Esperemos que prime la responsabilidad y la ética para que la información no degenere en un lamentable espectáculo
Cuando un artista que forma parte de nuestra memoria vital desaparece, sentimos el dolor de perder momentos felices de nuestra existencia. Muchos habrán sufrido este golpe de melancolía al enterarse de la muerte del actor Robin Williams. n
Seguro que cada uno de ustedes tiene asociado a sus recuerdos alguna película protagonizada por el actor que presuntamente se suicidó el pasado lunes en su residencia californiana. Es ahora cuando muchos están descubriendo la atormentada vida de Williams, que tantos momentos divertidos nos hizo pasar a través del cine y la televisión. Problemas de adicciones y sus efectos negativos para las relaciones familiares y personales marcaron la trayectoria del protagonista de cintas memorables como Good Morning Vietnam, Dead Poets Society o Good Will Hunting. n
Ya se ha desatado la tormenta de chismes en los tabloides y programas de farándula sobre los detalles más escabrosos y desconocidos de la vida del actor fallecido. Esperemos que prime la responsabilidad y la ética para que la información no degenere en un lamentable espectáculo. n
Las luces de la vida de un artista de la talla de Robin Williams deben opacar las sombras proyectadas sobre su vida personal. Existen infinidad de momentos memorables protagonizados por este ganador de un Oscar y que supo adaptarse como un camaleón tanto a la comedia como al drama. n
Disfrutar de sus inolvidables películas es el mejor homenaje a su trabajo. El propio Williams nos transmitió la importancia de aprovechar y disfrutar de la vida a través de algunos de sus personajes como el profesor Keating de Deads Poet Society y su estimulante Carpe Diem:"Sólo al soñar tenemos libertad, siempre fue así, y siempre así será".