Culmina la trigésima sexta edición del Festival de Cine de Miami y como en previos años, cerramos con broche de oro con el gran estreno en Estado Unidos de Gigantes, del director español Enrique Urbizu, presentado por las estrellas de la afamada serie española Juan Carlos Librado e Isak Férriz.
Confieso que siento un poco de nostalgia. Este será mi último festival como presidente del Miami Dade College, pero les puedo asegurar que no como espectador. Para mí ha sido un verdadero honor y privilegio poner mi granito de arena en convertir a Miami, cada marzo, en la capital cinematográfica del mundo.
En los últimos años, por las alfombras rojas del Festival han desfilado un sin número de estrellas, como Andy Garcia, Pedro Almodóvar, Antonio Banderas, Richard Gere y Demi Moore, además de Willem Dafoe, Shirley MacLaine, Eugenio Derbez, Robert Loggia, Gloria y Emilio Estefan, Rodrigo Santoro, Ricardo Darín, Kate del Castillo, Michael Caine, Kevin Kline, Carlos Saura, Elsa Pataky, Alfonso Cuarón, Spike Lee, Rossy De Palma, Geraldine Chaplin, Lena Olin, Christopher Plummer, Anne Hathaway, Liv Ullmann, Rashida Jones, Viggo Mortensen, Helen Hunt, e Isabelle Huppert, sólo por mencionar algunas de estas luminarias.
Este año no fue la excepción. Hubo algo para todos los cinéfilos. La veterana actriz Patricia Clarkson, ganadora del Globo de Oro, fue homenajeada con el Premio Estrella Damm Precious Gem. También, se inauguró el programa Knight Heroes, el cual destaca la labor de jóvenes cineastas del Sur de la Florida. En esta primera edición participaron el cineasta miamense y ganador del Oscar Barry Jenkins acompañado por Boots Riley y Aaron Stewart-Ahn, quienes compartieron sus experiencias y consejos con la audiencia. Y, el estreno mundial de Singular, un documental sobre la cantante de jazz y ganadora del Grammy, Cécile McLorin-Salvant, quien nos deleitó en vivo con su incomparable voz. Estos fueron sólo algunos de los momentos célebres del Festival.
No sé si a ustedes les pase lo mismo que a mí. Después de haber disfrutado de alfombras rojas, celebraciones, estrenos exclusivos, concursos, charlas y programas educacionales, tengo la certeza que diez días no son suficiente para 160 largometrajes, documentales, cortometrajes procedentes de más de 40 países. Verdaderamente es toda una fiesta cinematográfica.
El Festival de Cine de Miami, el único, auspiciado por una institución universitaria en Estados Unidos, continúa atrayendo la diversidad y lo mejor del talento iberoamericano. Continuamente nos hemos dado la tarea de traer a colación los temas más importantes que enfrentamos como sociedad, y resaltar lo mejor del talento local. El programa es cuidadosamente curado por un pequeño y laborioso grupo de conocedores del séptimo arte que luego de acudir a festivales y otros eventos nacionales e internacionales, nos traen una magnífica variedad de filmes y documentales para nuestro deleite.
Para mí ha sido un sueño hecho realidad. Todos los años recibimos más de 70.000 espectadores y cientos de cineastas, productores, actores, actrices, y profesionales de la industria. El hecho de que el público pueda disfrutar lo mejor del cine en nuestra ciudad me llena de orgullo. Al menos por diez días, Miami se convierte en la meca del cine. Así que los espero de vuelta el próximo año.