sábado 4  de  enero 2025
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Cuba: Una Navidad que espera su Redención

Porque nos ha nacido un niño, se nos ha concedido un hijo; la soberanía reposará sobre sus hombros, y se le darán estos nombres: Consejero admirable, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz. (Isaías 9:6)

Por Pbro Juan Lázaro Vélez González

La Navidad es un tiempo muy significativo para muchos de nosotros espiritualmente hablando. El corazón y el alma se preparan para vivir con anhelo el cumplimiento de las Promesas Divinas. Pero en nuestro querido archipiélago en forma de caimán dormido, este anhelo navideño adquiere un matiz profundamente diferente. Es la tierra que llora, sufre, muere y clama por una pronta redención que trascienda lo material y de una vez y para siempre abracemos la dignidad, la libertad y la justicia.

En estas fiestas de Navidad el mensaje de libertad y dignidad para el pueblo que tropieza y quiere levantarse del profundo letargo espiritual y cívico deben ser los pilares que fortalezcan la esperanza del corazón de sus hijos.

La redención no es un concepto abstracto, es la pura certeza de que todas las cosas alcanzan su plenitud en la Verdad y la Justicia. La estrella que guío a los Sabios de Oriente al portal de Belén es la misma que en este casi término del año guía y guiará siempre a todos los cubanos hacia su redención y purificación.

El principio de redención comienza realmente en cada corazón y alma del cubano que no se rinde ante las presiones del sistema comunista y opresor. Es cuando miramos con certeza un proyecto común de liberación nacional y luchamos para alcanzar esa realidad de dignidad que nos ha sido secuestrada por más de seis décadas. En el Niño Jesús, frágil y humilde, se encuentra la fuerza que desafía imperios y derrota tiranías.

Todos los cubanos necesitamos y queremos la Redención. Pero mientras llega, no dejemos de soñar, de amar, ni de confiar en la libertad y en la dignidad de ser hijos de Dios.

Recordemos hermanos luchadores y defensores de los Derechos Humanos, que el mensaje de la Navidad no es para nada pasivo, es activo, es un llamado a reconstruir la Esperanza, sostenernos los unos a los otros encendiendo la luz de la Democracia en medio de la oscuridad del sistema tiránico.

Que esta Navidad sea un himno de Patria y Vida a pesar de las sombras de muerte que vagan por nuestro país. Que nuestra fe en Dios y en un mejor presente-futuro sea nuestra acción cotidiana para conseguir la libertad deseada. Preparemos el camino ahora a la Redención que tanto anhelamos.

¡Feliz Navidad, Cuba! La Redención esta cerca.

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