BRASILIA.- Muchos lo enterraron políticamente cuando fue encarcelado por corrupción, pero Luiz Inácio Lula da Silva, se convirtió en ícono de la izquierdasocialista de Brasil. Pese a la sombra de la corrupción que rodea su imagen, ahora busca un tercer mandato con la promesa de volver a aquellos días de progreso cuando posibilitó que millones de personas salieran de la pobreza.
Se llama sí mismo como un "joven de 76 años" y este 2 de octubre encara su sexta elección presidencial, frente al actual mandatario Jair Bolsonaro. Lula ha enfrentado tres derrotas, dos triunfos, busca retornar al poder en medio de una polarización en el país y en momentos que la izquierda gobierna varios países en la región.
Su carrera política
Fue dos veces presidente del gigante suramericano entre 2003 y 2010. Ganó gracia en la palestra internacional como piloto del "milagro" económico brasileño, empujado por los altos precios de las materias primas. Usó la bandera de la izquierda política en Brasil para conquistar afectos.
Orígenes
Nació en el seno de una familia empobrecida al noreste de Brasil el 27 de octubre de 1945. Es el séptimo hijo de un matrimonio analfabeto, Lula fue abandonado por su padre antes de que la familia emigrara, como millones de coterráneos, a la industrializada metrópoli de Sao Paulo.
Fue vendedor ambulante y lustrabotas en brasil. A los 14 años inició su formación de tornero, perdió un meñique al manipular una máquina y al final de la década de 1970, como líder del sindicato de los metalúrgicos, lideró una histórica huelga que desafió a la dictadura militar (1964-1985).
Disputó las presidenciales de 1989, las primeras tras la democratización del país, y luego en 1994, 1998 y 2002, cuando resultó ganador y se convirtió en el primer jefe de Estado brasileño salido de la clase obrera.
"Me hubiera gustado ser doctor, pero tuve la suerte de que ustedes me dieron el primer diploma de mi vida, el de presidente de la República", lanzó en un mitin.
Gobernó en la era socialista de América Latina, fue amigo entrañable de Hugo Chávez, dictador venezolano fallecido en marzo de 2013.
Corrupción
Lula coronó su doble mandato de izquierda consiguiendo la sede del Mundial de fútbol de 2014 y los Juegos de Rio-2016.
Pero su trayectoria política ha estado envuelta en escándalos de corrupción. Fue reelegido pese al caso del "Mensalao", una millonaria contabilidad ilegal montada por el Partido de los Trabajadores (PT) -que cofundó en 1980- para comprar el apoyo de congresistas.
Terminó igualmente envuelto en la "Lava Jato", la mayor operación anticorrupción de la historia del país, enfocada en una gigantesca red de sobornos en torno a la petrolera paraestatal Petrobras.
Fue condenado en 2017 a nueve años y medio de prisión por la obtención de un apartamento de una constructora a cambio de contratos públicos, aunque siempre defendió su inocencia.
Estuvo 19 meses en prisión. En marzo de 2021 recuperó sus derechos políticos con la anulación de su sentencia por irregularidades procesales.
Perdió a un hermano y a un nieto de siete años mientras estuvo entre rejas.
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Un simpatizante del presidente brasileño y candidato a la reelección, Jair Bolsonaro, sostiene un muñeco del candidato presidencial y expresidente (2003-2010), Luiz Inacio Lula da Silva, vestido de preso durante un mitin en Pocos de Caldas, Minas.
AFP
En íntimo
Es padre de cinco hijos y sobreviviente de cáncer, Lula se casó por tercera vez en marzo con la socióloga Rosangela da Silva, "Janja".
"Podía vivir mi vida con Janja y dejar la política", pero "tengo una causa, que es levantar los derechos del pueblo brasileño".
Lula ha monopolizado el liderazgo de la izquierda brasileña. De nueve elecciones en democracia, incluida la del domingo, solo se habrá ausentado de tres.
"Drenó un poco el oxígeno" de cualquier posible relevo generacional, explicó a la AFP Leonardo Paz, consultor para Brasil del International Crisis Group. "No dio mucho espacio para que jóvenes políticos de la izquierda crecieran".
De cualquier forma, adelantó que no aspirará a gobernar ocho años si gana.
"Todo el mundo sabe que un ciudadano con 81 años no puede querer la reelección", indicó esta semana. "La naturaleza es implacable", acotó.
FUENTE: AFP/Redacción