MIAMI.- RUI FERREIRA
Especial
El presidente galo Francois Hollande ha lanzado una ofensiva diplomática que busca movilizar a los aliados y crear una alianza parecida a la que derrotó a la Alemania Nazi en 1945
MIAMI.- RUI FERREIRA
Especial
Tras los atentados terroristas de la semana pasada en París, el presidente galo Francois Hollande ha lanzado una ofensiva diplomática que busca movilizar a los aliados y crear una alianza parecida a la que derrotó a la Alemania Nazi en 1945.
Hollande ha anunciado que el 24 de noviembre se desplazará a Washington para conversar con el presidente Barack Obama y, de ahí, volará a Moscú para entrevistarse con el mandatario ruso Vladimir Putin quien, en las últimas horas ha dado órdenes a sus tropas estacionadas en Siria y fuerzas navales en el Mediterráneo de que colaboren con la armada francesa que ha sido enviada de urgencia a la región con el portaviones Charles De Gaulle a la cabeza.
La formación de la coalición no es una idea nueva, de hecho funcionó durante el alzamiento en Libia enmarcada en la OTAN, pero nunca se ha logrado formarla en el caso sirio, una región de fuerte influencia histórica francesa. Hizo falta 132 muertos y 352 heridos en París para, al parecer, comenzar a discutir el asunto.
En este marco, Hollande ha apelado, por primera vez en Europa, a la aplicación de la llamada ‘cláusula de solidaridad’, el artículo 42.7 del Tratado de la Unión, que obliga a los estados miembros de la Unión Europea a movilizarse en defensa de un integrante de la entidad.
El articulo dice que “si un estado miembro es objeto de una agresión armada en su territorio, los demás estados le deberán prestar ayuda con todos los medios a su alcance, de acuerdo (también) con el artículo 51 de la Carta de Naciones Unidas”.
El problema es que el alcance de ese llamado, aunque obligatorio, es por ahora una incógnita. Todos los estados miembros dieron un paso al frente pero apenas en términos políticos ya que ninguno ha presentado planes concretos ni está prevista, de momento, una reunión a nivel de ministros de Defensa y, mucho menos, de jefes de Gobierno.
Cada nación elige
Cada país deberá decidir por sí solo qué hacer en este caso y, lo más probable, es que barajen la situación en términos de seguridad más propia que colectiva. Principalmente teniendo en cuenta que la Unión Europea (UE) ha obligado a los estados miembros a recibir su cuota de refugiados de la guerra civil en Siria.
Lo cierto es que el propio Hollande tampoco sabe qué hacer, más allá de aspirar a que los 28 estados miembros se involucren a profundidad en la guerra contra el Estado Islámico. Lo curioso de esto, es que, tal como sucedió en el caso libio, Francia no ha apelado al artículo V de la OTAN que desencadena de inmediato una unión conjunta y que tendría que estar encabezada por Estados Unidos como ‘comandante’ de la organizaron militar occidental.
“Francia pide ayuda y asistencia de toda Europa, y toda Europa, unida, responde que sí. La Unión Europea (…) expresa de manera unánime su apoyo total y disposición en conceder toda la ayuda y asistencia requerida y necesaria”, ha dicho la vice presidenta de la Comisión Europea y canciller de la UE, la italiana Federica Mogherini.
Miedo a entrar en combate
De todos modos, por muy buenas intenciones que tengan los estados miembros, lo cierto es que en muchos gobiernos existe una cierta reticencia en involucrarse a nivel militar ante el temor de retaliaciones.
Es por ello que la opción más viable para Hollande es volcarse hacia Estados Unidos y Rusia, las dos superpotencias. Moscú ha dicho ya que va a colaborar con las fuerzas francesas que comenzaron sus ataques aéreos contra el Estado Islámico, mientras que Estados Unidos han mantenido una postura más cautelosa que le ha valido a Obama muchas críticas de la oposición republicana, que lo acusa de no ejercer el liderazgo necesario en un momento crítico internacional.
El martes, la Casa Blanca dijo en un comunicado que la visita del mandatario galo a Washington “será una muestra de amistad y solidaridad entre Estados Unidos y Francia, nuestro más antiguo aliado. El presidente Obama y el presidente Hollande se consultaran mutuamente y coordinarán nuestros esfuerzos para ayudar a Francia en la investigación de estos ataques, conversaran sobre como cooperar en el marco de la coalición (contra ISIS) compuesta por 65 estados y reiteraran nuestra determinación común de enfrentar este repunte del terrorismo”.
Al contrario de Putin, el comunicado de la Casa Blanca no contiene una sola línea un posible apoyo militar, léase solados en el terreno o ataques aéreos, al contrario de Moscú que el fin de semana desplegó, por primera vez, sus bombarderos de largo alcance que atacaron posiciones del Estado Islámico con bombas de grueso calibre teleguiadas por rayos láser y la versión rusa de misiles Tomahawk.
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