MIAMI.-SERGIO OTÁLORA
[email protected]
@sergiootalora
La de este miércoles será una reunión de comisión muy tensa con intereses encontrados. Mientras los defensores de Uber creen que en estos últimos meses hubo cambios sustanciales a su favor, los taxistas de los carros amarillos creen todo lo contrario
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Este miércoles se debate en el senado estatal, en Tallahassee, el proyecto de seguro obligatorio para todos aquellos que trabajen en las llamadas "redes de transporte" con una plataforma digital, es decir, servicios como Uber y Lyft.
Dicho punto es de gran importancia porque ha generado enorme división entre los taxistas tradicionales y los que están vinculados a esta nueva ola mundial de contratar servicios de transporte, prepagados, a través de una plataforma digital. Y podría darle poder de negociación a los comisionados que están a favor de la propuesta de Esteban Bovo, vicepresidente de la comisión del Condado Miami-Dade, de legalizar a Uber y similares bajo ciertas condiciones.
En el mes de abril del año pasado no pasó en la Comisión una propuesta presentada por Bovo para legalizar ese servicio, gracias a las fuertes presiones del sector de los taxistas tradicionales. Pero este miércoles al parecer las circunstancias podrían ser muy distintas a las de hace un año. Por una parte, la posibilidad de que el estado de la Florida obligue a los choferes que se vinculen a Uber o Lyft a tener un seguro que cubra muerte o daños por un millón de dólares. Esa póliza puede ser comprada por la empresa, por el chofer o por ambos.
Por otro lado, es un hecho que, a pesar de su ilegalidad, cada vez más personas usan el servicio de Uber y hay más residentes del condado que obtienen ingresos extra trabajando para esa compañía u otras de su estilo. Por lo tanto se han convertido en importantes fuentes de empleo y en un servicio muy práctico, seguro y barato, de transporte. Pero los taxistas tradicionales han indicado, una y otra vez, que las bajas tarifas que ofrece Uber se deben, precisamente, a que es un servicio que no cumple con ninguna regulación y, por lo tanto, no asume los costos que deben pagar los taxis amarillos por respetar las obligaciones y las normas establecidas por el Condado.
En tercer lugar el alcalde Carlos Giménez está dispuesto a poner todo su poder al servicio de la legalización de Uber, pero bajo condiciones que el edil ha definido como “regulaciones para el siglo XXI”. Desde esa perspectiva, apoya sin rodeos la propuesta que presentará este miércoles Bovo para legalizar el servicio de “redes de transporte contratado a través de una plataforma digital” –como define Tallahassee a Uber y empresas afines– y podría incluso llegar utilizar su poder de veto si la Comisión decide, en segunda lectura, aprobar la propuesta de Monestime.
Los taxistas
“La propuesta de Bovo no regula nada. Es como si todo lo que necesita Uber se lo diera esa ordenanza”, afirmó Diego Feliciano, presidente del sindicato de taxistas del sur de la Florida (South Florida Taxicab Association Inc).
La idea fundamental sigue siendo que Uber cumpla los mismos requisitos de los taxistas. La queja principal es que, de entrada, el Condado hubiera tolerado un servicio que funciona sin licencia. La administración ha alegado que ha puesto multas y retirado vehículos. Son más de tres millones de dólares que los funcionarios del Condado le han impuesto a Uber por funcionar de manera ilegal. Sin embargo, hay la propuesta –que el alcalde Giménez vería con buenos ojos– de reducir esa suma por concepto de multas a 1.800.000, es decir, la mitad.
Esa posibilidad tampoco tiene presentación para Feliciano. Desde su punto de vista, cualquier ciudadano o negocio que sea multado no puede argumentar o proponer que sólo va a pagar la mitad del costo de una penalidad. Hay que aclara, sin embargo, que Uber demandó al Condado por considerar que imponer esas multas, sin que haya normas especìficas para ese servicio, es un contrasentido.
De todas maneras el sindicato de taxistas tiene dos demandas en una corte federal. La una por devaluar las licencias de los taxis –al permitir la presencia ilegal de Uber– y por lo tanto la imposibilidad de poder pagar las deudas que adquirieron con los bancos para poder comprar los medallones. La otra es contra el alcalde Giménez por no hacer respetar la ley y permitir la circulación de un servicio sin licencia.
La de este miércoles será una reunión de comisión muy tensa en la que habrá una multiplicidad de intereses encontrados. Mientras los defensores de Uber creen que en estos últimos meses ha habido cambios sustanciales a su favor, los taxistas de los carros amarillos creen todo lo contrario: las cosas siguen igual y, para ellos, es un servicio que no se hace responsable por lo que le pueda pasar al pasajero mientras utiliza los vehículos que se afilian a Uber.
En este sentido, Feliciano aplaude la posibilidad de que el Estado de la Florida pueda aprobar un seguro obligatorio para quienes ponen al servicio de Uber o empresas similares sus vehículos.
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