La noticia ha convulsionado al mundo, el gobierno de Argelia abandonó a más de 13.000 migrantes en el desierto del Sahara, los obligó a caminar bajo el inclemente sol sin agua ni comida con la amenaza de con rifles AK-47 apuntando la cabeza de las vìctimas.
La cifra es la suma que resulta de una operación constante que han ejecutado Argelia en los últimos 14 meses contra hombres, mujeres y niños. No todos sobreviven, muchos se extravían en las dunas de arena.
La medida a sido fuertemente criticada pues, atenta contra los Derechos Humanos. A Nìger, el destino de la mayoría de los expulsados, se llega luego de caminar 15 kiómetros por un desolado territorio.
“Había cadáveres de mujeres, hombres… Otras personas se extravían en el desierto porque no conocen el camino”, relató un testigo a las agencias de noticias.
La mayoría de las vìctimas desaparecieron en el desierto. Algunos dan tumbos sin saber a dónde ir, con la esperanza que algún campamento de la ONU los rescate y les salve la vida.
Kamara, una migrante relató a agencias de noticia que debió pasar dos noches a la nterperperie. No está segura de su relato pues, asegura haber perdido la moción del tiempo. indicó que el recorrido lo empezó estando embarazada pero las condiciones adversas la hicieron perder el embarazo. "Perdí a mi hijo, mi bebé".
FUENTE: REDACCIÓN