sábado 15  de  febrero 2025
economía

Productores de aceituna negra española aseguran que aranceles de Trump harán estragos

"Algunas empresas están perdiendo el 20 por ciento de su producción y han tenido que hacer ya ajustes de plantilla", explica a dpa Antonio de Mora, secretario general de la Asociación Española de Exportadores e Industriales de Aceitunas de Mesa (Asemesa)

BRUSELAS.- La ministra de Industria, Comercio y Turismo, María Reyes Maroto, instó hoy a acudir a la Organización Mundial del Comercio (OMC) si este martes se ratifican los aranceles estadounidenses a la aceituna de mesa española.

"Hemos pedido, como país, la importancia de ir a la OMC. Nos parece que es un ataque de forma indirecta también a la Política Agraria Común y que la forma de defendernos es ir a la OMC", declaró tras reunirse en Bruselas con la comisaria europea de Comercio, Cecilia Malmström, a quien dijo haber manifestado esa posición.

En cualquier caso, llamó a analizar en primer lugar los detalles de la medida tarifaria si mañana recibe el visto bueno definitivo de las autoridades estadounidenses.

El departamento de Comercio de EEUU adoptó el 12 de junio la decisión de aumentar los aranceles de entrada en su territorio de la aceituna negra española, que pasaron del 21,60 % a un 34,75 %.

Entonces, Bruselas no tomó medidas de represalia automáticas, como sí hizo con los gravámenes al acero y al aluminio semanas antes, ya que esta medida aún no está ratificada por la Comisión de Comercio Internacional (CTI) de Estados Unidos, la encargada de anunciar una decisión final este 24 de julio.

Industria afectada

La imposición de aranceles por parte de Estados Unidos a la aceituna negra española está provocando ya estragos en el sector, que ve cómo sus pedidos caen y su empleo se resiente especialmente en el sur de España.

"Algunas empresas están perdiendo el 20 por ciento de su producción y han tenido que hacer ya ajustes de plantilla", explica a dpa Antonio de Mora, secretario general de la Asociación Española de Exportadores e Industriales de Aceitunas de Mesa (Asemesa).

La mayor parte de la producción se concentra en Andalucía, una de las regiones españolas más golpeadas por el desempleo. En total, la aceituna negra genera unos 8.000 puestos de trabajo directos y otros tantos indirectos, además de contrataciones temporales para la recogida del fruto entre septiembre y octubre.

"Es un gran golpe", insiste De Mora. "Y es a partir de ahora cuando vamos a ver los efectos más negativos. Estados Unidos es el principal mercado de la aceituna de España, que asciende a unos 70 millones de euros. Creemos que no va a suponer el hundimiento total del sector, pero va a tener muchas consecuencias".

Las cartas están echadas. El 10 de julio, la Comisión Internacional de Comercio (USITC), una agencia federal estadounidense independiente del Departamento de Comercio, determinó que la importación de las aceitunas españolas daña la industria estadounidense.

Había estado investigando en paralelo al Departamento de Comercio y llegó a la misma conclusión que éste: las olivas españolas reciben subsidios y se venden en Estados Unidos por debajo de su valor.

Ese pronunciamiento era la luz verde que se necesitaba legalmente para confirmar el anuncio, hecho un mes atrás por Comercio, de imponer a la aceituna española un arancel medio antisubsidios del 14,75 por ciento y otro medio antidumping de casi el 20 por ciento.

Este martes se publica el informe de la USITC, entre cuyos comisionados, no obstante, no hay unanimidad frente a esta condena comercial a la oliva ibérica. Uno de los cuatro votó en contra de la decisión, frente a dos que la apoyaron y uno que no participó en la investigación.

La aceituna española se convierte así en una nueva víctima de la política comercial de Donald Trump, que llegó a la Casa Blanca con un discurso proteccionista y ha abierto guerras comerciales entre otros con la Unión Europea (UE), con sus nuevos aranceles al acero y aluminio y su reciente amenaza de tarifas de hasta el 20 por ciento a automóviles importados.

"Desde hace tiempo insistimos en que, más que las pérdidas en nuestro sector, nos preocupa la amenaza que esto supone para todos los productos de la UE", señala De Mora.

El secretario de Comercio estadounidense, Wilbur Ross, un multimillonario de 80 años que habla despacio y bajo pero siempre con firmeza, fue el hombre elegido por Trump para trasladar al ámbito comercial su lema de campaña, "America First" (Estados Unidos primero).

Y Ross lo ha hecho, entre otras cosas, poniendo en revisión todas las importaciones que hace Estados Unidos con el objetivo de detectar lo que Trump califica como prácticas "injustas" para la balanza estadounidense. La oliva ibérica es una de ellas.

Las importaciones de aceituna española ascendieron el año pasado a unos 67.600 millones de dólares, según el Departamento de Comercio estadounidense.

Este asegura que los exportadores de aceituna españoles han estado vendiéndolas a entre un 16,88 y un 25,50 por ciento menos de su precio "justo" en Estados Unidos y que España ha proveído "subsidios compensatorios a sus productores de olivas a cuotas que van desde el 7,52 al 27,02 por ciento".

Solo con la entrada en vigor de los aranceles provisionales, que ascendían al 22 por ciento, el sector en España cayó un 42 por ciento en el primer trimestre de este año, según datos de Asemesa.

La asociación, que aglutina la mayor parte de la producción y exportación española de este sector, reclama a la UE que no se limite solo a ofrecer ayudas compensatorias por las pérdidas, como prometió, sino que insiste también en que lleve el asunto ante la Organización Mundial del Comercio (OMC).

"Las compensaciones están muy bien, pero la ayuda fundamental que puede darnos la Unión Europea es presentar el recurso correspondiente ante la OMC. Porque si no sería reconocer de alguna forma que las ayudas son ilegales y que Estados Unidos tiene razón", zanja De Mora.

La preocupación es patente en Andalucía. El pasado 5 de julio, varios miles de personas se concentraron en la capital de la región, Sevilla, para defender la aceituna de mesa ante el Consulado de Estados Unidos.

Las empresas del sector ya estudian nuevas fórmulas y buscan abrir mercado para compensar las caídas en los pedidos estadounidenses. "Van a hacer todos lo posible. Pero eso no va a compensar ni mucho menos las pérdidas que vamos a tener", lamenta De Mora.

FUENTE: EFE/dpa

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