La realidad contrasta con la retórica: la joven con el oído sangrante tuvo dos accesos a urgencias, cero diagnóstico y su padre tuvo que pagar más de 40 euros por una consulta infructuosa, según reportó el pasado 6 de agosto el medio local Gazzetta del Sud.
Este testimonio no es excepción sino síntoma de un sistema sanitario colapsado, en donde incluso se puede perder la vida, como sucedió con Antonio Maio. Un joven obrero de 33 años que el pasado viernes 25 de julio murió en el hospital de Praia a Mare: según reconstrucción de medios locales, se habría sentido mal mientras trabajaba bajo las altas temperaturas del verano y decidió trasladarse autónomamente a urgencias, de donde no salió con vida. Hoy dos médicos cubanos se encuentran bajo investigación por “homicidio culposo” (además del empleador, una anestesista que intervino y tres enfermeros italianos) debido a presunta “negligencia médica”. Al momento, la investigación judicial está en curso y bajo secreto, según Ansa. No es el único caso de fallecimiento con médicos cubanos bajo investigación de la Fiscalía.
El ex presidente regional Agazio Loiero —quien gobernó Calabria entre 2005 y 2010 y fue ministro en los gobiernos D’Alema y Amato— resume la situación del sistema sanitario calabrés con crudeza: en los servicios de “urgencias la gente muere esperando ser atendidos. Hace dos semanas, un amigo mío de Stalettì falleció tras pasar ocho horas en urgencias. Tiempos de espera insoportables para citas con especialistas y pruebas diagnósticas”, escribió en un artículo publicado en Catanzaro Informa el 07 de agosto, luego del fallecimiento de Antonio.
Occhiuto, el rey desnudo
En paralelo, Roberto Occhiuto, el artífice de la llegada de los médicos cubanos a Calabria (sur de Italia), anunció su dimisión como presidente de la Región el pasado 31 de julio. El 8 de agosto el Consejo Regional se disolvió y se abrió la ventana para ir a las urnas el 05 y 06 de octubre. La decisión llegó tras una investigación formal de la Fiscalía de Catanzaro por presunta corrupción y malversación de fondos. Un proceso penal que también involucra al presidente de los Ferrocarriles de Calabria, Ernesto Ferraro, y al ex socio de Occhiuto, Paolo Posteraro, quien era hasta hace poco jefe de gabinete de la subsecretaria Matilde Siracusano, pareja del gobernador.
¿Es la dimisión una vía de escape judicial? No. Su renuncia no frena ni extingue el procedimiento penal. La investigación sigue su curso y el calendario electoral se separa del judicial. Occhiuto lo presenta como una salida política ante la “parálisis administrativa” y dice que se volverá a presentar en las elecciones regionales; la oposición y parte de la prensa lo leen como una estrategia política para capitalizar el voto antes de que avance el caso.
Lo cierto es que, Roberto Occhiuto está en campaña electoral y los médicos cubanos son su trofeo: en su último gran mitin público, realizado en medio de un evento local de su partido “Forza Italia”, vale acotar de centro derecha y parte de la coalición del gobierno Meloni, se atribuyó haber demostrado que “en Calabria se puede gobernar la sanidad” y puntualizó que sin “más de 400 médicos cubanos” los hospitales habrían cerrado. Sin embargo, la realidad desmiente la autocomplacencia.
El Diario Las Américas conversó en exclusiva con Eugenio Corcioni, quien fue presidente del Colegio de Médicos de Cosenza hasta el pasado 31 de diciembre de 2024, que desmiente la visión optimista del ex gobernador sobre la sanidad calabresa. “Son los números los que hablan contra Occhiuto, no ha mejorado nada en estos cuatro años” y, en algunos casos, “servicios esenciales han empeorado de forma drástica”.
De hecho, los datos de los Niveles Esenciales de Asistencia (LEA, Livelli Essenziali di Assistenza) del año 2023 confirman que Calabria es la última región de Italia en calidad y acceso a los servicios sanitarios. Al mejor estilo de la célebre parábola de Hans Christian Andersen, las cifras dejan al desnudo al rey Occhiutto: con un puntaje global de 153,46 sobre 300, muy por debajo del umbral de cumplimiento, la región no garantiza derechos mínimos en prevención, asistencia territorial y hospitalaria.
“Ya no es solo un problema político: es un fracaso administrativo estructural”, denunció Massimo Misiti, secretario del Colegio Italiano de Cirujanos (CIC). Acusó a una burocracia “lenta, opaca e ineficiente” de bloquear cualquier reforma. Algo inexplicable en una región en donde el presidente ha tenido plenos poderes decisionales desde el año 2021, cuando fue nombrado a su vez comisario de la sanidad regional. El dirigente gremial reclamó una “nueva clase dirigente sanitaria” y el fin de la protección política de las ineficiencias.
Incluso el periódico italiano de tendencia comunista “Il Manifesto” confirma la gravedad de la situación de la asistencia sanitaria regional: “Calabria es la región con mayor número de emigraciones por motivos de salud: destina 304,8 millones de euros anuales a otras regiones para los residentes que buscan tratamiento en otros centros italianos. La esperanza de vida es más corta: el 7,3 % de la población no recibe tratamiento, y los niños tienen una esperanza de vida tres años menor que la de sus coetáneos del norte”.
El ex presidente del Colegio de Médicos de Cosenza resume la situación con dos ideas centrales: “Hay menos seguridad para el ciudadano” y, en consecuencia, “la emigración sanitaria no solo no ha disminuido, ha aumentado”, incluso para operaciones comunes. Afirma que solo el hospital de Germaneto en Catanzaro tiene condiciones dignas, mientras “todos los demás están viejos y en pésimas condiciones”.
En los hospitales, los recursos humanos están “por debajo del mínimo”, la gestión es “arrogante y poco participativa” y la vida laboral de médicos y enfermeros “se ha vuelto intolerable” por el hostil ambiente de trabajo; empeorada, además, por problemas como sistemas informáticos ineficientes que retrasan el trabajo en lugar de semplificarlo y multiplican la medicina defensiva. “La gente intenta huir, literalmente”, dijo.
Sin embargo, Occhiuto en su último mitin insistió que el problema era la escasez de médicos italianos y el bloqueo de las contrataciones de las administraciones anteriores. A lo que Eugenio Corcioni replicó que “tal carencia no existe”, el problema son las precarias condiciones de trabajo. “hoy un médico italiano, si quiere trabajar, tiene donde elegir y muy a menudo cobra más”.
Muchos profesionales optan por trasladarse a regiones del centro y norte de Italia o incluso al extranjero, atraídos por condiciones laborales más estables y salarios más altos. Otros prefieren trabajar en las cooperativas que luego prestan servicio en los hospitales públicos para cubrir la carencia de personal: son los llamados médicos “a gettone”, una especie de outsourcing privado que se difundió en los tiempos de la pandemia. Así, mientras que un médico contratado en el sistema público costaba un máximo de 7 mil euros brutos al mes, el mismo profesional trabajando a través de una cooperativa privada y por las mismas horas puede costar hasta 50 mil euros al mes al SSN, según datos de LaC News24.
Además, el consejero regional y jefe del Movimiento 5 Estrellas (partido de izquierda), Davide Tavernise, denunció que “ante la llegada de los médicos cubanos Occhiuto no hizo nada para acelerar y desbloquear los concursos -para la contratación de nuevo personal sanitario- que están estancados”. Situación que fue confirmada por el ex presidente del Colegio de Médicos de Cosenza, explicando que un concurso puede durar incluso más de seis años, mientras que “si se quiere puede durar pocas semanas”.
Corcioni también puso en evidencia el bloqueo de la carrera hospitalaria -otra causa de la falta de médicos- por la obligación de que los jefes de servicio sean universitarios y algunos nombramientos recaen en personas “de avanzada edad” sin concurso real, es decir a dedo. “El resultado es un sistema sanitario desorganizado, de baja calidad, con fuga de pacientes y profesionales. Esa es la realidad”.
Médicos cubanos en fuga
El proyecto de cooperación de la Región Calabria con Cuba, acordado en 2022 con una disponibilidad de hasta 497 médicos hasta el año 2027 y con 372 en servicio en 27 hospitales (no más de 400 como aseguró Occhiuto en su reciente aparición pública), se ha resquebrajado por bajas, traslados y retornos no cumplidos tras las vacaciones. “El viaje a Italia se materializa como una gran oportunidad para cambiar de vida y escapar del régimen, a pesar de los estrictos controles a los que están sometidos”, afirmó el periodista italiano Luca Latella.
Se cuentan al menos diez deserciones, de las cuales siete han sido corroboradas por LaC News24. En Vibo Valentia, un ortopedista cubano dejó el hospital público Jazzolino para trabajar en una clínica privada cercana (Villa dei Gerani). Cinco han escapado: trabajaban en los hospitales de Corigliano Rossano, Paola y Cetraro; y el comisario de la ASP de Vibo, Vittorio Valetia, confirmó que otro médico del Jazzolino habría escapado para dirigirse a España, pero habría sido detenido en el aeropuerto junto a su pareja (otro médico en servicio en Calabria). Se habla de una baja por matrimonio, lo cual evitaría el regreso del médico a Cuba. Más otros tres que trabajaban en la zona de Locride que habrían sido contratados por una residencia para ancianos de la provincia de Cosenza.
El caso ha suscitado una fuerte atención política: el 23 de julio de 2025, el consejero regional Ernesto Francesco Alecci (Partido Democrático, centro izquierda) presentó una interpelación dirigida a quien era en ese momento el presidente de la Región, Roberto Occhiuto, anunciando que "los números no cuadran" y pidiendo claridad sobre cuántos médicos cubanos están realmente en servicio, cuántos se han ido y en qué condiciones salariales trabajan.
Más allá de las cifras de plantilla, persiste la controversia sobre el régimen laboral. Investigaciones periodísticas locales y de medios internacionales críticos del régimen cubano han documentado recortes de hasta el 70-77% sobre salarios brutos abonados por Calabria, con el grueso retenido por la Comercializadora de Servicios Médicos Cubanos (CSMC).
El Estado italiano gasta 4700 € brutos al mes por cada médico cubano. Hasta noviembre del 2022, el acuerdo estipulaba que una parte significativa (3500 €) se asignaría a la empresa cubana CSMC. Luego de numerosas críticas y denuncias, el acuerdo fue cambiado y Calabria paga directamente cada médico, de acuerdo con las leyes italianas. Pero, en paralelo, presuntamente existe otro acuerdo impuesto por La Habana al médico, que obliga a entregar buena parte del salario. Esto explicaría las deserciones hacia el sector privado o hacia España, en donde no tienen la limitación del idioma.
Y aunque el régimen cubano ha intentado lavarse la cara ante los medios italianos con declaraciones de voceros de la misión médica, asegurando que las aportaciones económicas de los médicos al gobierno de Cuba son voluntarias, las protestas no se han hecho esperar. Lo más paradójico es que las denuncias de ilegalidad vienen de representantes de la izquierda, mientras los partidos de la coalición de derecha del gobierno Meloni se mantienen en silencio.
“¿La Región Calabria, gobernada por la centroderecha, sostiene indirectamente a un régimen totalitario como el de Cuba? ¿Los médicos cubanos reclutados en los hospitales calabreses están siendo explotados por la agencia gubernamental cubana en violación de las normas laborales vigentes en la Unión Europea? No pongo en duda la utilidad de estos médicos (aunque me pregunto qué está impidiendo que trabajen “nuestros” jóvenes graduados y especialistas), pero la gravedad de las acusaciones que provienen de los opositores del régimen castrista exige una operación de verdad a la que, considero, el presidente Occhiuto no puede sustraerse”, puntualizó Mimmo Tallini, ex presidente del Consejo Regional de Calabria
Exigió una investigación profunda que aclare a dónde van a parar los fondos públicos calabreses y poner fin a la presencia de los médicos cubanos en la región. “La Región Calabria debe acelerar todos los procedimientos para contratar a jóvenes médicos calabreses, poniendo fin a esta experiencia con los médicos cubanos, que no han contribuido a mejorar la calidad de la salud sino únicamente a las arcas del Partido Comunista cubano”, concluyó el exponente de Noi Moderati, al momento el único de la coalición de centro-derecha que ha rechazado públicamente la presencia de la misión médica cubana en Italia.