WASHINGTON.-JOSH RIVERA
@Josh1Rivera
Cada vez son más los estudiantes que parecen estar enfrentando pocas probabilidades en un difícil mercado de trabajo, y eligiendo embarcarse en una maestría en su lugar. Ellos ven una forma de aumentar las posibilidades de obtener un trabajo bien pagado y comprar un poco de tiempo antes de enfrentarse a la dura realidad de la búsqueda de empleo. ¿Qué tan grande es el efecto? La generación del milenio es la más educada junto con la tasa de desempleo más alta
WASHINGTON.-JOSH RIVERA
@Josh1Rivera
Como cualquier estudiante universitario le diría, hay un estrés post-graduación que de alguna manera uno comienza a sentir antes de graduarse. Es el miedo de dejar un ambiente universitario seguro y entrar en el peligroso mundo del mercado de trabajo. Este temor no son sólo nervios, teniendo en cuenta que el desempleo entre los hispanos del milenio está en un asombroso 8.5 por ciento - muy por encima del promedio nacional del 5.5 por ciento. Los nervios están muy fundados en la realidad.
Cada vez son más los estudiantes que parecen estar enfrentando pocas probabilidades en un difícil mercado de trabajo, y eligiendo embarcarse en una maestría en su lugar. Ellos ven una forma de aumentar las posibilidades de obtener un trabajo bien pagado y comprar un poco de tiempo antes de enfrentarse a la dura realidad de la búsqueda de empleo. ¿Qué tan grande es el efecto? La generación del milenio es la más educada junto con la tasa de desempleo más alta.
En mi caso, las probabilidades todavía no estaban a mi favor cuando estaba terminando mi maestría. No sólo mi título no garantizaba un puesto de trabajo, pero ahora tenía una deuda adicional. Es fácil pensar que estás solo en esta situación, pero el hecho es que el promedio de los graduados universitarios en el 2014 tenían $33,000 en deudas universitarias, según CNBC.
Las preocupaciones de pagar facturas y construir un futuro todavía están ahí para mí - aún cinco años después de graduarme. Muchos empleos de nivel de entrada ahora requieren experiencia laboral, pero a su vez se necesita ese trabajo para obtener experiencia. No es imposible tener éxito, pero parece ser mucho más difícil subir en la escala económica de lo que fue para la generación de mis padres. Estamos constantemente en busca de mejorar nuestra situación económica, y saltar de un trabajo a otro se está convirtiendo en la norma. De hecho, los hispanos del milenio cambian de trabajo con mayor frecuencia que los hispanos mayores. A menudo, los trabajadores jóvenes de hoy son acusados por las generaciones anteriores de ser 'creídos' y ‘vagos’ - pero la realidad es todo lo contrario. Embarcamos en estudios de postgrado porque nos enseñaron que una mejor educación conduce a un mejor trabajo. Nos enfrentamos a la realidad de una recesión y nos enfocamos en ser autosuficientes. Desafortunadamente, las probabilidades siguen en contra nuestra. Más de 4 de cada 10 hispanos entre las edades de 19 a 29 están trabajando a tiempo parcial- pero casi 6 de cada 10 les gustaría estar a tiempo completo de acuerdo con una encuesta reciente Viacom Investigación & Insight.
La economía no ha estado de nuestro lado. Desde el 2008, la recuperación de la recesión ha sido lenta. Desde el comienzo de la recesión los hispanos del milenio que están empleados han perdido más horas de trabajo que los no hispanos. Además de eso, el gobierno ha empeorado la situación sofocando los empleos y el espíritu empresarial mediante la imposición de cargas pesadas. Nuevas regulaciones del gobierno nos están costando más de $80 mil millones cada año. Su impacto negativo se siente en nuestra comunidad, especialmente entre los jóvenes hispanos. Casi uno de cada cuatro hispanos del milenio le ha reducido sus horas de trabajo ya que sus empleadores no podían cumplir con los mandatos de Washington.
Regulaciones excesivas y un gobierno en expansión nos están aguantando. Mientras que el número de jóvenes emprendedores en 1996 fue de 35 por ciento, en el 2013 sólo alrededor del 23 por ciento de todos los jóvenes del milenio decidieron aventurarse y comenzar su propio negocio. A pesar de que los hispanos están creando nuevas empresas al doble de la tasa nacional, las opciones son cada vez más limitadas para nosotros.
La caída de la economía ha sido muy dura para todos, pero para los jóvenes ha significado una carga más pesada de la deuda y una oportunidad perdida para comenzar a ahorrar a una temprana edad. ¿Quién sabe cuántos 20 y tantos de hoy volverán a ser capaz de comprar una casa, o vivir como sus padres? Sin embargo, tenemos la oportunidad de cambiar nuestra situación, ayudando a fomentar las políticas que nos permitan tener éxito. Tenemos que hacer un llamado a Washington a adoptar un nuevo enfoque - que promueva un crecimiento del sector privado que permita a los jóvenes a encontrar trabajo, a desarrollar habilidades necesarias, y subir la escalera económica - como las generaciones anteriores lo han hecho. Limitar los impuestos, eliminar regulaciones innecesarias, reformar las leyes de inmigración - estos son algunos de los pasos que debemos tomar. La próxima generación puede hacer orgullosos a nuestros padres si una nueva agenda de Washington - centrada en el crecimiento y las oportunidades del sector privado - nos da la oportunidad de demostrar que podemos trabajar y tener éxito.