miércoles 20  de  marzo 2024
COLOMBIA

Los miedos de las Farc

Diario las Américas | CRISTHIAN MANCERA MEJÍA
Por CRISTHIAN MANCERA MEJÍA

En los últimos días hemos visto como la guerrilla de las Farc ha venido solicitando como punto neurálgico para firmar el acuerdo que el gobierno se comprometa a que no serán exterminados por grupos para-militares, que según las farc, aun operan en el país. La pregunta que surge es; ¿Quién protegerá a los colombianos de las Farc y los grupos remanentes? Es muy fácil para la guerrilla exigir que el gobierno se comprometa a evitar lo sucedido con la unión patriótica, pero lo que nadie exige es que este grupo al margen de la ley se comprometa a que la violencia realmente se va terminar cuando estos firmen el acuerdo. ¿Cómo garantizamos que todos los miembros de las farc no volverán a las armas? ¿Quién le garantiza al país que las armas que ellos argumentan van a guardar, que no serán utilizadas en más actos violentos? La respuesta es muy sencilla; nadie.

El gobierno en su afán por alcanzar la paz se ha preocupado más por debilitar las estructuras del estado colombiano para servirle a las Farc su camino hacia el poder, pero lo que no se ha preocupado por garantizar es que estos dejen de actuar en contra del pueblo que tanto dicen proteger. Por un lado, se habla de un ejército más pequeño para que proteja la paz y no la guerra, pero esto resulta muy bonito en el papel, ¿pero  en donde queda las amenazas del ELN y otros grupos? ¿Acaso ya con que las Farc se desmovilicen habrá paz en todo el país? Es claro que no. Lo único que se lograra es acabar con un grupo dejando la puerta abierta para negociar con otro grupo u otros para seguir la farsa de gobierno que tenemos en Colombia.

Las Farc le temen no solo a los supuestos para-militares que aun, según ellos, andan por el país, sino a que el país entero no elija ni a un solo representante de su movimiento político debido a los miserables e indeseables que han sido con el pueblo colombiano. Al final estos bandidos salieron premiados, se dedicaron a matar al pueblo y al final terminaron con casa, carro y beca. Pero que más se puede pedir en un país en donde se enaltece al criminal, y al ciudadano de bien si se le aplica todo el peso de la ley.

 La verdad, no sé porque le temen a los para-militares si estos, en su mayoría, han sido reducidos, o están presos en cárceles pagando penas por sus crímenes. Al menos los para-militares pagaron por sus crímenes, unos con penas privativas de la libertad que superaron los 10 años y otros con penas reducidas, pero al final pagaron sus cuentas y hubo verdad sobre muchos crímenes que estos criminales de guerra cometieron. ¿Entonces la guerrilla porque no paga igual? O ¿acaso es que Las Farc y los Para-militares mataban con balas y armas distintas? Es claro que mataban con las mismas armas y su efecto en la población ha sido el mismo. ¿Entonces porque tratarlos distinto? Eso solo lo sabe Juan Manuel Santos quien ha rendido al país ante un grupo de violentos por alcanzar su paz mentirosa.

En pocas palabras; los para-militares así se critique su proceso de paz a la cárcel fueron a dar, y las farc, con resort incluido en la habana, no pagaran ni un solo día de cárcel. Irónico, ¿no?

Son muchos los interrogantes que aún quedan por resolver, y seguramente solo se van a resolver en la práctica. Ya veremos como la paz de Juan Manuel Santos es aceptada por el pueblo cuando salga a votar por él plebiscito por la paz, y si pierde ¿que vendrá después? ¿Acaso habrá paz por decreto? El tiempo solo dirá, pero lo único cierto es que los miedos de las Farc de ser exterminados son otro sofisma de distracción para dilatar aún más el proceso de paz para seguir viaticando en la Habana a costas del pueblo colombiano. Es hora de firmar, dejar la actividad criminal, pagar por sus crímenes, y comprometerse con la paz, de lo contrario no cabe duda que será el mismo pueblo quien extermine a las Farc porque se cansara de sus mentiras llevando al país a una guerra sin fin. Es ahora o nunca señores de las Farc.

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