MIAMI.- Hace dos años, el fin de semana del Día del Trabajo, más de 27.000 peces fueron hallados muertos en la zona norte de la Bahía de Biscayne, al noreste de Miami, y de acuerdo con información suministrada por la organización Miami Waterkeeper cientos de peces más flotaban sin vida en el agua en el mismo lugar unos meses después.
En ambas situaciones el mar en la zona registró una combinación de altas temperaturas y escasos vientos, lo que, según expertos, contribuye a bajar el nivel de oxígeno en el agua, lo que resulta letal para la vida marina.
Todo parece indicar que la abundancia de residuos contaminantes que provienen de la barriada Little River, en Miami, con desechos de fosas sépticas y otros ingredientes, causan que las algas crezcan más de lo usual, por loque terminan bloqueando la luz solar que hacen que la hierba marina produzca oxígeno y a su vez succionan el oxígeno que los peces necesitan para respirar.
“Hay demasiada contaminación de nutrientes en la bahía y tenemos un grave problema en nuestra red de canales”, declaró Rachel Silverstein, directora ejecutiva de Miami Waterkeeper.
“Estamos arrojando desechos de los inodoros en el manto freático”, aseguró Silverstein.
Los mantos freáticos son las capas de agua libre que se acumulan en el subsuelo, a una determinada profundidad, que una vez contaminada atenta contra la calidad del agua.
De acuerdo con el Departamento de Agua y Alcantarillado de Miami-Dade existen alrededor de 300 casas en Little River que usan fosas sépticas. El aumento del nivel del mar está provocando la degradación de esos sistemas sépticos, lo que puede generar problemas ambientales y de salud pública.
El alcantarillado que atiende a esos 300 y tantos hogares comenzarán a ser reparados a partir de marzo de 2023, sin cargo para los propietarios, gracias a una subvención de 90 millones proporcionada por el Departamento de Protección Ambiental de Florida.
“Los problemas con estos tanques sépticos son peores en áreas bajas y propensas a inundaciones como aquí en Little River”, comentó en enero de este año la alcaldesa de Miami-Dade, Daniella Levine-Cava.
Según Miami Waterkeeper, el pasto marino ha disminuido significativamente en la Bahía de Biscayne durante los últimos 20 años. El área más notable que experimenta este declive está cerca del Julia Tuttle Causeway, donde se percibe una disminución de casi 90%.
La Bahía de Biscayne sirve como destino turístico e inmobiliario de renombre. Es un estuario subtropical, poco profundo, que cuenta con 430 millas cuadradas y es ampliamente utilizada por residentes y turistas con fines comerciales y recreativos.
La Bahía de Biscayne es considerada el corazón azul del condado Miami Dade porque alberga dos reservas acuáticas estatales, un área de vida silvestre designada por el estado, un parque nacional y un santuario marino nacional.
Miami-Dade está desarrollando una nueva estrategia, el Plan de Garantía Razonable (RAP, por sus siglas en inglés) para limpiar y restaurar la bahía. El Gobierno condal contrató a un consultor y fijó la fecha límite de septiembre para entregar un plan al estado.
En el caso de que Miami-Dade cumpla con ese objetivo, podría obtener subvenciones estatales este año para transferir el flujo de tanques sépticos a la red de alcantarillado, que a su vez debe ser mejorado acorde a las recomendaciones del gobierno federal.
"Es importante tener en cuenta que el desarrollo de un RAP para la Bahía de Biscayne se está realizando en un enfoque por etapas, comenzando en la parte norte de la cuenca. Las mismas áreas que muestran los niveles más altos de contaminación por nutrientes y donde experimentamos la pérdida de pastos marino, la proliferación de algas y la muerte de peces. Este es solo la primera fase de RAP que se está desarrollando durante los próximos cuatro años", declaró Ana Fiotte, portavoz de la oficina de Resiliencia del Condado Miami-Dade.
"Desde 2020, Miami-Dade ha recibido más de 32,9 millones de dólares en subvenciones del estado para realizar proyectos que reduzcan la contaminación por nutrientes y mejorar así la calidad del agua de la Bahía de Biscayne", señaló Fiotte.
Apoyo comunitario
American Friends Service Committee, Florida Immigrant Coalition, Sachamama y Women Working Together USA celebraron hace unos días tareas de limpieza que tuvieron como objetivo despojar residuos contaminantes
“La salud de la bahía está directamente asociada con la salud de los miembros de la comunidad y la vida natural. Es urgente que se hagan estas limpiezas para detener la devastación causada por años de abandono”, declaró Guadalupe De La Cruz, directora en Florida de American Friends Service Committee.
La participación de organizaciones comunitarias y el público en general es clave para solucionar el problema.
“El cambio climático no es una amenaza a futuro, ya está sucediendo aquí y ahora, y la comunidad puede formar parte de la solución para lograr ríos saludables libres de contaminación”, destacó Yaqueline López, directora Ejecutiva de Women Working Together USA.
Por otra parte, Laura Muñoz, directora de Programas de Sachamama, cree que el RAP brindará una gran oportunidad para que el gobierno local invierta en infraestructura.
“Desde los círculos de acción comunitarios interactivos hasta los cánticos de la Bahía de Biscayne, está claro que las comunidades a lo largo de Little River y de toda la Bahía de Biscayne están listas para participar activamente en el proceso de limpieza de sus vías fluviales y proteger el futuro de los ecosistemas de los que todos dependemos. El Plan de Garantía Razonable es un gran esfuerzo para abordar las causas fundamentales de la contaminación y traer los recursos necesarios para implementar proyectos de calidad del agua, como conversiones de fosas sépticas a alcantarillado”.