueva Era
Al preguntarle por qué en su discurso del juramento al cargo afirmó que empezaba una nueva era, Fuente expresó: “Es una nueva era para todos. En primer lugar, para la ciudad, porque el nuevo alcalde ha dicho que va a apoyar a la policía 100%. Tendremos a los oficiales más contentos, algo que la comunidad va a agradecer. Y para mí, porque he materializado un sueño tras 25 años de servicio en el departamento de la ciudad que tanto amo”, concluyó.
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