Uno de los juguetes más solicitados por los pequeños y no tan pequeños en esta temporada navideña son las patinetas electrónicas. Pese al registro de las fallas causadas por las baterías, las populares hoverboards no han sido excluidas de la lista de Santa Claus.
Sin embargo, la prohibición de carga de estos equipos en algunas aerolíneas conllevan a la recomendación de los expertos quienes aconsejan prestar atención a las indicaciones y los derechos del consumidor.
Al menos así es la opinión del vocero del Departamento de Protección al Consumidor del Condado de Miami-Dade, Jorge Herrera, quien considera que estas “problemáticas patinetas” son un artículo nuevo “con el que no se han hecho suficientes pruebas”.
De hecho, la producción y distribución de la popular patineta de dos ruedas fue aprobada por Consumer Product Safety Commission. No obstante, el comité federal de seguridad al consumidor investiga ahora los reportes sobre 29 accidentes causados por la explosión de las baterías, en 10 estados del país, que luego de un inusual sonido producen un impredecible fuego que podría quemar las piernas del jugador.
“Pareciera que el público se está utilizando para probar esos equipos y así evaluar la funcionabilidad del producto […] Creo que las personas deben esperar un poco más de tiempo, mientras se prueban estos equipos y se garantiza la seguridad en sus operaciones”, expresó.
Variedades
Mientras tantos, las vitrinas de los principales centros y zonas comerciales del sur de la Florida exhiben las solicitadas patinetas. Los diseños y colores son tan amplios como el rango de precios. Hay modelos más sencillos que cuestan 300 dólares. En tiendas reconocidas a través de internet hay otras piezas cuyo precio oscila entre 600 y 900 dólares.
La diferencia de precios es otra razón por la que el organismo condal llama a la reflexión.
“Siempre lo decimos, lo barato sale caro y más en artículos que están de moda […] Los fabricantes saben que existe una alta demanda y otras empresas lo arman a bajo precio y de mala calidad, estas fallas pueden perjudicar a nuestros hijos solo por ahorrarnos unos dólares”, aseveró Herrera.
El portavoz afirmó en su oficina aún no se has presentado quejas formales. “Nos hemos dado cuenta de las fallas de estos equipos a través de las noticias y lo que aparece en las redes sociales, aparentemente todavía la gente en Miami-Dade no sabe que aquí, en nuestro departamento, recibimos este tipo de denuncias”.
Otras dificultades
La señora Norelkis Carmona compró una patineta para su hijo como regalo de cumpleaños, por sus buenas notas en el colegio y en parte por Navidad.
El establecimiento comercial donde ubicó un buen precio está localizado en Doral. “Yo no tengo trabajo ahorita pero mi esposo y yo hicimos el esfuerzo para darle este obsequio a nuestro hijo”, declaró.
A los cuatro días la patineta dejó de funcionar correctamente. “Empezó a presentar una vibración muy extraña y se desplazaba de manera muy lenta, además que no agarraba carga”
Confiando en sus derechos como consumidora, Carmona acudió a la tienda. “Me acerqué al vendedor y para mi sorpresa, me indicaron que me olvidara de la garantía y me recomendaron que me buscara un técnico”.
Esta dama intentó lograr un acuerdo con el establecimiento pero no logró liberarse de un equipo que ahora está inservible. “No puedo hacer otro regalo como este y me duele que mi hijo no pueda contar con esa alegría. Espero que otros padres no tengan que pasar por este tipo de molestias e injusticias”, apuntó.
Al respecto, el vocero del Departamento de Protección al Consumidor del Condado de Miami-Dade aclaró que lo recomendable antes de realizar una compra tan costosa “tenemos que revisar si existe una póliza de devolución del producto […] de acuerdo al estado de Florida, en un lugar donde no aparezca ningún cartel que advierte sobre este tipo de políticas se debe asumir que existe una póliza de devolución del producto en los primeros siete días de la compra”.
Reiteró que las personas siempre tienen en el derecho de levantar una denuncia contra el negocio aunque se trate de un establecimiento que no esté regulado por el Departamento, “pero existen leyes que aplican en cualquier tipo de supuesta violación de derechos en contra de los consumidores”.
“Si descubrimos que hubo una violación de los derechos del consumidor, el negocio puede ser multado pero siempre tratamos de mediar entre las partes para que lleguen a un acuerdo”, agregó.
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