domingo 12  de  enero 2025
CLIMA DE TENSIÓN

Canciller de Taiwán descarta invasión china a corto plazo

El canciller taiwanés Joseph Wu minimizó la posibilidad de un ataque inminente de China, tras destacar la disuasión internacional y la importancia estratégica de Taiwán en la economía global

Por DANIEL CASTROPÉ

TAIPÉI - El canciller taiwanés Joseph Wu minimizó la posibilidad de un ataque inminente por parte de China, a pesar de la constante presión militar y económica que enfrenta la isla, según dijo este miércoles en una reunión con periodistas de Miami y Latinoamérica.

Wu enfatizó la creciente disuasión internacional, con países aliados como Estados Unidos, y la importancia estratégica de Taiwán para la economía global como factores que podrían “desincentivar” una agresión militar china.

“Creemos que es posible que China aún no haya llegado al punto de usar la fuerza contra Taiwán; ellos siguen a un antiguo filósofo militar llamado Sun Tzu, y la primera regla del ‘Arte de la Guerra’ de Sun Tzu es someter al enemigo sin luchar, es decir, evitar la guerra”, comentó.

“Por lo tanto, están aumentando la presión sobre Taiwán con la esperanza de que Taiwán ceda bajo su presión. Creo que esto es lo que China está haciendo ahora”, agregó.

Sin embargo, el canciller Wu reconoció la creciente presión militar de China, incluyendo el cruce constante de aviones de combate y la presencia de buques de guerra cerca de las aguas territoriales taiwanesas.

Aseguró que “desde agosto del año anterior”, aviones de combate de China han estado “cruzando constantemente la línea media del Estrecho de Taiwán, e incluso a veces se han acercado mucho a Taiwán”.

Según el titular de la diplomacia taiwanesa, buques de guerra chinos “ahora también se acercan a Taiwán todos los días; son entre 4, 5 o 6 buques de guerra de diferentes tipos. A veces, simplemente se detienen fuera de las 24 millas náuticas”.

El canciller desestimó además una serie de plazos para un eventual ataque de China, entre los que se cuenta uno reciente que señala a 2027 como el año en que se produciría una presunta incursión china sobre territorio de la que también se conoce como la isla de Formosa.

Para Wu, “la razón por la que se menciona específicamente el año 2027 es porque el gobierno chino de Xi Jinping ha pedido a su ejército que esté preparado para atacar Taiwán en 2027”. No obstante, a juicio del canciller, esto solo se trata de tener “una capacidad” para el momento que eventualmente se tome esa decisión.

En semanas recientes, el almirante John Aquilino, a cargo del Comando Indo-Pacífico de Estados Unidos, manifestó su opinión de que el ejército chino podría estar preparado para invadir Taiwán para el año 2027.

Según el militar estadounidense, esto se alinearía con una meta propuesta por el presidente chino, Xi Jinping, que consiste en unificar a Taiwán con la China continental mediante “el uso de la fuerza si fuera necesario”.

Wu puso de relieve que Estados Unidos, Japón, Corea del Sur, Filipinas, Australia y el Reino Unido, entre otros países, han “reforzado su presencia militar en la región” y realizado “ejercicios conjuntos” para demostrar su “compromiso con la estabilidad en el Estrecho de Taiwán”.

Acotó que Taiwán es consciente de que la “capacidad de China” es “cada vez más fuerte, de eso no hay duda”. Pero al mismo tiempo, de acuerdo con Wu, “si se mira la intención de China, todavía no se puede ver que tenga la intención de usar la fuerza para amenazar a Taiwán, o de tomar acciones militares”.

Taiwán, eslabón crucial en la economía global

Entretanto, el canciller taiwanés resaltó la importancia de Taiwán como un “actor clave en la cadena de suministro global”, especialmente en la industria de semiconductores, un aspecto que, según Wu, también podría desestimular un ataque de China por la respuesta internacional a esa acción.

“El mundo se ha dado cuenta de que Taiwán no puede caer en manos de China, porque si los semiconductores caen en manos de China, o si esta cadena de suministro sufre algún impacto, todo el mundo se verá afectado”, aseveró durante la reunión con periodistas internacionales en su despacho en Taipéi.

Conforme a sus palabras, “cada vez hay más países que comienzan a decir que la paz y la estabilidad en el Estrecho de Taiwán es una parte indispensable de la seguridad y la prosperidad globales. Esto se debe a que les preocupa que el impacto económico causado por una guerra aquí se extienda a todo el mundo, y nadie quiere que haya una guerra en Taiwán”.

Cifras expresadas por Wu indican que la isla produce el 60% de los semiconductores a nivel mundial y que más del 90% de los chips son de gama alta, convirtiendo a Taiwán en un “elemento indispensable para la economía mundial”.

Comunismo en Latinoamérica

El canciller Wu también se refirió a la “creciente” influencia de China en Latinoamérica, tras lo que expresó su preocupación por lo que llamó la “expansión del sistema autoritario chino en la región”.

“Con respecto al comunismo, que ya se ha arraigado y establecido en algunos países latinoamericanos y continúa expandiéndose, este es, sin duda, un problema que los países de América Latina deben enfrentar juntos”, clamó.

Se refirió a países como Cuba, Venezuela y Nicaragua, por sus “vínculos cada vez más estrechos con China”, en un proceso que, desde su punto de vista, es “más amplio”, que “no se limita a la región del Indo-Pacífico, sino que también se extiende al sur de Asia, África y ahora su influencia también está creciendo en América Latina”.

Apuntó que el “diseño global de China” no se centra en el mandato de Xi Jinping, “o en los próximos 3 o 5 años próximos”. “Su visión es a más largo plazo, ven el futuro en los próximos 10, 20, 30 años, donde China espera convertirse en una potencia mundial”, sumó.

En ese contexto, Wu instó a los países latinoamericanos a considerar el “modelo de desarrollo de Taiwán” como una alternativa al comunismo, destacando la democracia, el éxito económico y la sociedad dinámica de la isla.

La crisis china

Por otro lado, el jefe de la cartera diplomática taiwanesa señaló la “desaceleración económica de China” y los “errores” en las políticas gubernamentales como factores que han agravado la situación de ese país.

La “ley antiespionaje” y otras medidas de control, de acuerdo con Wu, han disuadido a inversores extranjeros, mientras que el desempleo juvenil y la crisis en el sector inmobiliario representan “desafíos internos” para el gigante asiático, a partir de la óptica del funcionario.

“A pesar de su esfuerzo por impulsar ciertas industrias en el escenario internacional, su economía [de China] se ha desacelerado rápidamente tras la pandemia y no ha logrado recuperarse”, estimó.

Complementó que el gobierno chino está tratando de aumentar la competitividad de algunas industrias mediante “grandes subsidios”, por lo que llamó a “los países pequeños, democráticos y aquellos que respetan las normas de la Organización Mundial de Comercio” a unirse para abordar “los problemas que China está causando en todo el mundo”.

Puntualizó que Taiwán ha seguido un camino diferente al de China, enfocándose en el desarrollo de la alta tecnología, sin utilizar “prácticas comerciales desleales” ni recurrir a “tácticas de presión o intimidación, como lo hace China”.

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