CIUDAD DEL VATICANO.-EFE
El pontífice confesó que le "gusta bendecir las manos de los médicos como signo de reconocimiento a esa compasión que se hace caricia de salud"
CIUDAD DEL VATICANO.-EFE
El papa Francisco pidió este jueves a los médicos que ante el sufrimiento de los enfermos no cedan "a la tentación funcionalista de aplicar soluciones rápidas y drásticas, movidos por una falsa compasión", al recibir en audiencia a representantes de la profesión en España, Portugal y Latinoamérica.
El pontífice subrayó que "no faltan quienes se escudan en una supuesta compasión para justificar y aprobar la muerte de un enfermo".
Durante la audiencia celebrada en la Sala Clementina, el papa explicó a los médicos que "la fragilidad, el dolor y la enfermedad son una dura prueba para todos, también para el personal médico, son un llamado a la paciencia".
"No se puede ceder a la tentación funcionalista de aplicar soluciones rápidas y drásticas, movidos por una falsa compasión o por meros criterios de eficiencia y ahorro económico", pues "está en juego la dignidad de la vida humana", añadió.
Según Francisco, "la verdadera compasión no margina a nadie, ni la humilla, ni la excluye, ni mucho menos considera como algo bueno su desaparición".
Francisco recordó que este año la Iglesia Católica celebra el Jubileo de la Misericordia y que "esta es una buena ocasión para manifestar reconocimiento y gratitud a todos los profesionales de la sanidad que, con su dedicación, cercanía y profesionalidad a las personas que padecen una enfermedad, pueden convertirse en verdadera personificación de la misericordia".
Subrayó que "el compromiso del médico no sólo se apoya en su ciencia y competencia técnica, sino principalmente en su actitud compasiva y misericordiosa hacia los que sufren en el cuerpo y en el espíritu".
Para Francisco, "en nuestra cultura tecnológica e individualista, la compasión no siempre es bien vista y en ocasiones, hasta se la desprecia porque significa someter a la persona que la recibe a una humillación".
El papa reiteró sus criticas a lo que define como "cultura del descarte", que "rechaza y desprecia a las personas que no cumplen con determinados cánones de salud, de belleza o de utilidad".
El pontífice confesó que le "gusta bendecir las manos de los médicos como signo de reconocimiento a esa compasión que se hace caricia de salud".
Al despedirse, Jorge Bergoglio agradeció a los médicos "el esfuerzo que realizan para dignificar cada día más su profesión y para acompañar, cuidar y valorizar el inmenso don que significan las personas que sufren a causa de la enfermedad".
Antes del discurso del papa tomó la palabra el presidente de la Organización Médica Colegial (OMC) de España, Juan José Rodríguez Sendín.
Rodríguez Sendín hizo entrega a Francisco de la "Carta de Identidad y Principios de la Profesión Médica Latino-Iberoamericana", aprobada recientemente por las 43 organizaciones médicas de 21 países en la Confederación Médico Latino-Iberoamericana.
En el documento, las instituciones médicas latino-iberoamericanas manifiestan su compromiso incondicional de "atender sin discriminación de ninguna naturaleza a las necesidades de salud de los pacientes".
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