MIAMI.- Como una de las experiencias más impactantes en su vida calificó el médico venezolano Rafael Gottenger, la participación que tuvo junto a otros once galenos de su misma nacionalidad en el Buque Hospital Comfort de los Estados Unidos, en el marco de las tareas de apoyo internacional a la crisis de migrantes de Venezuela, en tierras colombianas.
Durante una rueda de prensa realizada este lunes en Miami, Gottenger, que es el vicepresidente de la organización Comunidad Médica Venezolana en los Estados Unidos (VAMA), aseguró que en el rostro de los venezolanos que recibieron atención medica “se veía una gran tristeza (…) como si no supieran qué les traería el destino”.
Son en total 12 médicos adscritos a VAMA, más dos voluntarios, quienes se vincularon a las labores humanitarias en el buque estadounidense, el más grande del mundo entre otros de su mismo tipo, con una población flotante de aproximadamente 950 tripulantes, incluyendo su propio personal médico.
Para Gottenger, “la gente está enferma, muy cansada”. Sin embargo, el hecho que más resaltó el cirujano plástico es el estado anímico de muchos de los venezolanos que han cruzado la frontera en busca de una mejor vida en Colombia. “A pesar de la emoción al vernos, parecían muy tristes. Vimos varias madres con desnutrición severa llorando por sus hijos”.
Los médicos vinculados a VAMA, procedentes de ciudades como Orlando, Nueva York y Minneapolis, entre otras, realizaron alrededor de 300 intervenciones quirúrgicas principalmente por problemas de cataratas, hernias inguinales y umbilicales, varicoceles, testículos no descendidos, labio y paladar hendido, tumores blandos y ortopedia.
La reciente misión estadounidense, provista de dos helicópteros para el transporte de pacientes y médicos, atracó en puertos de Ecuador, Perú, Honduras y Colombia. En este país, atendió pacientes en las ciudades de Turbo, en el departamento de Antioquia, y Riohacha, en el departamento de La Guajira, en donde se concentra una amplia comunidad venezolana.
“Nos queda la satisfacción, como médicos venezolanos, que pudimos tocar las vida de más de 10.000 pacientes venezolanos, y también algunos de Colombia”, subrayó Guttenger.
Entre los médicos de la misión venezolana que permaneció 10 días en tierra y mar de jurisdicción colombiana se encontraban cirujanos de diversas especialidades, ginecólogos y una dermatóloga, que atendieron una convocatoria realizada por VAMA. “Recibíamos hasta 2.000 aplicaciones de médicos por día”, dijo Guttenger.
El buque hospital cuenta con cuatro unidades de radiografías, una unidad de exploración por TAC, una unidad dental, un laboratorio de optometría y lentes, un centro de fisioterapia, una farmacia, una sección de angiografía invasiva y dos plantas que producen oxígeno. Además, está equipado con cinco mil unidades de sangre.
“Es algo inexplicable”
Por su parte, Ernesto Ackerman, de la organización Venezolanos-Estadounidenses Independientes (IVAC) y voluntario en la misión, sostuvo que “es difícil describir lo que están viviendo nuestros hermanos venezolanos en La Guajira; no hay palabras para explicar lo que está pasando toda esta gente”.
“Un caso que me partió el alma es el de una niña que fue operada de las dos piernas, y saber que tenía que dormir a la intemperie, que no tenía casa, que no tenía nada me hizo llorar”, señaló.
Dijo también que un elevado número de venezolanos en el departamento de Riohacha “hacen solo dos comidas al día con lo que les regalan algunas organizaciones y muchos después del almuerzo del día no ven más nada hasta el desayuno del día siguiente”.
Anticipó que es probable que haya “nuevas misiones” para la zona fronteriza entre Colombia y Venezuela, en el mismo buque hospital de los Estados Unidos, pero, advirtió, “todo depende del Comando Sur de EEUU”.