MIAMI.- REDACCIÓN
Si bien el Kremlin sigue diciendo que los bombardeos tienen como fin combatir al EI, la mayoría de los expertos en Siria están de acuerdo en que Moscú ayuda más que nada al régimen a combatir opositores para asegurar el poder de Al-Assad.
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La localidad siria de Kafr Nabudah, que hasta ahora no era muy conocida, está siendo fuertemente bombardeada según muestran videos que publicaron rebeldes sirios en internet este jueves. Así también otras localidades al norte de la ciudad de Hama. Se trata supuestamente de ataques del Ejército sirio, para nada similares a los que hacía anteriormente durante la guerra civil siria, que ya dura más de cuatro años.
Las imágenes e información recabada por varias agencias europeas como la alemana dpa indican que las tropas del presidente Bashar Al-Assad han iniciado este jueves una gran ofensiva, planeada desde hace tiempo. De acuerdo con los activistas, jets rusos llevaron adelante ataques en varios puntos, y luego los seguidores del régimen avanzaron contra los rebeldes desde distintos lugares.
Desde hace días había rumores sobre una ofensiva. Distintas fuentes informaron que miles de combatientes de las Guardias Revolucionarias iraníes y de la milicia chiita libanesa Hizbollah habían sido desplazados a Siria en apoyo de Al-Assad. De hecho, hay varios indicios de que serían iraníes los que lideran el ataque. Osama Abu Seid, asesor militar del Ejército Libre de Siria (FSA), dice que hay informaciones creíbles que lo indican, publica dpa.
"Hay fuertes combates aquí", dice un rebelde en uno de los videos del noreste del país. Con ayuda de la fuerza aérea rusa, los seguidores del régimen intentan tomar la localidad. "Pero destruimos hasta ahora más de tres tanques", afirma.
Ayuda de Rusia e Irán
Al-Assad debe agradecer que sus tropas puedan emprender una ofensiva a Moscú y Teherán, los aliados más fieles del régimen sirio. Los dos países buscan evitar una caída del Gobierno sirio y la pérdida de su influencia en la región. Si Irán no hubiera apoyado a Al-Assad desde hace tiempo con petróleo, créditos millonarios y ayuda militar, probablemente el presidente sirio hubiera caído hace mucho. El Ejército sirio está demasiado golpeado después de cuatro años de combates como para poder lograr solo victorias en tierra, analiza la agencia alemana.
Desde que Rusia comenzó a llevar adelante ataques aéreos en Siria hace una semana, se ven cada vez con mayor claridad los objetivos de esta intervención militar. Si bien el Kremlin sigue diciendo igual que antes que los bombardeos tienen como fin combatir al EI, la mayoría de los expertos en Siria están de acuerdo en que Moscú ayuda más que nada al régimen a combatir opositores para asegurar el poder de Al-Assad.
La mayoría de los ataques de los aviones rusos estuvieron dirigidos hasta ahora a zonas bajo control de los rebeldes, que luchan contra Al-Assad pero también contra EI. También la ofensiva terrestre se dirige contra estas fuerzas. El territorio al norte de Hama es dominado por una alianza de distintos grupos, entre los que hay, además de moderados como las brigadas de la FSA, integrantes del Frente Al Nusra radical y ramas sirias de la red terrorista Al Qaida. Para el Gobierno, son todos "terroristas".
Objetivos de Assad
En la primera mitad de año, esta alianza, con el nombre de Jaish Al-Fatah, propinó una dura derrota al régimen y conquistó casi toda la provincia de Idlib. Desde entonces, los rebeldes amenazan la franja alrededor de la ciudad costera de Latakia, un bastión de Al-Assad, y no sólo porque la familia gobernante proviene de ahí. Latakia es tan importante para el régimen que ya hubo rumores de que el gobierno podría ser trasladado allí en caso de que Damasco ya no sea segura. En caso de caer Latakia, el régimen ya no podría sostenerse.
¿Puede la ofensiva cambiar la suerte de Al-Assad? Hay dudas sobre ello. Los rebeldes son combatientes experimentados, la mayoría de ellos sirios luchan por su país y están motivados. El analista militar Riad Jawadshi dice que llevan adelante tácticas de guerra convencionales así como otras de guerrilla. "No va a ser fácil para los rusos y sus aliados. Podrán correr a los rebeldes, ¿pero podrán asegurar los territorios en medio de un ambiente hostil?".
También es probable que Arabia Saudí, Qatar y Turquía no miren inactivos los desarrollos en Siria siendo los aliados más fieles de los rebeldes. La intervención de Rusia podría más bien llevar a los tres países a aumentar su ayuda a los opositores. En caso de que eso suceda, la guerra civil siria podría volverse más sangrienta. Riad Jawadshi está seguro: "Los combates actuales sólo son una etapa de un conflicto mucho más largo y grande".
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