“Bajo del ciclón”, una novela de Andrés Hernández Alende, es una de esas obras que multitudes deberían disfrutar.
“Bajo del ciclón”, una novela de Andrés Hernández Alende, es una de esas obras que multitudes deberían disfrutar.
Desde una narración omnisciente, que todo lo ve y que todo lo intuye, y un Francisco Roque que ama, sufre, padece, despotrica y sueña... en "Bajo el ciclón" me vi a mí misma pasando del dolor a la pasión, de la privación a la venganza –o a idear un plan mental con sabor a desquite–, del desgano al desborde de los sentidos.
Los detalles exactos corren a un ritmo natural, elevan a una nube al lector o lo dejan caer en la depresión y las dudas de una existencia que ni el mismo protagonista se detiene a entender, sólo vive y ¡de que manera!
La sorpresa de hechos y reacciones inesperadas abundan en esta historia que siendo tan cómoda de leer sólo se atribuye a la certeza de un autor experto en vivir. El escritor observa a cada instante los tres granos de café que dan la suerte y que muy pocos ven. Atrapa las partículas de cada detalle.
Por ello, Francisco advierte que la vida es simple. Y en sus andanzas lo doblega únicamente un impulso al que obedece casi siempre. El corazón le anda a mil. Y una voz interior despampanante que le alborota los sentidos y de la que él disfruta ser su cómplice.
Hemos sido alguna vez Tony, Elena, Elliot, Carolina, Consuelo, Ángel o Francisco. En una mezcolanza de actitudes que fluyen entre los errores y los aciertos, entre virtudes y sentimientos de furia, odio, soberbia, ilusión, venganza, sensatez, sumisión, rebeldía, deseo, amor, pasión, contención y desenfreno.
Vives cada una de estas maneras de sentir. Pero sobre todas, Francisco te arrastra con él a lo largo de una historia en la que no adivinas lo que viene, como la vida misma.
Sin poderte negar, pasas a vivir en la mente de Francisco. Si está feliz, eres feliz; si se excita, tú también; si se enoja, tú maldices.
Andrés Hernández Alende, es el autor de tanto sentir. Porque describe como un pintor, narra como cineasta y seguramente habita bajo un ciclón con el viento sostenido de una mente vivaz y ráfagas constantes de una sensibilidad sublime.
@idaysicapote