martes 1  de  octubre 2024
Remedios Díaz-Oliver

Remedios Díaz-Oliver: "Nada cae del cielo, hay que prepararse y trabajar muy duro"

"Se tiene éxito si te sientes bien con lo que haces. Si ayudas a los necesitados. El éxito tiene que ver con la actitud que se tenga ante la vida y la sociedad que te rodea", subrayó
Por JESÚS HERNÁNDEZ

Hablamos con Remedios Díaz-Oliver, una mujer de éxito que logró forjar una familia, establecer una importante empresa, ayudar a organizaciones caritativas, ser miembro de juntas directivas de prominentes firmas y dedicar esfuerzos por los valores de la libertad y el respeto a las instituciones democráticas.

“El éxito es algo relativo. Una mujer puede ser exitosa si tiene una profesión o un negocio y se siente bien haciendo lo que hace. Mejor si gana buen dinero. Pero también es exitosa quien se case, tenga hijos y sea feliz con su familia y su matrimonio”, sostuvo.

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Primero, en 1961, Remedios y su esposo Fausto fueron socios de American International Containers, y unos años después, en 1991, crearon All American Containers, uno de los proveedores más importantes de recipientes y tapas de vidrio, plástico y metal, que son utilizados para envasar decenas de productos, con operaciones en varias ciudades estadounidenses y 50 países, incluso en África, Asia y Oceanía, que fue capaz de producir 250 millones de dólares en ventas al año.

“Se tiene éxito si te sientes bien con lo que haces. Si ayudas a los necesitados. El éxito tiene que ver con la actitud que se tenga ante la vida y la sociedad que te rodea”, subrayó.

Familia

Remedios y su esposo criaron dos hijos, y ahora tienen cuatro nietos y tres bisnietos. Eso es también éxito.

“Definitivamente. Eso es éxito. Casada con el mismo hombre toda la vida, 61 años de matrimonio. Tuve la fortuna de tener a mi madre aquí, en Miami, que me pudo ayudar a criar mis hijos pequeños, mientras yo trabajaba. Hay mujeres que no han podido llevar a cabo sus planes de éxito, planes empresariales inclusive, porque no tenían quien les ayude a cuidar sus hijos. Yo tuve la suerte de tener una madre excepcional”, recordó.

De hecho, ser madre es una tarea muy difícil. Es una ‘asignatura’ que no se estudia. Es una actitud que requiere bondad, tiempo, atención y cariño para cuidar y educar a quienes fueron engendrados.

“Ahora veo a mi nieta, que tiene un varón de dos años y una niña recién nacida, y no le alcanza el tiempo. Cuando tiene que darle la leche a la pequeña, tiene que darle de comer al varón. Es una empresaria formidable, contadora, y pudiera tener el empleo que quisiera, y renunció a su trabajo porque seleccionó ser madre tiempo completo. Eso es también una mujer de éxito porque dedica todo el tiempo a sus hijos. Y eso es tan valioso, o más, que haber hecho una empresa”, subrayó.

Remedios recuerda que su madre, también Remedios, le enseñó que la única forma de triunfar en la vida es trabajar duro.

“Comencé a trabajar muy joven. Estudiaba y trabajaba”, hizo memoria, mientras enumeraba bachillerato, administración de empresas y después filosofía y letras.

“Y esa enseñanza, de trabajar duro, la transmití a mis hijos. Mi hija, Rosa María, comenzó a trabajar a los 13 años con nosotros (en All American Containers). Empezó archivando papeles, y así fue avanzando. Y aún después que vendimos la empresa, ella sigue trabajando allí porque conoce el negocio muy bien”.

Excelencia

Remedios Díaz-Oliver fue incluso la primera mujer en recibir el premio de excelencia en Exportaciones de manos de un presidente del país, en 1968, de Lyndon B. Johnson.

“Entonces no era fácil para las mujeres. Estaba incluso mal visto que una mujer estuviera al frente de una empresa”, reconoció, y añadió: “Recuerdo clientes importantes que llamaban y pedían hablar con el jefe. La jefa era yo, pero se negaban a hablar conmigo porque pensaban que yo era una secretaria. Ahora es diferente. Hemos evolucionado, pero no suficiente. Hay que seguir preparándose y trabajando, no solo para ser buenas, sino para ser mejores”.

Luego subrayó: “Vivimos en un país muy competitivo y hay que prepararse para luchar y avanzar”.

Miembro de importantes juntas corporativas, organizaciones caritativas y grupos de apoyo político que velan por el retorno a la democracia en su país de origen, Cuba. ¿Cómo Remedios Díaz-Oliver logró ser tan activa, ocuparse de otros asuntos, entretanto dirigía una empresa tan grande?

“Mientras más ocupado estamos, más cosas hacemos. Cuando nada se hace, nada se logra. Y así he ayudado a bancos, hospitales y a la American Cancer, que continúo ayudando”, resumió.

Su esposo la ayudó mucho. “Ha sido mi retaguardia y vanguardia en todo”, resaltó: “Viajamos juntos a países en busca de clientes. En Centroamérica y Sudamérica, y otros lugares. Y también ayudamos a pequeñas compañías, que entonces no tenían crédito. Poco a poco pude ser la única mujer ejecutiva que era miembro de tres juntas directivas que figuraban en el Fortune 500”.

Le preguntamos qué aconseja a las nuevas generaciones de mujeres para ser exitosas: “Nada cae del cielo. Hay que estudiar, prepararse y trabajar muy duro. Todo se puede lograr si se lo proponen. Ayuden a los que comienzan”.

Y concluyó: “El gran problema ahora es conseguir financiamiento. Antes la palabra, la promesa, valía mucho. Pero quien tenga ideas y sea trabajadora puede lograrlo. Este país es algo muy grande”.

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