martes 17  de  septiembre 2024
MIAMI-DADE

Pasajeros lamentan deterioro del Aeropuerto Intl. de Miami

Con más de 50 millones de pasajeros al año y miles de reclamos, el Aeropuerto Internacional de Miami encara la reparación de ascensores, escaleras mecánicas, pasarelas móviles y baños públicos

Por JESÚS HERNÁNDEZ

MIAMI.- Tras años de una aparente falta de atención, el Condado Miami-Dade asume una serie de mejoras en el Aeropuerto Internacional de Miami (MIA), después recibir una avalancha de quejas sobre el mal funcionamiento de ascensores, escaleras mecánicas, pasarelas móviles para transeúntes y equipajes y baños públicos.

“Ya vemos algunas mejoras”, declaró a DIARIO LAS AMÉRICAS la alcaldesa del Condado Miami-Dade, Daniella Levine Cava.

¿Mala planificación? ¿No previnieron que el tráfico de pasajeros aumentaba por millones cada año hasta superar los 50 millones y que ascensores, escaleras mecánicas, pasarelas móviles para transeúntes y equipajes y baños públicos tendrían mayor uso y por lo tanto, necesitaban más atención?

“Cuando asumí el cargo de alcaldesa supe que no había un buen presupuesto de mantenimiento”, reclamó la edil.

“Supe que el aeropuerto no había hecho inversiones adicionales para reemplazar a tiempo esos equipos o mantenerlos adecuadamente”, apuntó.

En otras palabras, el Gobierno condal, incluyendo a la Junta de Comisionados, no abordó a tiempo la situación.

Sin embargo, un proyecto multimillonario de 5.000 millones de dólares fue aprobado en 2019 para expandir la capacidad operacional de MIA y atender deficiencias.

Pero, la demora es evidente. Sea por burocracia o dificultades alternas.

Otra inversión, a finales de 2023, sumó $1.600 millones para construir un nuevo hotel y un edificio adicional de estacionamiento.

La inversión incluye 681 millones de dólares para la modernización de ascensores, escaleras mecánicas, pasarelas móviles para transeúntes y equipajes y baños públicos.

¿Por qué tardaron en el MIA?

A la pregunta por qué tardaron tanto tiempo para realizar las mejoras, cuando varios directores de MIA reportaron deficiencias, la alcaldesa subrayó: “Pedimos a todos que comprendan que heredamos un problema que estamos abordando fuertemente”.

DIARIO LAS AMÉRICAS contactó al actual congresista federal y exalcalde de Miami-Dade Carlos Giménez para obtener su respuesta a la alegación de que el problema de MIA fue heredado de administraciones anteriores.

“Mi administración dejó 5.000 millones de dólares para solucionar los problemas del aeropuerto. Ella (la alcaldesa) tenía el dinero y qué hizo en casi cuatro años. Diré por qué no lo hizo. Porque estaba más interesada en asegurarse de que los empleados estuvieran sindicalizados en lugar de ocuparse del aeropuerto”, replicó Giménez.

La alcaldesa recalcó que “ascensores, escaleras mecánicas y aceras móviles tienen una vida natural de quizás 25 años, y no fueron atendidos antes”.

“Casi todos han funcionado por 30, 35, 40 años o incluso más. Inclusive hay una escalera mecánica de 69 años que había estado funcionando hasta hace poco”, apuntó.

“Eso no se repara. Se reemplaza”, acotó.

MIA contaba con una empresa de mantenimiento subcontratada, por aquello de ahorrar salarios más altos y beneficios, pero aparentemente denotó deficiencias.

“Nos enteramos de que no trabajaban ni por las tardes ni los fines de semana. Y traté de rescindir ese contrato y nos llevaron a los tribunales. Tuvimos que luchar dos años para poder optar por otro contrato. Ahora el nuevo proveedor de servicios trabaja más horas y hace un mejor trabajo”, aseguró.

Según datos proporcionados por la alcaldesa, las obras de mantenimiento se realizan en varios puntos de atención, como ascensores, escaleras mecánicas o pasarelas móviles para transeúntes y equipajes. Pero, el proceso de reparaciones provoca que el uso de esos equipos sea afectado “alrededor del 9% del tiempo”, o sea que menos del 10% del tiempo estarían fuera de servicio.

“No es bueno que estén ese tiempo fuera de servicio, pero es mucho menos tiempo que antes”, subrayó.

“Los arreglos toman tiempo”, resaltó la alcaldesa Levine Cava.

Detalles del MIA

Bastaría hacer uso del aeropuerto para percibir, en cualquier momento, que hay ascensores, escaleras mecánicas, pasarelas móviles e inclusive cintas portadoras de equipaje fuera de servicio.

En los estacionamientos, no son pocos los ascensores “fuera de servicio” y pasajeros deben buscar el camino alternativo, rampa o escaleras abajo, para llevar el equipaje.

“No esperaba que el aeropuerto de Miami, uno de los más importantes de Estados Unidos, tuviera estas deficiencias”, comentó una pasajera procedente de Bogotá, Colombia, tras desembarcar el vuelo de la selecta aerolínea Emirates.

Otro pasajero, residente en Miami, movió la cabeza de lado a lado en señal de desaprobación y dijo: “Es una vergüenza muy grande. Nosotros, que somos puerta de Las Américas, tenemos este desastre”.

En el pasillo E, por donde transcurren algunos de los vuelos internacionales más importantes, incluyendo de Europa, la puerta de un baño tiene un tornillo como pieza de seguridad para mantenerla cerrada.

Los pasajeros, con equipaje de mano a cuestas, observan asombrados como deben andar 200 y 300 metros sin poder hacer uso de pasarelas móviles.

En la zona de inmigración, donde los pasaportes son revisados, el tiempo de espera varía según la cantidad de vuelos. Pero eso no es un asunto del Gobierno condal. Ahí impera la inversión de la agencia federal.

Luego, cuando los pasajeros llegan a la zona de recogida de equipaje, sobre todo de origen nacional, la espera prevalece y también la rotura de alguna cinta transportadora.

En septiembre, el monocarril Skytrain, que transporta miles de pasajeros por la terminal D, dejó de funcionar seis meses por problemas estructurales.

Cómo prevenir mala experiencia en el MIA

La mala experiencia sirve al menos para prevenir males a futuro. Si tratamos de aumentar aún más el flujo de pasajeros, porque MIA genera miles de millones de dólares y ayuda a mantener cientos de miles de empleos, es imprescindible garantizar el mejor funcionamiento del aeropuerto.

“Hemos adoptado un nuevo enfoque”, señaló la alcaldesa. “Nos adelantamos a los problemas con prevención”, afirmó.

“Es muy caro mantener un aeropuerto de esta envergadura, pero, en total, estamos invirtiendo una cantidad sin precedentes de 9.000 millones. De los casi 330 baños que tenemos allí, estamos en el proceso de reemplazar 200 de ellos. Hemos incluso creado un equipo relámpago para arreglar rápido cosas más pequeñas como un baño fuera de servicio o una luz que no funciona. Hemos logrado buenos avances. Y tenemos muchas cosas en proceso de hacerlas”, concluyó.

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