MIAMI.- Miles de jóvenes y otros no tan jóvenes marcharon por calles de Miami y otras localidades del sur de Florida por decimoquinto días consecutivo para protestar lo que consideran “brutalidad policial”, en abierto apoyo al movimiento Black Lives Matter que pide, entre otras cosas, la revisión de los fondos otorgados a la policía.
En Miami la manifestación comenzó en torno a la Antorcha de la Amistad, en el centro de Miami, mientras otros numerosos grupos acudían a las barriadas de Coconut Grove y Wynwood, ante la mirada perenne de la Policía a 100 metros de distancia.
En efecto, la Policía cerró temporalmente la autopista I-95 en ambas direcciones y vigilaban los accesos al Puerto de Miami y los viaductos Julia Tuttle y MacArthur, que conducen a Miami Beach, así como el Rickenbacker, que conecta Miami con Key Biscayne.
Y todo esto sucedía mientras dueños de negocios, que tratan de recuperar parte de las pérdidas sufridas durante la pandemia de coronavirus, veían como muchos clientes prefirieron quedarse en casa como consecuencia de las protestas.
Otros propietarios de tiendas y restaurantes optaron por cubrir las fachadas de sus locales con maderas para contrarrestar el efecto de cualquier posible asalto.
“No sé por qué hay violencia. Nosotros no somos violentos. Si alguien asalta un lugar, no somos nosotros. "Luchamos porque se haga justicia. Que cese el abuso policial. Nada más”, declaró Jamar, mientras portaba un letrero que ponía “Defund de Police”, o dejen de mantener a la Policía.
“No es que queramos que suspendan la Policía, sino que dejen de mantenerla a ciegas sin evaluar lo que hacen”, argumentó.
De hecho, el director de la Policía de Miami-Dade, Freddy Ramírez, aseguró a la prensa que "el 99.9% de mis oficiales sirven con honor y respeto y se preocupan por esta comunidad".
En otras palabras, el 0.01% es causante de excesos. Un ínfimo porcentaje que, aplicado a otros cuerpos policíacos municipales, ha causado grandes atropellos y cuestionables hechos que sirven como pólvora para caldear los ánimos y la incursión de grupos extremistas y agitadores.
Un poco más al norte, en Broward, docenas de manifestantes protestaban en calles de Pompano Beach y Fort Lauderdale.
También en Tampa, Boston y Nueva York. Incluso en París, Bruselas y Berlín, donde aseguran “hay razones para protestar”.
Estas protestas comenzaron el pasado 26 de mayo en Minneapolis, a raíz de la muerte de George Floyd en esa localidad, luego de que un agente policial presionara con su rodilla el cuello de Floyd, mientras yacía detenido en el suelo, lo que más tarde le causó la muerte.
Por ello, el agente causante de los hechos, Derek Chauvin, ahora enfrenta la justicia con cargos de homicidio en segundo grado, mientras los otros tres oficiales que participaron en la detención de Floyd son acusados “de ayudar e instigar” a cometer el abuso.