La carga en ambientes calurosos y la falta de ventilación figuran entre los principales riesgos para el sobrecalentamiento de los smartphones
Imagen referencial a unos smartphones.
PIXABAYMADRID - Las altas temperaturas del verano no solo afectan a las personas, sino también a los dispositivos electrónicos, en especial a los teléfonos móviles, que acompañan a los usuarios en todo momento y pueden presentar fallos de funcionamiento si se sobrecalientan. Para evitar daños, es importante seguir algunas recomendaciones básicas.
Durante la temporada estival, los teléfonos suelen utilizarse intensamente, ya sea para tomar fotos, consultar mapas o mantenerse en contacto con familiares y amigos. Sin embargo, las olas de calor, cada vez más frecuentes, pueden elevar la temperatura del dispositivo hasta niveles perjudiciales.
El sobrecalentamiento puede dañar componentes internos como la batería o la pantalla, provocar un rendimiento más lento e incluso forzar el apagado automático del dispositivo en casos extremos. Por ello, es fundamental evitar la exposición directa al sol, especialmente por periodos prolongados.
Es común dejar el teléfono sobre la toalla en la playa o en superficies expuestas al sol, como el salpicadero del coche. En estos casos, el calor se acumula rápidamente. Para prevenirlo, se recomienda guardarlo en un bolso, bajo la sombra o en el bolsillo. Si se olvida expuesto al sol, es aconsejable apagarlo por completo y retirar la funda, ya que suele estar hecha de materiales que dificultan la disipación del calor.
Otra medida útil es trasladar el dispositivo a un lugar fresco, como una encimera de piedra o una habitación con aire acondicionado. No obstante, se debe evitar enfriarlo bruscamente, por ejemplo, colocándolo en el refrigerador, ya que los cambios de temperatura repentinos pueden dañar sus componentes.
Durante la carga, también es importante vigilar la temperatura. Si el dispositivo ya está caliente, conviene desconectarlo del cargador, ya que el proceso de carga incrementa aún más su temperatura. Para una carga más segura en condiciones de calor, se puede optar por conectarlo por intervalos cortos, evitando el uso de fundas que impidan la ventilación.
Además, reducir el esfuerzo del dispositivo puede ayudar a mantenerlo fresco. Esto incluye cerrar aplicaciones en segundo plano, reducir el brillo de la pantalla, activar el modo de ahorro de energía o desconectar funciones no esenciales como Bluetooth y WiFi.
Para quienes necesiten usar el teléfono para tareas intensivas como grabar videos o jugar, existen ventiladores portátiles diseñados específicamente para estos dispositivos, que se acoplan fácilmente y ayudan a disipar el calor.
Tomar estas precauciones puede extender la vida útil del dispositivo y prevenir averías provocadas por las altas temperaturas del verano.
FUENTE: Con información de Europa Press
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