MIAMI. - El agua es uno de los problemas que más ha perdurado en el tiempo en la Ciudad que Progresa. Los residentes históricamente se han quejado de la mala calidad del servicio, la falta de empleados para leer los contadores, las facturas escandalosas, la negativa que reciben al intentar obtener permisos para abrir nuevos negocios debido al deterioro de las estaciones de bombeo y del ruinoso estado de las infraestructuras en general. Para colmo, cuando un residente se acerca al Departamento, con ánimos de hacer alguna gestión, es objeto del peor de los tratos posibles. En este contexto, Hialeah cobra una de las facturas de agua y alcantarillado más caras del condado, a pesar de que la población tiene uno de los más bajos poderes adquisitivos.
El origen del problema
Según Vidal, el problema comenzó en 2012, cuando la Ciudad estaba financieramente en crisis y tenía “el fondo general a punto de quebrar”, debido a la presión que ejercía el costo de las pensiones. “Al no existir las entradas que tenemos hoy, el alcalde y el Concejo de ese momento decidieron buscar una solución rápida y fácil: Tomar el dinero del Departamento de Agua. Nos quitaron 19 millones de dólares que teníamos en reserva y durante mucho tiempo, cada año, el Departamento contribuyó con unos seis millones”, asegura Vidal.
Para hacerlo de forma legal aprobaron, lo que llamaron el pago de una franquicia que justificaba que parte del dinero que abonaban los residentes por el servicio de agua fuera utilizado para financiar el fondo general que, según la Constitución [de Florida], debe ser sufragado a través de los impuestos a la propiedad, indicó Vidal.
“Desvistieron un santo para vestir otro”, opinó y desde entonces, el Departamento de Agua se quedó sin los recursos necesarios que le permitirían invertir en las infraestructuras por la que el residente paga.
De esta explicación se infiere que a los residentes de Hialeah se le está cobrando un recargo por unos servicios que en realidad se podrían considerar un impuesto encubierto.
Las franquicias aportan el 7% del presupuesto del fondo general de 2023. Es decir, unos 13 millones de dólares.
Tuberias Arreglos Hialeah4755.JPG
Obras que se llevan a cabo en Hialeah.
CÉSAR MENÉNDEZ/DLA
Situación de la infraestructura
El alcalde Bovo lamentó que, por mucho tiempo, la Ciudad ignoró hacer las inversiones necesarias en infraestructuras. Por ello -en 2019- se encontró en la situación de otorgar licencias -ilegales- “por debajo de la mesa”, cuando el Departamento Condal de Servicios Medioambientales (DERM, por sus siglas en inglés) no autorizaba a conectar los nuevos negocios, al no existir la capacidad para gestionar el flujo de agua negras.
Según Vidal, el panorama actual es distinto. De las 100 estaciones de bombeo de agua que tiene la ciudad, existen 17 que deben recibir mantenimiento. Las otras 83 trabajan bien.
Hay dinero
“En el último año del alcalde Carlos Hernández, recibimos 22 millones de dólares del Gobierno federal. El alcalde Bovo nos dio 18. Es decir, contamos con 40 millones de dólares para hacer distintos proyectos de renovación de las infraestructuras”.
“De los 22 millones, 15 se están invirtiendo en arreglos en diferentes áreas de la ciudad. Nos quedan siete, para los que estamos pidiendo presupuestos para otros proyectos que estamos pensando hacer. Además, debemos programar el gasto de los otros 18 millones en los próximo cuatro años”, especificó Vidal.
Lo que pasa es que “ningún político le promete al votante que va a invertir en agua y alcantarillado” sostuvo Bovo, quien considera que “nunca se le ha hablado honestamente al pueblo para decirle que arreglar una de estas bombas de agua va a costar cuatro millones y “hay que morder el cordobán” y arreglarla. Porque tras esa inversión, se pueden abrir 400 negocios que van a producir ingresos a la ciudad”. El alcalde prometió tener esa conversación con los residentes.
Atención al cliente
Este jefe de Departamento, cuyo salario supera los 240.000 dólares anuales, reconoció que el problema de atención al cliente es crítico.
Si un residente viene a quejarse porque recibió una factura por 1.500 dólares. Hay que tratarlo bien y enviarle urgentemente un inspector a su domicilio. Dejó claro que, si el agua pasa por el contador, “tenemos que cobrarla ya que se le pagó a Miami-Dade”. De todas formas, hay que analizar qué ocasiona el incremento y explicarles a los residentes lo caro que es el precio del servicio de alcantarillado.
Armando Vidal Departamento de Agua Hialeah 9151.jpg
Armando Vidal, jefe del Departamento de Obras Públicas de Hialeah.
SUREIDY RODRÍGUEZ / DLA
Planta de agua, ¿sí o no?
Hialeah y Miami-Dade comparten una Planta de Osmosis Inversa que produce 17 millones de galones de agua potable al día, operada por la compañía española GS INIMA, quien se encarga de repartir a cada parte 8.5 millones de galones de agua diariamente. Un líquido que procede de un acuífero a 1.200 pies de profundidad.
Pero Hialeah necesita unos 23 millones de galones al día para cubrir la necesidad de sus 230.000 residentes. Es decir, tiene que comprar al Condado unos 14.5 millones de galones al día.
Vidal apuntó que a la Ciudad le cuesta 3 dólares producir 1.000 galones de agua en la planta. Mientras, el Condado obtiene el grueso de su agua de otra planta, cuyo precio es 1,8 dólares por 1.000 galones, “ya que es extraída del acuífero de Biscayne que se encuentra solamente a 150 pies de profundidad”.
Planta de Agua Hialeah Miami-Dade_9187.jpg
Planta de Osmosis Inversa en Hialeah que produce 17 millones de galones de agua potable al día.
SUREIDY RODRÍGUEZ / DLA
Tomando estas cifras en cuenta, si Hialeah comprara toda su agua al condado, como hacen otras ciudades, le costaría algo más de 15 millones de dólares anuales. Pero, al mezclar el agua que produce con el agua que compra al Condado, el costo se eleva a casi 19 millones de dólares. Es decir, Hialeah paga casi 4 millones de dólares más al año por producir su propia agua. Además, de operar un departamento de agua donde trabajan unos 100 empleados con sus respectivos salarios, beneficios y pensiones.
A pesar de eso, Vidal justificó la necesidad de la planta. “Fue un acierto ya que permitió desarrollar y expandir la ciudad. Antes de la existencia de la planta, el fondo general de la ciudad recibía unos 60 millones de dólares en concepto de impuesto a la propiedad. Hoy día, recibe más de 90 millones.
Precio del agua
La factura del agua la integran varios elementos: agua, alcantarillado, impuestos, recargo de DERM y recargo de franquicia.
Vidal mostró una tabla en la que se ve que Hialeah es la sexta ciudad más cara en cuanto al costo del alcantarillado. “No pasa lo mismo con el precio del agua, Hialeah ocupa el onceno lugar de la tabla”, indicó.
Factura de Agua Hialeah1c.jpg
Factura del agua de Hialeah.
CÉSAR MENÉNDEZ/DLA
Entender el tema
“Tarde o temprano tiene que haber una transición en el Departamento. Antes de que llegue ese día, procuro tener toda la información necesaria para tomar las decisiones”, indicó Bovo quien reconoció estar trabajando con un consultor externo que, en unos meses, le debe entregar un reporte sobre la situación del Departamento de agua.
Este reporte ayudará al edil a decidir si privatizar, ceder del departamento al condado o continuar con él. Todo dependerá de “cuánto le ahorre y sea lo más conveniente al contribuyente”.
A la pregunta sobre qué haría falta para que el precio de la factura baje, Vidal respondió:
Basado en mi opinión profesional considero que el costo del agua y del alcantarillado en esta ciudad, por las obligaciones que hay, no importa lo que digan los políticos, va a seguir subiendo.
Un día después de esta entrevista, el ingeniero Vidal solicitó su jubilación, efectiva a partir del 28 de febrero de 2023.
cmenendez@diariolasamericas.com
@menendezpryce