domingo 13  de  octubre 2024
ELECCIONES 2024

¿Por qué fracasó la campaña presidencial de Ron DeSantis?

La popularidad del expresidente Donald Trump, la presencia de Nikki Halley y sus críticas al exmandatario podrían haber jugado en contra del gobernador DeSantis

Por DANIEL CASTROPÉ

MIAMI.- Ron DeSantis, el gobernador de Florida que se perfilaba como el principal rival de Donald Trump en las primarias republicanas, anunció el 21 de enero de 2024 que suspendía su campaña presidencial y respaldaba al expresidente. Pero veamos ¿qué factores contribuyeron al fracaso de su candidatura?

DeSantis había lanzado su campaña el 24 de mayo de 2023, presentándose como un conservador exitoso que había logrado mantener a Florida abierta y próspera durante la pandemia de COVID-19, a pesar de algunas, principalmente de los demócratas.

Asimismo, se destacó por su firme oposición a las políticas de inmigración, educación y medio ambiente de la administración Biden, así como por su defensa de los derechos de los estados y la libertad individual. Su lema de campaña era “Our Great American Comeback” (Nuestro gran regreso americano).

Donald Trump, un hueso duro de roer

Sin embargo, su campaña se enfrentó a varios obstáculos desde el principio. El primero y probablemente más importante fue la presencia de Trump, que domina el campo republicano con su popularidad y lealtad entre las bases.

Aunque DeSantis había sido un aliado de Trump y había recibido su apoyo político en sus aspiraciones como gobernador floridano, no logró obtener la 'bendición trumpista' para su candidatura presidencial. De hecho, el expresidente le recomendó en su momento no presentarse en la contienda.

En un principio, DeSantis intentó mantener una distancia prudente de Trump, evitando criticarlo directamente, pero tampoco alabándolo demasiado. Su estrategia era atraer a los votantes que apreciaban los logros de Trump, pero que también buscaban un candidato más joven, moderado y preparado.

Sin embargo, esta estrategia resultó ser insuficiente para competir con el fervor y el entusiasmo que sigue generando Trump entre sus seguidores. Muchos de ellos veían a DeSantis como un “traidor” o un “oportunista” que quería aprovecharse del legado de Trump sin reconocer su liderazgo.

Meses después, el tono de DeSantis hacia Trump mostró un profundo cambio. Dijo, por ejemplo, que la edad de Trump era una “preocupación legítima” para los votantes en 2024, y que Estados Unidos necesitaba un presidente “vigoroso, capaz de cumplir dos mandatos”.

DeSantis insinuó que Trump, que tendría más de 80 años al final de su posible segundo mandato, no era apto para el cargo de presidente, al tiempo que lo cuestionó por no aceptar un debate con él, acusándolo de tener miedo de enfrentarse a sus argumentos.

Nikki Halley

Otro obstáculo para la campaña de DeSantis fue la aparición en la escena política de Nikki Haley, la exgobernadora de Carolina del Sur y exembajadora de Estados Unidos ante las Naciones Unidas, como una fuerte alternativa frente a Trump.

Haley se presentó como una republicana pragmática y diversa, que podía atraer a los votantes independientes, mujeres y minorías. La exembajadora se distanció de Trump, criticando su papel en el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021, entre otros temas.

Haley se proyectó como la candidata del “futuro” del Partido Republicano, frente al “pasado” de Trump y al “presente” de DeSantis.

Fracaso en Iowa

Pero Iowa marcó un antes y un después en la campaña ‘DeSantista’. El gobernador centró sus esfuerzos en este estado, esperando ganar el apoyo principalmente de los votantes conservadores evangélicos. De tal manera, recorrió la totalidad de los condados de Iowa y logró algunos apoyos importantes.

No obstante, solo consiguió el 21% de los votos, quedando muy por detrás de Trump, que obtuvo el 51%. Además, no pudo distanciarse lo suficiente de Haley, que alcanzó el 19%. Su resultado en Iowa fue decepcionante y lo dejó sin opciones para continuar.

Tras su fracaso en Iowa, DeSantis decidió retirarse de la carrera y apoyar a Trump, reconociendo que la mayoría de los votantes republicanos querían darle otra oportunidad al expresidente.

Al retirarse de la carrera, DeSantis evitó una posible derrota en New Hampshire ante Trump y Haley, pero también supuso un duro golpe para su carrera política, que había sido muy prometedora hasta entonces. Aun así, DeSantis todavía tiene un largo camino por recorrer.

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