sábado 14  de  septiembre 2024
EL JARRÓN CHINO

Las caderas de Correa

Así que no veo nada malo en que un presidente baile, se ría y se divierta. Ahora que su amiga Cristina ha salido derrotada y que el chavismo ha sido vapuleado en las urnas, es un buen momento para que reflexione y disfrute de la democracia

Por MANUEL AGUILERA

El miércoles en la noche se pudo ver a Rafael Correa, presidente de Ecuador, bailar animadamente con una mujer en un restaurante bonaerense. Un comensal grabó desde su mesa los movimientos de cadera del -casi siempre- enfadado y malhumorado líder adscrito al socialismo del siglo XXI. Finalmente ese video llegó a mi teléfono y me decidí a publicarlo como nota curiosa en el ambiente de la toma de posesión de Mauricio Macri como presidente de Argentina, motivo por el cual, Correa y otros mandatarios viajaron hasta Buenos Aires esta semana.

Quien me envió el video me contó que nadie en Ecuador se atrevería a publicar esta inocente secuencia por el temor a la reacción del presidente que ya ha demostrado maneras a la hora de amordazar y atacar a los medios de comunicación, a los que sólo entiende como canales de propaganda nunca de control a los excesos del poder político.

Así que se me ocurrió titular la información como “El video del presidente Correa que nadie se atreve a publicar”. En seguida se hizo viral y miles de personas lo compartieron en las redes sociales. Muchos aprovecharon para a atacar al polémico presidente y otros airados nos atacaban con el argumento de “¿qué hay de malo en que un presidente baile?

Evidentemente no hay nada que objetar a que un líder político le guste mover las caderas al ritmo de la música en sus ratos libres. Son muchos los ejemplos. El último fue Mauricio Macri, celebrando a lo John Travolta su triunfo frente a Scioli y el kirchnerismo. A Macri no se le da muy bien sacudir el esqueleto pero ¿qué importa? Esperamos de él algo mucho más importante: que sea un presidente para todos los argentinos y que respete a los que no piensan como él. Algo que precisamente no hizo su antecesora y que tampoco practica Correa, que ha hecho su constante vital el perseguir a adversarios políticos y periodistas críticos. Las inquinas de Correa pueden hundir tu empresa, provocar su encarcelamiento y ha generado exiliados políticos, algo impensable en un sistema democrático.

Así que no veo nada malo en que un presidente baile, se ría y se divierta. Ahora que su amiga Cristina ha salido derrotada y que el chavismo ha sido vapuleado en las urnas, es un buen momento para que reflexione y disfrute de la democracia. A mí me gusta incluso más que bailar, debatir ideas, escuchar a los que nos piensan como yo y hasta me excita cuando los ciudadanos a través de su voto consagran la alternancia en el poder.

El primer paso es recuperar la cordura y el sentido común. Algo de lo que tanto Correa como su colega Evo Morales carecen absolutamente. Sigan danzando presidentes y vayan preparándose para dejar el poder porque lo saludable es que los gobernantes tengan mandatos limitados. También es saludable que los medios tengan libertad para alabar o criticar lo que crean oportuno y que nadie se autocensure a la hora de publicar un video del presidente de su país. A ese extremo se ha llegado en Ecuador.

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