Por @MarioVannucci
En los últimos años, el número de personas que han relatado experiencias con los ángeles, va en aumento. Encuestas recientes han determinado que más del ochenta por ciento de la población del mundo cree en estas figuras celestiales.
Por @MarioVannucci
En los últimos años, el número de personas que han relatado experiencias con los ángeles, va en aumento. Encuestas recientes han determinado que más del ochenta por ciento de la población del mundo cree en estas figuras celestiales.
Estos seres de luz son mensajeros divinos, cuya misión en a Tierra es la de servir a la humanidad y de guiarla por el buen camino. Los Ángeles siempre han estado con nosotros desde el inicio de los tiempos. Antes la comunicación con ellos era algo natural, porque el hombre respondía a su propia y natural esencia divina. Conforme el tiempo pasó, el ser humano empezó a interesarse más en lo que conformaba su mundo material y se olvidó por completo de su mundo espiritual, en ese momento, las conexiones Angélicas desaparecieron de los ojos y la mente humana, aunque en realidad los Ángeles nunca se separaron de nosotros, siempre han estado aquí y eso es independiente de nuestras creencias, filosofía, costumbres o religión. Ellos continuaron en nuestro mundo, fuimos nosotros los que nos separamos de su fuerza e influencia.
En estos momentos se está viviendo un movimiento Angélico muy interesante, tal pareciera que los Ángeles se pusieron de moda, aunque no es así, los Ángeles no pertenecen a ninguna moda, no es un "chispazo" pasajero; ellos vienen a acompañarnos y asesorarnos en este trance tan importante que estamos viviendo: el cambio de una Era. Este paso hacia la Era de Acuario es de total trascendencia, es lo que mueve a los Ángeles a hacerse presentes de una manera más perceptiva y lo que hace al ser humano tener la necesidad de "algo más". Ya hemos comprendido que el mundo material solo corresponde a una fase de nosotros, pero no lo es todo. El ser humano necesita llenar los vacíos espirituales que lo llevan a cometer actos que no pertenecen a su esencia. Circunstancias como la violencia, las adicciones, las depresiones, la pobreza y las enfermedades son solo algunas manifestaciones de este vacío espiritual. Mientras el hombre no comprenda la magnitud de su esencia, seguirá sufriendo por estas mismas causas, las cuales no representan el destino trazado por Dios ni los Ángeles, son los destinos que el hombre ha creado a partir del egoísmo y el materialismo al que siempre le ha brindado tributo.
Poco a poco, los Ángeles han empezado a llenar al mundo con su presencia, los vemos en las iglesias, en pinturas, en la música y hasta en las películas de cine. Esta invasión se ha producido por la inducción de los Ángeles mismos, son ellos los que inspiran al hombre a crear imágenes que tratan de interpretar su identidad, para que de alguna manera, el hombre inicie su búsqueda de grandeza y fe.
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