jueves 21  de  marzo 2024
Pacientes

Médico de Miami crea protocolo de atención para ancianos de cara al COVID-19

El internista Alfredo Melgar explicó que el modelo busca evitar las hospitalizaciones de residentes de asilos y centros de vida asistida en Miami-Dade
Por DANIEL CASTROPÉ
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MIAMI.- Un protocolo de atención para residentes de asilos y centros de vida asistida (ALF) en Miami-Dade, que también tiene como propósito evitar la hospitalización de estas personas de la tercera edad por complicaciones asociadas al coronavirus, fue diseñado por el médico internista Alfredo Melgar y puesto en marcha, según dijo el galeno, en 15 de esas instituciones en el Gran Miami.

El modelo consta de tres grupos en los que destacan aspectos como síntomas, aislamiento, uso de antibióticos, antivirales y anticoagulantes cuando son necesarios, medidas de higiene y control, y otros procedimientos y administración de medicamentos en casos específicos para tratar de restablecer la salud del paciente, sin tener que trasladarlo a un centro asistencial.

El doctor Melgar explicó a DIARIO LAS AMÉRICAS que el protocolo ha sido discutido con personal directivo de las instituciones en donde ya se está aplicando, “con un gran éxito por los resultados que hemos visto”, dijo, y añadió que se propone presentar esa iniciativa al Departamento de Salud de Florida para lograr un “aval” que permita “extenderlo a otras partes de Estados Unidos e incluso a otros países”.

Las facilidades para ancianos en Florida, principalmente en la zona sur del estado que incluye a los condados de Miami-Dade, Broward y Palm Beach, han sido impactados por el avance del COVID-19. En uno de estos hogares, situado en Miami Spring, la autoridad de Salud floridana reportó 104 contagios del virus a principios de mayo.

“Este protocolo lo que busca es evitar la hospitalización de nuestros pacientes de mayor edad porque al principio de la pandemia tuvimos una tasa de mortalidad muy alta, a diferencia de hoy que esos números han bajado y vemos personas más jóvenes en los hospitales, que tienen menos riegos de sufrir complicaciones”, aseguró el especialista que atiende un promedio de 250 a 300 pacientes en 24 instituciones para personas de la tercera edad en Miami-Dade.

El primer grupo

En el grupo número 1 del protocolo que se basa “en estudios publicados en revistas especializadas como New England Journal of Medicine, diversas investigaciones y lineamientos de los CDC (Centros para el Control de Enfermedades de EEUU)”, se encuentran los pacientes que comienzan con síntomas asociados a la enfermedad y esperan el resultado de la prueba.

“A ese paciente hay que sacarlo del cuarto que comparte con otros residentes y ponerlo en una habitación aislada”, dilucidó.

A esta persona, acorde con el modelo, se le aplican algunos medicamentos para aliviar la fiebre y los vómitos, si los tiene, además de hidratación intravenosa. No se recomienda pasarlo a una unidad de COVID-19, si la institución tiene alguna, debido a que “si está negativo se puede contagiar”.

El paso siguiente se relaciona con el resultado del test tras el que surgen dos opciones: “Si está positivo el paciente, pasa a la Unidad de COVID-19, si es negativo se traslada a un cuarto regular porque puede tener una neumonía o una infección respiratoria”, según el médico de origen cubano.

El grupo dos

En el esquema creado por el doctor Melgar, en el segundo grupo están los pacientes cuyas pruebas dieron resultados positivos, pero no tienen síntomas.

En este caso, la persona contagiada debe ir a aislamiento y se le administra “un combo de medicamentos y vitaminas”, entre los que mencionó zinc y vitaminas C y D, con el propósito de “mejorar su sistema inmunológico y ayudar al paciente a enfrentar el coronavirus”.

Tercer grupo

En este segmento se encuentran los pacientes con “síntomas fuertes”, como fiebre, tos y falta de aire.

De acuerdo con el especialista, “a estos pacientes hay que seguirlos más de cerca, con toma de signos vitales cada cuatro horas, laboratorio, una placa del pecho si hace falta, también un electrocardiograma, porque se pueden desestabilizar muy fácil de un momento a otro”.

En este grupo, además del “combo de medicinas” del anterior, la recomendación es utilizar azitromicina, “un buen antibiótico que se toma dos el primer día y luego uno hasta terminar el ciclo”.

Frente a la eventualidad de que el paciente desarrolle una neumonía, el modelo sugiere el uso de un antibiótico que se llama rocephin, “que ayuda a atacar las bacterias que se superimponen al coronavirus”.

Para todos los pacientes de este grupo “aplica el aislamiento y el oxígeno si es necesario”. También el suministro de medicamentos anticoagulantes, según el protocolo.

“Los médicos italianos hicieron un estudio que demostró que pacientes que murieron por esa enfermedad sufrieron una coagulación intravascular diseminada, es decir, coágulos en las arterias y las venas que obstruyen el paso de oxígeno y de sangre a los órganos vitales. Para esto hay varios anticoagulantes, incluso la aspirina”, declaró.

Otras prácticas necesarias

Un factor que considera de “estricto cumplimiento” el doctor Melgar es la realización de dos pruebas de coronavirus “con resultado negativo”, antes de que un anciano obtenga el alta de un hospital y se disponga su traslado de regreso al asilo.

El internista comentó que “esta fue una situación que influyó para que el virus entrara a estos lugares, ya que se le daba el alta al paciente sin el test de coronavirus y podía estar positivo, sin síntomas, y cuando llegada al asilo podía transmitirlo a otros pacientes”.

En materia de regulaciones para el personal médico y de enfermos, el esquema estipula realizar pruebas al personal de esos centros “al menos cada dos semanas”. Asimismo, introduce medidas generales de higiene y protección para quienes laboran en estos lugares.

“Buenos resultados”

DIARIO LAS AMÉRICAS consultó a Donna Martínez, una enfermera de Brookwood Gardens, un asilo que funciona en la localidad de Homestead y una de las facilidades en donde se ha puesto en marcha el protocolo del doctor Melgar, quien aseguró que “los resultados han sido muy buenos”.

Martínez, que dijo trabajar en ese centro desde hace tres años, señaló que gracias al modelo se ha logrado “mantener estables” a los pacientes de COVID-19 que se encuentran en la unidad habilitada en ese lugar para el aislamiento y cuidado de esas personas.

“La mortalidad ha bajado. Ha sido algo que nos causa ya menos preocupación”, aseveró la enfermera, quien dijo además que en esa institución había hasta el miércoles 8 de julio 33 pacientes de coronavirus

Finalmente, dijo que “este es un protocolo muy sencillo, pero da buenos resultados para pacientes sintomáticos y asintomáticos”.

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@danielcastrope

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