MIAMI.- Miles de casas continúan inundadas, 24 horas después de la llegada del huracán Debby al noroeste de Florida.
El sector de seguros de Florida ha estado en soporte vital a raíz de una serie de tormentas que han azotado el Estado del Sol
MIAMI.- Miles de casas continúan inundadas, 24 horas después de la llegada del huracán Debby al noroeste de Florida.
La velocidad máxima de los vientos sostenidos era de 80 millas por hora cuando Debby tocó tierra en el pueblo de pescadores Steinhatchee, pero la torrencial lluvia creó grandes problemas.
Kevin Guthrie, jefe de la División de Manejo de Emergencias del estado, declaró a la prensa que las inundaciones podrían durar hasta 10 días.
Sin embargo, es posible que gran parte de las pérdidas provocadas por la lluvia de Debby no sea pagada por aseguradoras. Según datos de Florida, sólo el 19% de los propietarios del estado tienen seguro contra inundaciones.
A última hora de la tarde del lunes, muchas calles de Sarasota seguían inundadas. Según los informes, cientos de vecinos de la zona tuvieron que ser rescatados de las zonas inundadas.
De hecho, el Gobierno federal declaró el estado de emergencia en Florida un día antes de la llegada de Debby, lo que permitió a la Agencia Federal de Gestión de Emergencias (FEMA) acudir al lugar para proveer ayudas.
En efecto, FEMA, como ha ocurrido en otras ocasiones, tendrá que hacer frente a reclamaciones monetarias.
El sector de seguros de Florida ha estado en soporte vital a raíz de una serie de tormentas que han azotado el Estado del Sol, comenzando con el huracán Matthew en 2015, seguido por demandas y falta de mercado de capital que no están dispuestos a asegurar el riesgo.
Poco después de tocar tierra, Debby volvió a ser tormenta tropical en la zona de Steinhatchee, a unas 20 millas de Keaton Beach, donde el huracán Idalia azotó el 30 de agosto como tormenta de categoría 3. Hace 11 meses, el huracán Idalia fue la primera gran tormenta que azotó la zona en más de 125 años.
Aunque los daños causados por Debby son calificados de “modestos” por las autoridades, miles de personas sufren aún el pesar de las inundaciones y la falta de fluido eléctrico.
No obstante, cuatro muertes son atribuidas a la tormenta.
“Esto es muy modesto en comparación con lo que hemos enfrentado en tormentas pasadas”, señaló el gobernador Ron DeSantis en una sesión informativa en el Centro de Operaciones de Emergencia del estado en Tallahassee.
“Lo que estamos viendo no está al nivel de Idalia, y ciertamente no al nivel del (huracán) Ian”, añadió.