MIAMI.- El sur de la Florida enfrenta una intensificación de las redadas de Inmigración lideradas por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés).
Las redadas migratorias en Miami-Dade y Broward han dejado detenidos a un nicaragüense acusado de agresión agravada y a un jamaiquino con cargos por posesión de drogas
MIAMI.- El sur de la Florida enfrenta una intensificación de las redadas de Inmigración lideradas por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés).
En los últimos días, los operativos realizados en los condados de Miami-Dade y Broward han provocado preocupación y un clima de tensión entre las comunidades migrantes de la región. Sin embargo, las autoridades han asegurado que se trata de personas con antecedentes judiciales.
Entre los casos destacados, las autoridades confirmaron la detención de un ciudadano nicaragüense acusado de agresión agravada con arma mortal, así como la de un ciudadano jamaiquino enfrentando cargos relacionados con la posesión de oxicodona.
Según ICE, estos operativos tienen como objetivo principal la captura de personas con antecedentes penales o que representen una amenaza para la seguridad pública.
Sin embargo, organizaciones y líderes comunitarios han denunciado que en algunos casos se detiene a inmigrantes sin historial delictivo, lo que ha incrementado el temor en estas comunidades.
La oficina de Seguridad Nacional de Investigaciones (HSI Miami) publicó en la red social X imágenes de varios inmigrantes detenidos durante los operativos.
Estas fotografías ilustran el alcance de las redadas y han generado un amplio debate en redes sociales, donde abundan tanto comentarios de respaldo como críticas a las medidas adoptadas.
Estas acciones forman parte de una estrategia federal más amplia que busca endurecer las políticas migratorias. Tras la reciente asunción del presidente Donald Trump, se emitieron órdenes ejecutivas destinadas a reforzar la seguridad fronteriza y a acelerar los procesos de deportación, marcando un giro importante respecto a las políticas de la administración anterior.
El jefe de la policía de Miami, Manuel Morales, intentó calmar a la comunidad al afirmar que los oficiales locales no están autorizados para solicitar documentación migratoria durante inspecciones de rutina.
"En nuestra ciudad de Miami, las personas no deben temer por su estatus migratorio. La policía no revisa eso", aseguró Morales.
Sin embargo, también aclaró que, en caso de que ICE emita una orden de detención contra una persona, la policía local responderá y notificará a las autoridades migratorias.