lunes 25  de  marzo 2024
OPINIÓN

El nuevo reto en la carrera de Hassan Whiteside

Ya el Miami Heat cumplió, otorgándole la confianza en el verano y firmarlo por cuatro años y $98 millones
Diario las Américas | RICARDO MONTES DE OCA
Por RICARDO MONTES DE OCA

@RicardoEMontes

Si en algunos años alguien decide estampar la vida de Hassan Whiteside en un libro o en la pantalla grande, muy probablemente sería un éxito asegurado, pues su recorrido hasta lograr ser el jugador mejor pagado de su equipo no es el típico que recorre una estrella común en la NBA.

Sin embargo ese trayecto se ha encontrado con un nuevo obstáculo; el de ser el hombre más importante del conjunto que juega en el American Airlines Arena. Ya el Miami Heat cumplió, otorgándole la confianza en el verano y firmarlo por cuatro años y $98 millones –haciendo que pasara de ganar $981.348 en la campaña pasada a $22.116.750 en esta, siendo uno de los saltos en el salario más importantes en la historia de la liga.

Ahora el turno es de Whiteside, que si bien ha respondido con unos números dignos para asistir al Juego de Estrellas; siendo líder en rebotes por juego en la NBA con casi 15, acompañado de poco más de dos bloqueos por compromiso y 17 puntos. Cualquiera que se limite a las estadísticas no entendería esta columna.

El problema llega cuando diariamente te dedicas a ver el juego del centro del Heat. Frustración y preocupación son las palabras que me vienen a la mente cuando lo hago.

Comencemos por la parte obvia; no soy el primero que cuestiona la actitud de Whiteside en la cancha, y probablemente no seré el último, pero cuando en ocasiones ves de lo que es capaz en la cancha --dominando a cualquier contrincante con su fuerza, capacidad de obtener rebotes, tapas o incluso su habilidad en el poste bajo-- seguido por varios minutos, que generalmente son aquellos que definen un juego cerrado, en los que sencillamente desaparece, resulta difícil no hacerlo.

Parece que fuera causa de un truco de magia del equipo contrario, que al mejor estilo de la película “Space Jam”, hace que Hassan pierda sus poderes y se convierta en un jugador inefectivo; así de rápido pasa de ser el mejor en la cancha, a uno más del montón.

Episodios así se han visto con una frecuencia preocupante, y es por ello que a pesar de promediar números impresionantes, no se han traducido en victorias para su equipo, que ocupa los peores puestos en la NBA.

De allí la frustración, ¿se imaginan cómo serían los números de Whiteside si fuera constante en el tabloncillo?, me arriesgo a decir que serían de Jugador Más Valioso.

La otra parte de esta crítica es una que ha ocupado el tiempo de varios de los especialistas del deporte en las últimas semanas, en el que ninguno ha podido dar con una razón lógica por la cual el conjunto del Heat es mejor a la defensiva cuando su centro siete pies, que es líder en rebotes y está entre los mejores en tapas por juego, está sentado en la banca.

El rating ofensivo del equipo contrario (puntos por cada 100 posesiones) aumenta casi ocho unidades cuando Hassan está en la cancha. Es una cantidad preocupante, que sin mencionar nombres, hasta el más erudito en el tema podría caer en la trampa y decir que se trata de James Harden, por mencionar a uno de los peores defensas de la NBA.

Hay muchas teorías que tratan de explicar el misterio, pero ninguna ha sido consistente. Sencillamente no hay respuestas.

Si la historia de Whiteside ha demostrado algo, es que sabe cómo superar los obstáculos y las dudas de aquellos que se atreven a cuestionarlo. Y aquí se encuentra nuevamente, cuando ya todos creían que no había nada más que demostrar tras el multimillonario contrato, ante otro de esos atolladeros que se ha cansado de superar.

Sólo el tiempo dirá si puede anteponerse y convertirse en uno de los mejores jugadores de la liga. Claro, si Pat Riley y el Miami Heat tienen la paciencia necesaria para esperar a que eso suceda.

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