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MIAMI.- Se veía venir. Al menos eso opinan muchos analistas en la prensa española: Mariano Rajoy era acechado por todos los partidos políticos y algunos de ellos terminarían con juntarse, de alguna manera, para derribar del caballo al jinete de La Moncloa, acorde a las normas de la Constitución española.
Pedro Sánchez, secretario general del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), ha sido investido presidente del Gobierno español al lograr que prospere en el Congreso de los Diputados la maniobra política de moción de censura presentada contra Rajoy y el Partido Popular.
“Ya lo intentó Podemos, el año pasado, cuando propuso una moción en contra de Rajoy, por lo que llamaron saqueo de las administraciones públicas, pero no prosperó, y la semana pasada Sánchez vio la oportunidad perfecta de entrar en la ecuación política del país cuando la Audiencia Nacional dictó la peor sentencia que podía esperar Rajoy por el caso Gürtel”, argumentó a DIARIO LAS AMÉRICAS Ferran Espaser, profesor de derecho de la Universidad de Lleida.
Se trata del fallo judicial por las prácticas corruptas cometidas entre 1999 y el 2005, que condena al extesorero de Rajoy, Luis Bárcenas, a 33 años de cárcel y al empresario Francisco Correa a 52, en el que se plantea que el empresario y el PP tejieron "un auténtico y eficaz sistema de corrupción institucional" a través de la "manipulación de la contratación pública central, autonómica y local".
“No lo dudo. Aquí (en España) la corrupción llega a los tuétanos y la única manera de erradicarla es combatiéndola, no mirando al otro lado como hacía Rajoy”, comentó el profesor.
En una breve intervención ante el Congreso, Rajoy dijo que aceptaba como demócrata el resultado de la moción pero que no estaba de acuerdo con “lo que se ha hecho”.
Consideró incluso un honor haber presidido el Gobierno español y también dejar una España mejor que la que encontró, en plena crisis económica, con un nivel de desempleo que superaba el 21 por ciento.
“Ojalá mi sustituto pueda decir lo mismo”, reclamó Rajoy, al aludir que el país está hoy “mucho mejor que antes”, cuando los españoles emigraban en busca de empleo y los bancos desahuciaban a miles por no poder pagar las hipotecas.
Políticos
Según los sondeos más recientes, Sánchez y los socialistas apenas figuran en la tercera posición como fuerza política y han logrado salir airosos con una jugada política que “reunió todos los odios contra Rajoy”.
“Sánchez ha recuperado en una semana todo lo que el PSOE había perdido en los últimos años y ha tomado la iniciativa para manejar la agenda política ante las agraves acusaciones de corrupción contra el PP”, recordó el académico.
El nuevo presidente ha dicho que abrirá “un proceso de diálogo” con los separatistas catalanes, en el marco de la Constitución y el Estatuto, y que convocaría elecciones, aunque no precisó la fecha.
No obstante, son muchos los que anticipan un gobierno débil. Sánchez sólo cuenta con 84 diputados, frente a 134 del PP, de los 350 que tiene el Congreso.
“Esta situación podría obligar a Sánchez a claudicar, no sólo negociar, con partidos que piensan diferente al PSOE, como Podemos, Esquerra Republicana de Catalunya y quién sabe si Ciudadanos otra vez”, señaló Espaser.
Y dijo más: “Creo que este nuevo Gobierno va a durar poco tiempo. Tal vez meses”.
Otros cuestionan si no hubiera sido mejor negociar una fecha para convocar elecciones generales y dejar a sí a los votantes decidir quién debe marchar al frente del proceso de estabilización.
“Habría sido lo más razonable pero ante la inmovilidad de Ciudadanos y la mala racha de Podemos, Sánchez vio la oportunidad política de saltar al ruedo y convertirse en el líder de la regeneración”, aseveró.