martes 8  de  octubre 2024
EL JARRÓN CHINO

¿Nos manipula Trump?

a muchos no nos cuadra que el magnate realmente piense de esta manera tan tosca y que si así fuera lo repitiera continuamente como está haciendo. Porque lejos de pedir perdón, Trump no sólo insiste en la estupidez sino que va más allá y asegura que va a conseguir el voto hispano de cara a las elecciones presidenciales de 2016

Por MANUEL AGUILERA

La campaña política y los desmesurados mensajes de Donald Trump se han convertido en motivo de análisis para republicanos, demócratas, inmigrantes, periodistas, ciudadanos, votantes, estadounidenses, hispanos, latinoamericanos, europeos… Para todos. Una vez digerido el grito generalizador de borracho bravucón tabernario –algo así como que la mayoría de  los mexicanos que cruzan a EEUU son violadores y narcotraficantes-, a muchos no nos cuadra que el magnate realmente piense de esta manera tan tosca y que si así fuera lo repitiera continuamente como está haciendo. Porque lejos de pedir perdón, Trump no sólo insiste en la estupidez sino que va más allá y asegura que va a conseguir el voto hispano de cara a las elecciones presidenciales de 2016. 

Lo que no nos cuadra a los que tenemos el colmillo retorcido y nos extraña que alguien presuntamente inteligente y exitoso en los negocios, se esté suicidando económica y políticamente escupiendo una barbaridad tras otra.  Pero llegaron las encuestas y todo indica que a pesar de las críticas, totalmente lógicas de sus rivales en las primarias republicanas, a Trump no le va tan mal con su discurso radical y políticamente incorrecto.

Al fin y al cabo, lo que está poniendo sobre la mesa –insisto de una manera que roza el racismo y el delito- es el problema del control migratorio como el centro de todos los males y que tan buenos resultados les ha dado a formaciones de extrema derecha europea como el Frente Nacional de Le Pen en Francia. 

Los votos a estos movimientos de extrema derecha antiinmigrante no provienen en su mayoría de las clases altas, de los que juegan al golf en hoteles como los de Trump. La chispa racista prende en las clases trabajadoras de los estratos más bajos que ven en los extranjeros una amenaza a la posibilidad de conseguir un empleo y un empeoramiento en las condiciones laborales ya que algunos empresarios se aprovechan del estado de necesidad para bajar salarios y llegar a acuerdos burlando la ley. 

Otro logro de la discutible estrategia de Trump es que ha conseguido una atención mediática que no habría obtenido de haber mantenido la boca cerrada, especialmente entre las televisiones en español de los EEUU. Una información de esta semana del Washington Post  analizaba la cobertura de Telemundo y Univision a la visita de Donald Trump a Laredo en la que insistió en su idea de construir un muro en la frontera que separa México de EEUU. Ambas cadenas abrieron el programa con sus declaraciones, 9 minutos para Telemundo, 6 para Univision. En los dos noticieros no se informó de actividad alguna protagonizada por otro precandidato –republicano o demócrata a la Casa Blanca-.  

Después de la cobertura sobre el candidato “antihispano” en los informativos le tocó el turno al Chapo Guzmán, el narcotraficante mexicano de cuya fuga los medios están haciendo un exhaustivo seguimiento.  ¿Nos  está manipulando Donald Trump?

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