Si bien es cierto que esa demanda no prosperó, hay otras dos que aún están pendientes, interpuestas por la Florida Taxicab Association, que aglutina a taxistas de Orlando, Tampa, Jacksonville, Clearwater y Fort Lauderdale.
Una de las demandas es contra el Departamento de Pesos y Medidas de la Florida que busca establecer si el teléfono inteligente puede funcionar como un taxímetro regular que se les exige a los taxis amarillos. Esos aparatos, que marcan el precio de un desplazamiento, están sellados para que la tarifa no pueda ser adulterada por el conductor. Además, los taxistas deben pagar un impuesto por ellos.
En este momento hay en el Congreso estatal un proyecto de ley que podría terminar con los taxímetros. Es decir, ni Uber, ni el servicio tradicional de autos amarillos, tendrían ese dispositivo.
La otra demanda en curso tiene que ver con los seguros comerciales. Los taxis tradicionales lo deben tener pero Uber y Lyft, no. Los dueños de taxis deben pagar 100 dólares semanales por ese seguro.
“El costo para que nosotros pudieramos operar lo puso el Gobierno para proteger al público”, indicó Diego Feliciano, presidente de South Florida Taxicab Association, Inc (SFTA). “Con seguridad habrá un seguro híbrido para los que trabajan con la plataforma Uber o Lyft, pero eso les costará”, acotó
Retraso en la reglamentación
De acuerdo con Feliciano, ha sido muy grande el impacto por la pérdida de valor de los medallones. Al respecto, la organización que él preside podría demandar: “No estuvimos de acuerdo cómo se presentó la otra demanda”. Se refiere a la que fue descartada la semana pasada por la corte.
Señaló que lo que está sucediendo "es bien serio: no te quitaron la propiedad, te quitaron tu trabajo, tu ganancia”, indicó al referirse a la decisión tomada por la comisión, el año pasado, de legalizar el uso de Uber y Lyft.
Existe una “orden de implementación” que, según Feliciano, no se ha cumplido, porque ha debido estar en funcionamiento desde el pasado mes de febrero. Esa implementación ha dejado sin resolver varios puntos sensibles para los taxistas. Uber y Lyft, de acuerdo con el presidente de SFTA, no están pagando el impuesto –que sí pagan los taxis amarillos– por poder recoger pasajeros en el Aeropuerto Internacional de Miami y en el Puerto de Miami.
Aún no se ha decidido qué pasará con los 4.1 millones de dólares que Uber debe en multas al Condado, impuestas cuando la empresa funcionaba ilegalmente. Según informó Mike Hernández, asesor de comunicaciones del alcalde Carlos Giménez, la alcaldía no aceptó la propuesta de Uber de pagar la mitad en efectivo y la otra en el traslado de pasajeros de Uber, de manera gratuita, al Metrorail o a las estaciones de autobús.
La plataforma de transporte compartido –como también se llama a las aplicaciones como Uber y Lyft– hizo una contrapropuesta de pago del 80% en efectivos, es decir, fondos que se transferían directamente a las arcas del Condado, y el resto se podría negociar. “La oficina de los abogados del Condado está revisando la legalidad del acuerdo. De ahí pasaría a la Comisión de Miami-Dade y será difícil la discusión porque hay comisionados, como Rebeca Sosa, que dice que Uber debe pagar la totalidad de la cifra que debe en multas”, indicó Hernández.
Alice Bravo, directora del Departamento de Transporte y Obras Públicas del Condado Miami-Dade, anunció, en conversación con DIARIO LAS AMÉRICAS, que el próximo mes de mayo se reunirá el comité de transporte de la comisión para discutir y decidir los detalles de la orden de implementación.
Igualdad de condiciones
Tal como sucedió al inicio de las negociaciones, los taxistas tradicionales siguen planteando que no hay igualdad de condiciones para competir. Incluso afirman, como Feliciano, que “están bregando con un alcalde [Giménez] que está totalmente a favor de ellos” [Uber y Lyft].
Desde el punto de vista de este veterano dirigente gremial y dueño de dos taxis amarillos, “sólo nos han reducido de 625 a 250 dólares el pago anual al Condado. Además, si un carro se quedaba parado dos o tres meses, el Condado amenazaba con quitarles a sus dueños el medallón. Eso se lo pudimos anular”.
Los medallones han perdido cerca de un 50% de su valor original, de acuerdo con Feliciano. “Le hicieron mucho daño al 42% de los taxistas dueños de vehículos”, añadió.
“El alcalde Giménez entiende la frustración de las personas que participaban en el mercado cerrado de los medallones [taxis amarillos], pero al cambiar tienen que ajustarse a las nuevas condiciones”, explicó Hernández.
Según el vocero de la alcaldía hay conciencia en la administración de que se deben equilibrar las condiciones de la competencia, aunque los taxistas creen que no se ha hecho lo suficiente y se han dilatado decisiones clave.
“La posición del alcalde y la Comisión es que harán todo lo posible para que eso pase, sin interferir más de lo debe el Gobierno en un mercado libre”, precisó Hernández.
Renovación
Los taxis amarillos se están preparando para la competencia, expresó Feliciano. Tienen una aplicación, diseñada por Verifone, con la que el usuario puede contratar el servicio con anticipación, pero a diferencia de su competencia, el pasajero tiene que pagar al final del recorrido con dinero en efectivo o con tarjeta de crédito.
Lo que sí es claro, y así lo reconocen los taxistas, es que con la llegada de Uber y Lyft perdieron a los jovenes. "No hay llamadas de las universidades ni de la gente que sale a beber de noche, ahí nos han dado muy duro", dijo Feliciano, quien en cierta forma le achaca a esa perdida de mercado las regulaciones que le impone a esa industria el condado, como los 65 carros con la posibilidad de acomodar sillas de ruedas -eso no lo tiene Uber o Lyft- el control que les imponen de las tarifas, "nosotros no las podemos ni subir ni bajar", amplió. Y, por último, está la obligación de adquirir un seguro comercial.
Pero como lo dijo Hernández, "quizás esa aplicación no la han promovido lo suficiente. Nos interesa que los taxistas tengan éxito en este mercado. Queremos que haya opciones. No queremos que solo exista Uber o Lyft".