MIAMI.-ALBERTO MONTALTI
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@montalti92
A pesar de los factores favorables del movimiento LGBT, sus batallas continúan. Mientras se invierte tiempo, esfuerzo y dinero en luchas legales por una causa, se tienen que mantener a la defensiva ante nuevos proyectos de ley que atentan contra los derechos civiles.
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Si algo queda claro tras la reciente decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos, de permitir el matrimonio entre parejas del mismo sexo en todo el país, es que, a pesar de la polémica que pueda acarrear la discusión sobre los derechos de la comunidad LGBT (las siglas que designan colectivamente a lesbianas, gays, bisexuales y transgéneros), este movimiento civil no tiene intención de detenerse.
En la Florida, que fue el último de los 37 estados del país que adoptó la medida antes de que el Supremo la decretara, existen numerosos grupos que abogan por los derechos civiles de estas minorías. En entrevista con DIARIO LAS AMÉRICAS, Stratton Pollizter, subdirector de la organización no gubernamental Equality Florida, explicó por qué aún quedan duras batallas por pelear para lograr sus metas.
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“La dura realidad es que todavía queda mucho por hacer. Una vez que terminemos las celebraciones por la gran victoria nacional, debemos volver a trabajar”, comentó.
Según Pollitzer, existen tres problemas primordiales en la Florida: “En 57 de los 67 condados del Estado no es ilegal despedir a personas LGBT o negarles servicio en negocios privados por su orientación sexual o autodenominación de género. Además, dos tercios de los distritos escolares del estado no tienen ningún tipo de protección para la juventud LGBT contra la discriminación y el bullying, mientras las personas ´transgénero´ aún enfrentan niveles de discriminación inauditos porque tienen que tolerar persecución y violencia”.
Ley estatal
Aunque no será fácil para los activistas a favor de los derechos LGBT revertir ni si quiera una de estas tres situaciones, Pollitzer aseguró que lo que más se necesita es una disposición estatal que imponga un estándar antidiscriminatorio.
“Tenemos algunas leyes que ofrecen protecciones, pero no hay una unidad legislativa que abarque todo el estado. Sin embargo, lo que estamos viendo en la Florida son las decisiones más bipartidistas en la historia de esta lucha dentro del país”, indicó el activista.
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Por otra parte, Pollitzer destacó que “el sector empresarial privado está ayudando mucho y está peleando arduamente por conseguir leyes laborales antidiscriminatorias” y citó como ejemplo el trabajo que lleva a cabo la organización Empresas de Florida por una Fuerza de Trabajo Competitiva, integrada por grandes instituciones privadas como Winn Dixie, Walt Disney World y Miami Heat; que aboga por leyes antidiscriminatorias laborales.
Oposición
Pero a pesar de los factores favorables del movimiento LGBT, sus batallas continúan. Según explicó Pollitzer, mientras se invierte tiempo, esfuerzo y dinero en luchas legales por una causa, se tienen que mantener a la defensiva ante los nuevos proyectos de ley en el estado que atentan contra los derechos civiles.
El activista, quien considera como éxito fundamental el hecho de que la Florida haya logrado el derecho al matrimonio igualitario antes que la Corte Suprema lo habilitara, porque eso “confirma que el sur [de Estados Unidos] está listo para el cambio”, comentó sobre la existencia de grupos que discrepan con las opiniones de su organización y se oponen a más ajustes liberales.
“Lastimosamente todavía existe un gran grupo de ultraderecha que se mantiene en lucha constante contra la igualdad de derechos. Pero cada día las cifras de las encuestas revelan como la opinión del público se vuelca hacia nuestro lado. Inclusive muchos jóvenes republicanos están abogando por los derechos LGBT”, declaró el subdirector Equality Florida.
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