Un emprendimiento familiar por amor a las mascotas

Como explicó Carla a DIARIO LAS AMÉRICAS, la clave para levantar su pequeño negocio ha sido amar lo que hace y ser constante. Junto a su esposo Luis Alejandro y su madre Olga, Carla se lanzó a esta aventura guiada por su amor a las mascotas.

La historia comienza en Caracas, Venezuela, con la llegada de una perrita salchicha a la familia.

“En el 2016 mi esposo decidió adoptar a una perrita salchicha (Mia). Obviamente, yo me enamoré perdidamente de Mia y empecé a buscarle un collar bello y diferente. Yo soy diseñadora y me considero una fashion enthusiast, así que estaba buscando un collar que fuera especial y elegante. En Caracas la verdad es que no pude encontrar nada que me encantara”, recordó Carla.

Sin embargo, no se detuvo: “Fui a Google y vi muchas marcas super cool, pero ninguna era dirigida por latinos u orientada al mercado latino. Fue entonces cuando conversé con mi esposo sobre la idea de crear una marca de accesorios de lujo para mascotas. A mi esposo le encantó la idea. Luego conversé con mi mamá y me dijo que sí al instante. Ella y yo amamos a los perros infinitamente y siempre habíamos querido incursionar en la industria de las mascotas”. Como añadió, “decidimos llamarla Urbana porque ese era el nombre de una granja que tenían mis bisabuelos en el Estado Bolívar, Venezuela”.

Mudarse a Estados Unidos en 2017 no detuvo la ilusión, y para octubre de ese año celebraban el primer cumpleaños de Mia con las primeras muestras de productos de Urbana. Aunque no funcionaron, siguieron perfeccionando su trabajo y haciendo pruebas. “No fue hasta finales de 2018 que lanzamos nuestra primera colección oficial Stay Classy, Stay Cozy”, constató Carla.

“El 2019 fue prácticamente un año muerto para Urbana. Mi esposo y yo estábamos en California y estábamos muy ocupados en otros proyectos. No fue hasta enero de 2020 que lanzamos nuestra tienda online y la colección Bright que fue un completo éxito. Así que digamos que el lanzamiento oficial de nuestra marca fue en enero de 2020”, aseguró.

Desde entonces, dijo, han tenido un crecimiento importante y muestran sus productos en tiendas locales como Wynwood Tribe (Wynwood, Miami) y Green Paws Market (Fort Lauderdale), además de participar en eventos locales importantes de la industria de las mascotas y el diseño.

Este emprendimiento les trae muchas satisfacciones. “Amamos a los perros y estamos profundamente agradecidos de poder trabajar con ellos directamente. Además, amamos a los pet owners [dueños de mascotas], nos encanta que nos cuenten sus historias y nos enseñen fotos y videos de sus hijos peludos”, narró Carla.

Cortesía/Urbana pet

Uno de los diseños de la marca Urbana.

Cortesía/Urbana

“Sin duda la comunidad de personas que consienten a sus mascotas es de las más buenas vibras y especiales de todas! Si de algo nos hemos dado cuenta haciendo esto es de que las personas que aman a sus perros con locura en general son super amables, positivas, sensibles y cariñosas. ¡Eso nos encanta!”, sumó.

Como enfatizó, “los tres sufrimos horrible cuando vemos algún perrito o animal en general en un estado de emergencia, o siendo maltratado. Trabajar dentro de esta industria nos ha dado la oportunidad de ayudar a muchas mascotas y dueños de mascotas en algún momento necesario. Por otro lado, donamos parte de nuestras ganancias a refugios de mascotas, eso nos hace sentir útiles, que estamos haciendo algo por ellos”.

En efecto, según indica su página web, “Urbana dona el 10% de las ganancias a refugios de animales y grupos de rescate en Venezuela. Dado que el país atraviesa tiempos difíciles, la mayoría de los refugios de animales han sido olvidados”.

El lanzamiento oficial de Urbana, en plena pandemia, “por un lado fue duro”, como subrayó Carla, pero también “fue un empujón hacia adelante. Justamente la semana que empezó la pandemia, íbamos a participar en nuestro primer evento en Miami. Teníamos todo listo, invertimos en todo lo que se necesita para participar en un bazar, y cancelaron el evento; estábamos devastados”.

No obstante, “la pandemia nos dio la oportunidad de crecer online. Teníamos a una audiencia ahí pendiente de lo que publicábamos. Además, tuve el tiempo de estar en casa y aprender mucho más sobre marketing digital y sobre todo dedicarle más tiempo a mi emprendimiento”.

Así que el 2020 “fue el primer año de nuestras ventas online en nuestra tienda recién inaugurada. También el 2020 fue el año en que entramos en la tienda Wynwood Tribe. Fue un año de crecimiento, a lo mejor un poco lento, pero crecimiento al fin, y además de mucho aprendizaje. Tenemos mucho que agradecerle a la pandemia”.

Por eso, cuando miran hacia atrás, a los días en que todo era un proyecto, este equipo familiar constata que “el tiempo pasa demasiado rápido y hay que disfrutar el proceso. Poco a poco estamos construyendo este, que es un sueño, y la satisfacción de verlo crecer es increíble”.

De ahí que se emocionen cada vez que un cliente hace gala de los accesorios para mascotas, como collares, arneses y pajaritas con diseños divertidos, además de las correas retráctiles que permiten tener las manos libres.

¿Qué hace falta para mantener un negocio en pie? Carla opinó que, aunque “suena un poco cliché”, hay dos puntos importantes a tener en cuenta: “que te encante lo que estás haciendo y ser constante, ¡nunca parar! El resto prácticamente llega solo”.

Puedes encontrarlos en urbanapet.com y en instagram: @urbanapet