MIAMI – El Parlamento Europeo aprobó el 19 de septiembre de 2019, una resolución “Memoria Histórica Europea”, en la que destaca la importancia de esa memoria para el futuro del continente, y en la que condena los crímenes cometidos por el comunismo en Europa.
La resolución que en ese entonces no tuvo mucha difusión de los medios de España, fue promovida por eurodiputados, cuyos países han vivido los desmanes del comunismo, fundamentalmente en Europa del Este. El documento oficial fue aprobado con motivo del "80 aniversario del estallido de la Segunda Guerra Mundial".
La resolución condena toda manifestación y propagación de “ideologías totalitarias, como el comunismo, el nazismo y el estalinismo”.
“Deben mantenerse vivos los recuerdos del trágico pasado de Europa, con el fin de honrar la memoria de las víctimas, condenar a los autores y establecer las bases para una reconciliación basada en la verdad y la memoria”.
En el documento, el Parlamento Europeo “pide a todos los Estados miembros de la Unión Europea, incluida España, que hagan una evaluación clara y basada en principios de los crímenes y los actos de agresión perpetrados por los regímenes comunistas” y “pide a todos los Estados miembros que conmemoren el 23 de agosto como Día Europeo Conmemorativo de las Víctimas del Estalinismo y del Nazismo a escala tanto nacional como de la Unión”, además de señalar que en algunos Estados miembros siguen existiendo en espacios públicos (parques, plazas, calles, etc.), monumentos y lugares conmemorativos que ensalzan los regímenes comunistas.
Expresa su profundo respeto por cada una de las víctimas de estos regímenes totalitarios y pide a todas las instituciones y agentes de la Unión que hagan todo lo posible para asegurarse de que los atroces crímenes totalitarios contra la humanidad y las graves violaciones sistemáticas de los derechos humanos sean recordados y llevados ante los tribunales, y que garanticen que estos crímenes no vuelvan a repetirse jamás; hace hincapié en la importancia de mantener viva la memoria del pasado, puesto que no puede haber reconciliación sin memoria, y reafirma su posición unida contra todo régimen totalitario sea cual sea su ideología de base.
La resolución solicita implementar una cultura común de memoria histórica que rechace los crímenes de los regímenes fascistas y estalinistas, y de otros regímenes totalitarios y autoritarios del pasado, como medio para fomentar, en particular entre las generaciones más jóvenes, la resiliencia ante las amenazas modernas que se ciernen sobre la democracia; anima a los Estados miembros a promover, a través de la cultura en general, la educación relativa a la diversidad de nuestra sociedad y nuestra historia común, incluida la enseñanza de las atrocidades de la Segunda Guerra Mundial, como el Holocausto, y la deshumanización sistemática de sus víctimas durante años
Igualmente, pide a todos los Estados miembros de la Unión Europea que hagan una evaluación clara y basada en principios de los crímenes y los actos de agresión perpetrados por los regímenes comunistas totalitarios y el régimen nazi.
Al mismo tiempo pide a los Estados miembros que condenen y contrarresten todas las formas de negación del Holocausto, incluidas la trivialización y la minimización de los crímenes cometidos por los nazis y sus colaboradores, y que eviten su banalización en el discurso político y en los medios de comunicación.
Destaca que el trágico pasado de Europa debe seguir sirviendo de inspiración moral y política para afrontar los retos del mundo actual.