MIAMI.- Los primeros días de Ron DeSantis como gobernador de la Florida han sido especialmente agitados. Nombramientos, órdenes ejecutivas, visitas a Miami y al Panhandle, figuraron entre las acciones del nuevo mandatario estatal republicano.
MIAMI.- Los primeros días de Ron DeSantis como gobernador de la Florida han sido especialmente agitados. Nombramientos, órdenes ejecutivas, visitas a Miami y al Panhandle, figuraron entre las acciones del nuevo mandatario estatal republicano.
Horas después de su posesión expidió dos órdenes ejecutivas: una que prohíbe la discriminación de género, racial, religiosa, por nacionalidad, estatus marital o por cualquier tipo de discapacidad hacia contratistas, empleados o los que buscan trabajar con la administración estatal.
La otra orden se refiere a la puesta en marcha del revisado código ético para los miembros de la oficina del gobernador y las agencias que dependen del poder ejecutivo. También trata de la atención, por parte de las autoridades, de pedidos de documentos públicos y de la prevención y denuncia de acoso sexual en las diferentes entidades estatales.
Este miércoles, en la mañana, DeSantis viajó a Miami y anunció el nombramiento de la magistrada Barbara Lagoa para la Corte Suprema de la Florida.
En una muy corta rueda de prensa, realizada en la Torre de la Libertad, el gobernador no respondió de manera directa si iba a suspender a Scott Israel, el alguacil de Broward, que es cuestionado por la deficiente respuesta que dieron los oficiales a su cargo, durante la masacre en la escuela secundaria Marjory Stoneman Douglas, según lo determinó una comisión que investigó la acción (o inacción) tanto de las autoridades escolares como de la Policía.
DeSantis tampoco dijo nada concreto sobre el hecho de que la ley ya permite a los exconvictos – que no hayan cometido asesinato o delitos sexuales- inscribirse para votar., es decir, recuperan de manera automática ese derecho fundamental.
A lo largo de su campaña DeSantis se opuso a esa enmienda.
Este miércoles el nuevo gobernador visitó además Mexico Beach, en el Panhandle, ciudad destruida por el huracán Michael, para ver cómo van las tareas de reconstrucción de esa área.
Nombramientos
Algo que ha llamado la atención fue la fiebre de nombramientos del hoy senador federal Rick Scott, lo que ha sido considerado como un acto hostil por parte del exgobernador.
Más de 80 funcionarios de menor rango fueron nombrados en las últimas horas del mandato de Scott. Pero tres de alto perfil también fueron nominados. Dos miembros de la junta estatal de educación y uno de la junta de conservación de la pesca y la vida silvestre.
Estos últimos requieren confirmación del senado estatal.
No es clara la razón por la que Scott decidió hacer esos nombramientos de última hora, hecho insólito en los rituales de transición de un gobernador a otro, y más si son del mismo partido.
Lo que sí puede hacer DeSantis es rescindir algunos nombramientos hechos por su antecesor, quien de todas formas actuó de manera legal, pero bajo la molestia, según lo reseñaron varios medios, de los aliados políticos de DeSantis.
A pesar de que Senado y Cámara de la Florida están bajo el dominio del partido del gobernador, hay expectativas de cómo será el estilo de negociación de DeSantis, quien viene de ser representante federal y de ser testigo de la paralización política en Washington.
En las últimas sesiones legislativas de la era Scott, el gobernador impuso su veto a varios puntos del presupuesto, y en 2017 hubo un duro enfrentamiento entre el exgobernador y el entonces presidente de la Cámara, el republicano Richard Corcoran, quien buscó acabar con dos agencias muy protegidas por Scott: Visit Florida y Enterprise Florida.
En 2018, Scott –en plena campaña para el senado- tomó posiciones más moderadas con respecto al tema del control de armas y migratorio. Dos puntos en los que el nuevo gobernador, a juzgar por su discurso de posesión, podría ser más radical y encontrar la oposición de sectores centristas de su partido, sobre todo en el Senado.