Es indudable que el arte de hacer política en Washington debe medir fuerzas constantemente con Twitter y no es para menos. Unas pocas palabras, elegidas acertadamente y publicadas en la plataforma social, pueden influir en la opinión pública y convertirse en tendencia, al mismo tiempo que genera debates y hasta causar enojo, asombro o sorpresa.
La presencia de Twitter va más allá de los parámetros del intercambio social, pues se ha convertido en una herramienta esencial en cualquier campo, especialmente por su inmediatez, carácter masivo y rango de alcance, algo de lo que ya no pueden presumir los medios.
De hecho, el periodismo da cuenta de 7.700 empleos perdidos este año solo en Estados Unidos, aunque la tendencia es mundial.
Parece una advertencia de que lo que está por venir en 2020.
No por nada han aparecido algunas iniciativas para captar ayuda financiera a manera de filantropías, en un intento por ayudar al periodismo a descubrir su futuro como estandarte de la libertad de expresión y respuesta a los imperativos del funcionamiento de la sociedad en la era de Internet.
“Ha desestabilizado los viejos modelos de negocios que han apoyado el periodismo de calidad durante décadas”, señaló el Nieman Journalism Lab, de la Fundación Nieman para el periodismo establecida en 1938 en la Universidad de Harvard y que administra el programa de becas más antiguo para periodistas en el mundo.
En todo caso, las plataformas sociales han cambiado la forma de hacer política y el presidente Donald Trump es experto en el mundo de Twitter. Nadie en Washington, ya sea republicano, demócrata o independiente, puede darse el lujo de ignorar sus reflexiones.
El año pasado, Twitter Inc. reiteró su postura de que las cuentas pertenecientes a líderes mundiales tienen un estatus especial en las redes sociales, rechazando la petición de algunos usuarios de que se eliminara el perfil del presidente de Estados Unidos.
"Bloquear a un líder mundial de Twitter o eliminar sus tuits controvertidos, escondería información importante que las personas deben ver y debatir", señaló la corporación.
La semana pasada, en tan solo 24 horas, Trump tuiteó o retuiteó 123 mensajes, lo que fue un récord para él, según el periódico The Hill. La mayoría de ellos estaban relacionados con el anuncio del Comité Judicial de la Cámara de llevar a cabo el proceso de destitución.
Las redes sociales en general han hecho que la política tenga una proyección más inmediata, dinámica y más accesible.
Sin embargo también hay riesgos.
Por ejemplo, los jefes militares de la Marina y del cuerpo de Marines han tenido que recordar recientemente a todo su personal que las fuerzas armadas no deben participar en política y evitar cualquier tuit o mensaje en Facebook que pueda indicar un sesgo político.
Esto fue especialmente importante después del debate público que se presentó acerca de la decisión del mandatario de indultar a dos soldados acusados de crímenes de guerra y restablecer el rango superior de un comando de la Marina de Estados Unidos, que había sido degradado después de ser declarado culpable en una corte marcial por sacarse fotografías junto al cuerpo de un combatiente de ISIS, en Irak.
El anuncio del Presidente, que tuvo lugar el 18 de noviembre, provocó un gran debate en Twitter, pero el secretario de Defensa Mark Esper buscó zanjar la controversia al afirmar que el Comandante en Jefe tenía la potestad de tomar este tipo de decisiones cuando lo considerase apropiado.
Para Trump, el uso del Twitter se ha convertido en una parte esencial de su forma de gobernar y con 67 millones de seguidores sabe que sus trinos obtendrán una reacción inmediata tanto nacional como internacionalmente.
La semana pasada, por ejemplo, cuando Greta Thunberg, la activista sueca del cambio climático, obtuvo el título de Persona del Año otorgado por la revista Time, Trump utilizó su cuenta en Twitter para mostrar su desacuerdo.
El tuit no fue solo un comentario sobre su premio sino una posición implícita, que reforzaba su convicción de que el cambio climático no es una prioridad para su administración.
El periódico The Washington Post señaló incluso que aquellos 123 tuits de Trump, del jueves pasado representaron una diferencia de más de un día en comparación con lo que el expresidente Barack Obama había enviado en su cuenta @POTUS entre mayo de 2016 y enero de 2017.
En este sentido, sí, Trump es el rey del tuit!!