MIAMI.- Asesinatos, agresiones, espionaje, trabas al acceso a la información, presiones… El panorama para los periodistas en Centroamérica no puede ser más desalentador.
MIAMI.- Asesinatos, agresiones, espionaje, trabas al acceso a la información, presiones… El panorama para los periodistas en Centroamérica no puede ser más desalentador.
MIAMI.- Asesinatos, agresiones, espionaje, trabas al acceso a la información, presiones… El panorama para los periodistas en Centroamérica no puede ser más desalentador.
En Honduras, desde 2009, cuando Zelaya fue sacado del poder, al menos 38 informadores han sido asesinados, tres de ellos en los últimos meses. Es el caso más llamativo pero en Nicaragua, Guatemala y El Salvador, el periodismo es una profesión de riesgo en la que los poderes públicos, en vez de favorecer el trabajo de los profesionales, dificulta el acceso a la información oficial y presiona para controlar todo aquello que se publica en prensa o internet e igualmente lo que se emite en radio y televisión.
La libertad de prensa es uno de los pilares para el establecimiento de una verdadera democracia en la que los medios ejerzan un papel controlador de los excesos del poder. Está claro que a los gobiernos, en general, les cuesta facilitar la transparencia y que salga a la luz todo aquello que les pueda perjudicar, pero en el caso de los países mencionados va todavía más allá.
Gobiernos, organismos internacionales y ONGs deben apuntar como prioridad a esta zona del mundo en el que se está haciendo cada día más complicada la labor de informar. Este fenómeno de poner dificultades al flujo informativo cuenta con el apoyo y la connivencia de los países del llamado Socialismo del siglo XXI. Ejemplos de compra de medios por personas cercanas al Gobierno se están extendiendo en Venezuela pero también en Nicaragua, donde ya quedan tan sólo un puñado de empresas informativas independientes. Simpatizantes del partido sandinista, en el poder, se han habituado a agredir a los periodistas incómodos que no son bienvenidos en actos y comparecencias oficiales. Desde DIARIO LAS AMÉRICAS queremos ensalzar la labor de estos valientes periodistas centroamericanos.