sábado 19  de  julio 2025
MIAMI-DADE

Jean Monestime busca fortalecer la clase media

MIAMI.- Monestime está convencido de que en el ámbito local se puede hacer mucho para luchar contra la pobreza y ofrecerles una vida digna a los residentes del Condado

“Quiero hacer todo lo que esté a mi alcance para cerrar la brecha de desigualdad económica que existe en el Condado”, con esta máxima define su plataforma de trabajo el nuevo presidente de la Comisión de Miami-Dade, Jean Monestime quien tomó posesión del cargo el pasado 16 de enero.

“La distancia que hay entre la gente rica y pobre, desde el punto de vista financiero y económico, es muy amplia. Necesitamos fortalecer a la clase media”, dijo Monestime de 51 años y origen haitiano que llegó  a EEUU a los 17 años, en carácter de refugiado.

Su idea de cerrar la brecha de las diferencias económicas no viene sólo de las estadísticas. Nace en la conciencia de un hombre que ha tenido que experimentar,  la dura realidad de llegar a un medio desconocido y, muchas veces, hostil.

Viajó solo, era un jovencito en lo más duro de la adolescencia que logró en medio de dificultades extremas,  torcerle el cuello a su propio destino. Tenía que estudiar, sobrevivir, y tratar de que sus hermanos regresaran a su país. Pero, al mismo tiempo, considera que fue una bendición rehacer su vida en otro país porque “lo que he logrado aquí, no lo habría logrado en ningún otro lugar del mundo”.

Visto en perspectiva, nada de lo  bueno que ha experimentado como ciudadano haitianoamericano lo habría tenido en su país natal. Lo dice sin dudar: “Desde todo punto de vista, ser el presidente de la Comisión del condado Miami-Dade es uno de mis grandes logros”.

Servicio público

Monestime tiene una formación en el área de los negocios. Estudió Administración de Empresas en la Universidad Internacional de la Florida (FIU) y tiene un  MBA (máster en negocios) de la Universidad Nova.

A pesar de sus credenciales académicas decidió seguir los vientos de la política. “Para retribuirle a la comunidad”.  Y esa respuesta tiene todo sentido cuando él mismo mira hacia atrás, y recuerda días azarosos: “Yo no tuve la oportunidad de llegar como una persona de la clase media, pero me beneficié del sistema y me convertí en un individuo de clase media”.

De todas maneras cree que negocios y política no son incompatibles. “Mucha gente de negocios  que aprecia la democracia estadounidense y los valores americanos, quiere aportar a este país y contribuir con su liderazgo a la comunidad. A veces lo hace desde la iglesia, o la sinagoga, o el salón de clases, o en la calles como activista en manifestaciones pacíficas”, explica.

Pero cada una de esas instancias no las nombra Monestime por gusto. Él ha estado en cada una. Porque según dice, para él el servicio público no se limita a ser un funcionario elegido por la voluntad popular. “Es el llamado más alto que alguien pueda tener en la vida”, y resume “Debe ser una extensión de las pequeñas y grandes cosas que se han hecho en el pasado”.

Las discusiones

Hace unos días el comisionado Bruno Barreiro presentó ante la Comisión una moción que pedía al Gobierno federal derogar la hoy polémica ley de ajuste cubano.

El debate, por decir lo menos, parecía estrambótico, cuando nada puede hacer una entidad política local para influir sobre las tendencias que se cocinan a fuego lento en Washington. “Todas las discusiones y los temas son importantes y aprendí mucho del debate sobre esa ley”, dijo Monestime: “La política en Estados Unidos es de abajo hacia arriba, es local, como decía Tip O´Neill” [congresista demócrata, presidente de la Cámara durante la era Reagan].

Y cita como ejemplo su propia experiencia de inmigrante haitiano: “Durante los últimos cuatro años mis amigos haitianoamericanos y yo habíamos  tratado el tema de la reunificación familiar.  Enviamos resolución tras resolución al Gobierno federal, porque nada se había hecho en los últimos cuatro años, hasta cuando hace pocos meses, el presidente Obama firmó la acción ejecutiva para aprobar la reunificación familiar. El debate empezó aquí”, señaló.

También está convencido de que en el nivel local se puede hacer mucho para luchar contra la pobreza y ofrecerles una vida digna a los residentes del Condado. Cree, además, que es posible: “Tenemos que utilizar toda clase de herramientas,  recursos y políticas que estén a disposición para cerrar la brecha entre ricos y pobres”.

Significa fortalecer a la clase media, atraer empresas que paguen salarios más altos en sectores como la tecnología, la salud y en comercio internacional.  “Necesitamos reentrenar a la gente, para que puedan tener más capacidades y destrezas para trabajar en mejores empleos”, propuso.

El también comisionado por el distrito 2 dijo no tener mayores ambiciones políticas, pero dejó una puerta abierta, con una frase que lo presenta como un hombre creyente. “Siempre estoy listo para el plan que Dios tenga para mí”, explicó sin perder de vista su propia historia: “Soy lo que soy en el momento actual porque este país me ha tratado muy bien. Por lo tanto, necesito encontrar la  manera  de ver si puedo ser útil para otras personas, quienes pueden ser como yo,  a los 17 años, pero también pueden  ser como lo que soy hoy en día”.

 

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