Por orden de Obama llegó Raúl Castro un poco perezoso a México (no le gusta el tequila, su bebida favorita es el Vodka) para pactar con Peña Nieto una estrategia que frene el flujo de cubanos por territorio azteca, la dictadura cubana siempre ha jugado con la suerte de sus ciudadanos empujándolos al exilio para obtener beneficios para el régimen.
Ya la contrainteligencia cubana desde hace algún tiempo tiene minado y controlado (mafias locales incluidas) todo el territorio por el que se mueven los cubanos desde el sur de Latinoamérica hacia el norte en busca de la frontera Norteamericana.
Aumentarán las dificultades, los peligros y los costes de la travesía, fundamentalmente en Colombia y México, en estos territorios las mafias locales y traficantes de personas desligadas del contubernio castrista buscarán nuevas vías para no perder su negocio, competirán y echarán la guerra a quien se les interponga porque el flujo de dinero es bastante significativo y los cubanos todólogos la gran mayoría, son muy vulnerables dada su poca astucia para permanecer con perfil bajo y no hacerse notar.
No resulta nada fácil ni rentable tener que atravesar en muchas ocasiones hasta 8 países y ahora la guinda se la coloca el tirano Castro al pastel poniendo más malo y peligroso de lo que está el tramo final del viaje. A medida que aumentan las dificultades, los cubanos que emprenden la travesía hacia la libertad por Centroamérica se convierten en una mercancía muy lucrativa dada la solvencia de muchos de sus familiares y amigos en USA, las redes criminales tendrán que recomponerse y trazar nuevas estrategias y abrir nuevos caminos.
Continúan en aumento las desgracias de los cubanos, dentro de su propio país tienen que enfrentar violencia policial, hambre, cárcel y desplazamientos forzosos entre provincias. Pero cuando logran escapar de la isla les persiguen las mismas dificultades y peligros. Una vez más Daniel Ortega, el pederasta presidente se pone al servicio de los Castro y coloca por orden del tirano un gran obstáculo en la frontera con Costa Rica, algo le pretenden sacar al gobierno tico con esta estrategia. De momento los mexicanos están viabilizando los trámites a los cubanos, parece que lo hacen como estrategia para que no se les junten los pocos que están de tránsito escapados del tapón que ha puesto Nicaragua, la verdadera actitud del gobierno mexicano la veremos cuando Ortega abra y la avalancha llegue a México.
No sé que le regalará esta vez Obama a Raúl Castro por su gestión con Peña Nieto para frenar el éxodo, quizás estén diseñando un gran perdón nacional a cambio de dinero y comida, quizás propongan que cada gusano adopte un castrista a cambio de algo material, ya se puede esperar cualquier cosa, lo que sí queda claro es que quieren hacer una especie de borrón y cuenta nueva en favor de la dictadura y frenar la fuga masiva de esclavos para comenzar sin más dilación la explotación de todos los cubanos de intramuros que resultan ser una fuerza de trabajo saludable y alfabetizada, muy atractiva para el capital.