CARACAS.- REDACCIÓN
Naciones como Bulgaria, Kirguistán, Nigeria Egipto, Gambia, Arabia Saudí, Irak, Rusia, Irán e Indonesia, mantienen una fuerte represión ante la comunidad LGTB
CARACAS.- REDACCIÓN
Este 17 de mayo se conmemora el Día Mundial Contra la Homofobia y la Transfobia luego que en 1990 Asamblea General de la Organización Mundial de la Salud (OMS) borrara la homosexualidad de la lista de trastornos mentales. A partir de ese momento hasta hoy, la comunidad de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Personas Transgénero (LGTB) LGTB ha librado un sinfín de batalles y ha celebrado la conquista de derechos como el matrimonio igualitario en algunos países del mundo.
En Latinoamérica Colombia, Argentina, Uruguay y Brasil han aprobado la paridad de sexo y han autorizado que la unión civil entre personas del mismo sexo. En Venezuela la Asamblea Nacional, electa por votación directa, cuenta con la primera diputada transexual.
Uruguay tenía permitido la unión civil desde 2008 y adopción desde 2009, sin embargo, no fue hasta el 2013 – bajo el gobierno de José "Pepe" Mujica cuando se aprobó el matrimonio. Algo similar ocurrió en Colombia, pues el pasado 07 de abril se aprobó el matrimonio aunque desde el 2007 ya estaban las uniones civiles.
La primera unión gay en el mundo se realizó en Holanda hace 15 años. A partir de ahí suman 22 países los que han legalizado el derecho. Sin embargo, naciones como Bulgaria, Kirguistán, Nigeria Egipto, Gambia, Arabia Saudí, Irak, Rusia, Irán e Indonesia, mantienen una fuerte represión ante la comunidad LGTB.
La batalla religiosa es una de la más fuerte. Pues, bajo los parámetros de la fe se ha hecho cuesta arriba la aceptación de la homosexualidad. El papa Francisco, representante mundial de la Iglesia Católica a nivel mundial, ha fijado posición al respecto.
"La persona no se define tan sólo por su tendencia sexual: no olvidemos que somos todos criaturas amadas por Dios, destinatarias de su infinito amor. Yo prefiero que las personas homosexuales vengan a confesarse, que permanezcan cerca del Señor, que podamos rezar juntos. Puedes aconsejarles la oración, la buena voluntad, señalarles el camino, acompañarlos", ha manifestado Francisco en el libro El nombre de Dios es Misericordia.
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