jueves 21  de  marzo 2024

¿Cuántos venezolanos deben morir?

Veo como un sueño tropical la libertad de los hermanos venezolanos sin la ayuda de potencias que saquen en una hora o menos a Nicolás Maduro del mapa, o del GPS de Google
Diario las Américas | IDAYSI CAPOTE
Por IDAYSI CAPOTE

Inaudito lo que vemos en las calles de Venezuela. Un pueblo que perecerá, poco a poco, frente al cañón del comunismo que no dejará tanto poder así porque sí.

Admiro la valentía de Juan Guaidó, pero ¿este joven seguirá a salvo? Es cuestión de suerte. Su vida está expuesta, como la masa que convoca a un suicidio tumultuario con la mejor de las intenciones, por la libertad de la patria venezolana. Pero que todavía subestima y no calibra la maldad de una dictadura de izquierda.

¿La lista de acciones de Guaidó contemplará preservar la vida de los hijos de Venezuela contra el bienestar de Nicolás Maduro? ¿Esta secuencia planificada de acciones desecha la ayuda militar de otros países por heroicidad? Por la creencia de que a pecho se tumba a un asesino que sí tiene ayuda bélica de Cuba, de Castro, de Rusia, de China y sabrá el diablo cuántos aliados más.

Está probado que Maduro NO está solo, NO se irá por las buenas, NO se gobierna. Pero es un títere peligroso, altamente nocivo por el respeto que profesa a sus jefes. Le teme al Führer Castro, quien desde La Habana lo maneja a base de chantaje económico. Y no debe de ser el único.

La neurona en activo de este exterminador sudamericano debe funcionar a medias. Tendrá unas dendritas mirando a Eurasia y otras al Mar Caribe. Es decir, una neurona solitaria y parabólica que se debe tener en cuenta.

Veo como un sueño tropical la libertad de los hermanos venezolanos sin la ayuda de potencias que saquen en una hora o menos a Nicolás Maduro del mapa, o del GPS de Google. Por otra vía, a lo mejor se sobrepasan en Venezuela los millones de muertes de la Segunda Guerra Mundial.

Este tema ha sido tratado desde decenas de ángulos y desde posiciones encontradas, defendiendo una y otra ideología. No me voy a medir por eso. Prefiero el cansancio al escribir de lo mismo -que no se soluciona en Venezuela- en todo caso que corra sudor por el esfuerzo y no más sangre de ese pueblo noble.

Me deprime demasiado cada crimen en las noticias. Tengo limitada voluntariamente la lectura de lo que viene de Venezuela, lleno de sangre, con la impotencia de que hay una solución casi unánime como la que lleva al sentido común y se ignora, no sé por qué.

¡Qué maduren a Maduro! No pido su muerte porque no creo que pague tanto dolor, al no sentir ninguno si se le deja sin vida. ¡Qué viva! Pero en manos venezolanas. Sólo Venezuela podrá hacer justicia. Y lo siento, pero que después se ejecute la divina.

¿Un cobarde hombre tiene más valor que una nación a la que no cesa de humillar, de acribillar, de traicionar? ¿Quién quiere preservar este ejemplo del mal? Este mamut diabólico, incapaz de atinar a lo justo, ¿debe respirar?

Por mi parte, me niego a escuchar cualquier solución que no contemple el exterminio de la presencia de Nicolás Maduro. Otra cosa será ser cómplice del llanto de Venezuela. El remedio está en manos poderosas.

@idaysicapote

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