BRUSELAS.- La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, anunció este lunes que en marzo presentará propuestas para la implementación de un "pase verde" sanitario de aceptación común en la UE sobre vacunación contra el COVID-19.
BRUSELAS.- La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, anunció este lunes que en marzo presentará propuestas para la implementación de un "pase verde" sanitario de aceptación común en la UE sobre vacunación contra el COVID-19.
"Presentaremos este mes una propuesta legislativa para un Pase Verde Digital", anunció en Twitter, y explicó que la iniciativa tendría como objetivo proporcionar pruebas tanto de la vacunación como de los resultados de las pruebas de detección de contagio.
En forma separada, durante una reunión con eurodiputados y diputados alemanes, Von der Leyen dijo que la Comisión buscaría "en los próximos meses" crear una base técnica para un certificado digital aceptado en los 27 países miembros.
Por su parte, Margaritis Schinas, vicepresidente de la Comisión, dijo en una conferencia de prensa que el proyecto de legislación podría ser presentado al Parlamento Europeo el 17 de marzo, a tiempo que para los líderes europeos den la luz verde en la Cumbre prevista para el 25 de este mes.
El término de "pase verde" utilizado por Von der Leyen es el mismo empleado por Israel para referirse a un documento digital o impreso que demuestre que el portador ha sido inoculado y, por lo tanto, puede entrar en lugares de entretenimiento, deportivos y gastronómicos.
La UE vive en la actualidad un intenso debate sobre cómo se podría utilizar un pase verde europeo de este tipo.
Países que dependen de una retomada del turismo, como Grecia, y las empresas aéreas aspiran que el documento sirva como un 'pasaporte sanitario' que permita a las personas inmunizadas evitar pruebas o cuarentenas al viajar.
Sin embargo, la mayoría de los países de la UE -liderados por Francia y Alemania- consideran que es prematuro para una iniciativa de este tipo.
Estos países alegan que una medida así podría dividir a las sociedades de forma que personas inoculadas tendrían condiciones de disfrutar de una vida libre de restricciones, mientras la mayoría, a la espera de su vacuna, continúe bajo normas restrictivas.
La ministra belga de Relaciones Exteriores, Sophie Wilmes, expresó este lunes en Twitter sus reticencias sobre la iniciativa.
"El respeto por el principio de no discriminación es más importante que nunca, ya que la vacunación no es compulsoria y el acceso a las vacunas no está garantizado", señaló.
FUENTE: AFP